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Si bien Donald Trump no necesita ayuda para esparcir una noticia falsa o rumor —solo en Twitter tiene 31,1 millones de seguidores—, tener aliados en la guerra para quedarse en la Casa Blanca nunca sobra; más si la Presidencia está en riesgo, como dicen las encuestas.
Por eso, Trump jugó sus cartas desde hace dos meses y decidió poner al frente del servicio de correos de Estados Unidos a uno de los suyos; un hombre de confianza; uno que sabe llevar mensajes. Se trata de Louis DeJoy, a quien el presidente nombró director del Servicio Postal de EE. UU. (USPS por su sigla en inglés), en junio, justo cuando afilaba todas sus armas en contra del voto por correo.
DeJoy hizo la tarea; tan pronto llegó a su nuevo cargo este año, implementó medidas “necesarias” para este servicio: recortó los gastos de operación, algo que incluía desactivar el 10 % de las máquinas para procesar el correo (671) y también ordenó cambiar de lugar los buzones públicos en estados como California, Arizona, Oregón, Pensilvania, Ohio y Montana, según informó el diario The Washington Post. Algo que hizo que el sistema de entrega de paquetes, encomiendas y cartas se volviera más demorado, según denunciaron los usuarios del servicio postal.
En cartas enviadas a las autoridades de 46 estados del país, y del distrito capital, DeJoy advirtió que no podía garantizar que los votos enviados por correo para las elecciones pudieran llegar a tiempo para ser contabilizados.
Raro, teniendo en cuenta que USPS es conocido por hacer entregas puntuales, sin importar las condiciones climáticas, y que justo por esa época los demócratas promovían con fuerza el uso del voto por correo para no afectar la asistencia a las urnas por causa de la pandemia.
Según explican expertos en el periódico Los Angeles Times, cada estado del país tiene su propio sistema de votación y solo cinco de ellos ofrecen automáticamente la opción de votar por correo a todo el electorado. Dieciocho estados, sin embargo, contemplan ampliar el acceso a esta modalidad de voto, lo que ampliaría a casi 180 millones de votantes el número que podría votar por correo este año.
Pero a Trump no le gusta esa idea porque entonces se ampliaría el voto entre las comunidades afroamericanas y latinas, justo las principales víctimas de sus políticas, y, según analistas, eso podría inclinar la balanza a favor de los demócratas en las elecciones del 3 de noviembre.
Entonces, decidió sembrar dudas en un sistema que él mismo confesó haber usado antes y que había resaltado como “magnífico”. Según dijo, el voto por correo convertirá “estas elecciones en las más fraudulentas de la historia”; también señaló que “el problema con el correo es que se demora… nunca vas a saber cuándo acaba la elección (…) quizás no conozcamos en meses o años el resultado, porque esas papeletas se van a perder, desaparecerán”. Informó que no le dará el presupuesto que necesita esa oficina para tramitar la masiva votación que se anticipaba llegaría por correo.
De acuerdo con una encuesta realizada por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, el 47 % de los demócratas promueven el uso del voto por correo, frente a un 29 % de los republicanos, incluido el director de la Oficina Postal, Louis DeJoy, viejo donante conocido de ese partido y fanático seguidor de Trump.
¿Quién es Louis DeJoy?
Nacido en Nueva York, Louis DeJoy, de 63 años, creó una compañía en 1980 para proveer servicios de logística a empresas como Boeing, Verizon y…. el Servicio Postal de EE. UU. Una empresa próspera que pronto vendió para crear otra, aun más exitosa. Junto con su esposa, Aldona Wos, comenzaron a invertir en compañías que compiten con el Servicio Postal. De acuerdo con The New York Times, “un informe de la Oficina de Ética Gubernamental señaló que la pareja invirtió entre US$30 y US$75 millones en empresas rivales de la entidad pública”.
Antes de convertirse en director general de correos, DeJoy fue vicepresidente nacional de recaudación de fondos del Partido Republicano, anfitrión de eventos y recaudaciones para candidatos republicanos desde 2006 y uno de los principales donantes de esa filiación política. Su esposa, la señora Wos, ha sido funcionaria de varios gobiernos, entre ellos el de George W. Bush; ahora es vicepresidenta de la Comisión Presidencial de Becas de la Casa Blanca y fue nominada por Trump para ser embajadora en Canadá.
Esta semana DeJoy tuvo que dar marcha atrás a las reformas en el servicio postal por las presiones de varios estados que lo demandaron. Dijo que haría los cambios después de las elecciones “para evitar la apariencia de cualquier impacto en el correo relacionado con las elecciones”.
Una declaración que llega cuando las preocupaciones en torno al voto por correo ya fueron sembradas en los votantes, pues muchos hoy dudan de su transparencia. DeJoy cumplió con la misión: hizo llegar a todos los rincones de Estados Unidos el mensaje que Donald Trump quería.
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