Los papeles de Facebook, un tesoro para la investigación del asalto al Capitolio
Facebook dice en público que ha tomado medidas de seguridad para evitar que se propague la violencia dentro de sus usuarios. Según sus exempleados, la compañía ha mentido.
Hasta el día de hoy, Facebook se ha negado a investigar el papel de su plataforma en los hechos que derivaron en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el pasado 6 de enero. Sin embargo, dentro de los miles de documentos internos que Frances Haugen, exgerente de producto de la compañía, le entregó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos para destapar las oscuras maniobras de la plataforma, se encuentran las llaves para examinar el verdadero rol que tuvo la red social en la toma del edificio del Legislativo por parte de furiosos seguidores del expresidente Donald Trump.
Los documentos recogen mensajes internos de los empleados de Facebook durante los días cercanos a la toma. Uno de los textos señala que hay una línea que se puede trazar desde el día en el que Trump anunció su candidatura en 2015, con comentarios xenófobos y llenos de odio, hasta el día del asalto. Entre los dos eventos, señalan los papeles, no se tomaron medidas para combatir la polarización sino que, por el contrario, se favoreció en el algoritmo para alimentar la discordia.
“No solo no hacemos algo acerca de la desinformación combustible de las elecciones en los comentarios, sino que los amplificamos y les damos una distribución más amplia”, escribió un empleado de Facebook en una sala de discusión interna.
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A esos mensajes se suman entrevistas con exempleados que aseguraron no poder continuar trabajando para Facebook, ya que la compañía “no hacía nada para mitigar los efectos negativos en su plataforma”. Los ejecutivos de la red social sabían que las noticias falsas que se difundían en la red impactan negativamente a los usuarios. Para enfrentarlas se creó un programa de verificación cruzada del que la compañía habla mucho en público. Sin embargo, ese programa nunca ha cumplido con lo prometido, según explican hoy los miembros del equipo.
“En realidad, la empresa no hizo lo que decimos que hace públicamente”, dice un mensaje interno.
La evidencia apunta a que pese a los informes de polarización en la red, los ejecutivos de Facebook se negaron a implementar acciones concretas para detener las invitaciones a la violencia antes de la jornada del 6 de enero, pero sí sabían de la existencia de estas amenazas. Además, se encargaron de desmantelar el equipo que se dedicaba a buscar soluciones para combatir la polarización en la plataforma, luego de que estos se volvieran muy “ruidosos” dentro de la compañía al manifestar su disgusto con la política de facilitar la distorsión de las elecciones.
“¿Habría hecho alguna diferencia al final si hacíamos algo? Nunca podremos saberlo, pero la historia no nos juzgará con amabilidad”, dice el mensaje.
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Los días posteriores al asalto al Capitolio, la directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, apareció en varios eventos para declarar que la compañía no tenía responsabilidad de lo que había pasado, y que la organización de los participantes de la toma se dio en plataformas que no cuentan con la capacidad de Facebook para detener la campaña de odio. Al interior de Facebook, muchos empleados que sabían el verdadero rol de la plataforma en el intento de golpe reaccionaron con furia al anuncio y renunciaron. Algunos, como Haugen, han comenzado a testificar.
El material que está en manos del Congreso apunta finalmente a que Facebook se apresuró a levantar algunas medidas adoptadas en noviembre del año pasado que ayudaron a controlar la información falsa que circulaba en la red durante las elecciones. El retiro de estas incidió en que durante las semanas previas al asalto circulara una gran cantidad de teorías de conspiración en la plataforma sin barreras, las cuales alimentaron las intenciones de los seguidores de Trump de hacer cualquier cosa para instalar a su líder en el poder, incluso con el uso de la violencia.
Haugen, quien tiene hoy a Facebook contra las cuerdas, testificó ante el Parlamento Británico este lunes, donde señaló que hay que prestarle especial atención a las operaciones de la compañía en países de habla no inglesa, pues Facebook tiene una escaza inversión en materia de seguridad en países que no hablan inglés. Otro exempleado de la compañía señaló que Facebook se resistió a hacerle cumplir las reglas a Trump por temor a hacerlo enojar.
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Hasta el día de hoy, Facebook se ha negado a investigar el papel de su plataforma en los hechos que derivaron en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el pasado 6 de enero. Sin embargo, dentro de los miles de documentos internos que Frances Haugen, exgerente de producto de la compañía, le entregó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos para destapar las oscuras maniobras de la plataforma, se encuentran las llaves para examinar el verdadero rol que tuvo la red social en la toma del edificio del Legislativo por parte de furiosos seguidores del expresidente Donald Trump.
Los documentos recogen mensajes internos de los empleados de Facebook durante los días cercanos a la toma. Uno de los textos señala que hay una línea que se puede trazar desde el día en el que Trump anunció su candidatura en 2015, con comentarios xenófobos y llenos de odio, hasta el día del asalto. Entre los dos eventos, señalan los papeles, no se tomaron medidas para combatir la polarización sino que, por el contrario, se favoreció en el algoritmo para alimentar la discordia.
“No solo no hacemos algo acerca de la desinformación combustible de las elecciones en los comentarios, sino que los amplificamos y les damos una distribución más amplia”, escribió un empleado de Facebook en una sala de discusión interna.
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“En realidad, la empresa no hizo lo que decimos que hace públicamente”, dice un mensaje interno.
La evidencia apunta a que pese a los informes de polarización en la red, los ejecutivos de Facebook se negaron a implementar acciones concretas para detener las invitaciones a la violencia antes de la jornada del 6 de enero, pero sí sabían de la existencia de estas amenazas. Además, se encargaron de desmantelar el equipo que se dedicaba a buscar soluciones para combatir la polarización en la plataforma, luego de que estos se volvieran muy “ruidosos” dentro de la compañía al manifestar su disgusto con la política de facilitar la distorsión de las elecciones.
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Haugen, quien tiene hoy a Facebook contra las cuerdas, testificó ante el Parlamento Británico este lunes, donde señaló que hay que prestarle especial atención a las operaciones de la compañía en países de habla no inglesa, pues Facebook tiene una escaza inversión en materia de seguridad en países que no hablan inglés. Otro exempleado de la compañía señaló que Facebook se resistió a hacerle cumplir las reglas a Trump por temor a hacerlo enojar.
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