Maduro y la feria del perdón: ¿qué busca?
El mandatario chavista ha cumplido con su objetivo: confundir una vez más a la oposición. La serie de indultos concedidos esta última semana dividieron a quienes creen que esta es una apertura política y quienes tildan todo de chantaje.
Nicolás Maduro prometió el domingo que esta sería una semana “bien movida”. Hasta ahora, así ha sido. A través de su ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, el mandatario chavista informó el lunes que otorgaba un indulto presidencial a 110 ciudadanos, entre los que se encuentran actores políticos de la oposición, como 23 diputados principales y cuatro suplentes.
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Nicolás Maduro prometió el domingo que esta sería una semana “bien movida”. Hasta ahora, así ha sido. A través de su ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, el mandatario chavista informó el lunes que otorgaba un indulto presidencial a 110 ciudadanos, entre los que se encuentran actores políticos de la oposición, como 23 diputados principales y cuatro suplentes.
Pero su jugada no sirvió ni un poco para satisfacer a toda la oposición, pues la mayoría ve con recelo el accionar del líder chavista y tildó de chantaje esta “feria del perdón”. Los rumores sobre lo que hay detrás de la decisión empiezan a correr: ¿qué busca Maduro con esto?
Liberar a los presos políticos nunca ha sido gratis. Como recuerda la periodista venezolana Sebastiana Barráez: “Abrir algunas celdas para aceitar puertas y avanzar en los planes de quedarse en el poder es un comodín ya muy usado”.
Los indultos presidenciales de Maduro se producen tres días después de que se le otorgó la casa por cárcel al diputado Juan Requesens, quien fue acusado de planificar el fallido atentado contra Maduro de agosto de 2018.
Para un importante grupo de periodistas y políticos de la oposición, todo este movimiento se produce exclusivamente no por una apertura política de su gobierno, sino porque Maduro intenta legitimar las cuestionadas elecciones del próximo 6 de diciembre, a las cuales el sector de apoyo a Juan Guaidó ha decidido no presentarse por falta de garantías.
Pero para sus aspiraciones, Maduro debe contar con un negociador del otro lado de la mesa, que sería el excandidato presidencial Henrique Capriles, según apuntan varios analistas.
Capriles, por un lado, no ha apoyado el boicot a las elecciones de diciembre promovido por Guaidó. Además, fue el primero en pronunciarse por la decisión sobre Requesens y publicó un extenso comunicado sobre la “unidad y los tiempos de venir” hace precisamente una semana.
Barráez es una de las que sostiene que Capriles, junto al diputado Iván Stalin González, del Movimiento al Socialismo, y Felipe Mujica, exasesor de Henry Falcón, estarían detrás de una “bochornosa” estrategia para intercambiar presos a cambio de participar en las elecciones y así legitimar el proceso en las urnas.
“Capriles desde hace un tiempo es una figura que se ha ocupado de generar ciertas dudas. Y es lo que pasa cada vez que el régimen se acerca o da ciertas señales de complacencia hacia ciertos opositores: que la oposición más radical empieza a tener dudas sobre ellos. Por eso él está en la mitad de todo ese juego político”, señala Nastassja Rojas, decana de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Santo Tomás.
Sin embargo, el intercambio de presos no sería la única vía con la que Maduro quiere legitimar sus elecciones. El chavismo les estaría ofreciendo a líderes sindicales de varias ciudades del país que se postulen a las elecciones parlamentarias, según Reuters. Y como el CNE ahora tiene el control de las tarjetas electorales de los partidos de oposición, estos presuntos candidatos podrían usar los símbolos de dichos partidos para “legitimar” la presencia de la oposición en las urnas.
La decisión de Maduro fraccionó aún más a la oposición venezolana. Pero además los puso en jaque, pues aceptar el indulto sería reconocerlo a él como presidente, ya que este es el único que concede los indultos.
Si bien la liberación de presos políticos ha sido apreciada por un sector, las condiciones electorales siguen siendo inapropiadas. Las direcciones de los partidos de oposición continúan bajo el poder del chavismo. La gran pregunta es si este acercamiento será suficiente para atraer a la oposición moderada a los comicios y de esta manera validar el proceso electoral.
“Yo creo que sí. Hay que mirar lo que pasó el fin de semana con la no posibilidad de generar acercamientos entre María Corina Machado y Guaidó. Con la primera excarcelación que se hizo el fin de semana se está llevando alguna oposición moderada o el mismo chavismo democrático a seguirle el juego político a Maduro”, destaca Rojas.
Por último entra al ajedrez la figura de Estados Unidos, que ya advirtió este fin de semana, de la mano del enviado especial del presidente Donald Trump para Venezuela, Elliott Abrams, que se acercaban nuevas medidas: “Creemos que nuestras sanciones han sido extremadamente efectivas para reducir los ingresos del régimen de Venezuela, pero podemos hacerlas más efectivas. Así que vamos a hacer algunas cosas para endurecernos en el futuro cercano”.
¿Maduro está indultando a los diputados como reacción a lo anterior? Según Rojas, no. “Siento que el gobierno venezolano ya tiene una posición frente a Estados Unidos y viceversa. La situación de Trump, pese a que dice cosas, tampoco es tan sencilla en este momento. Maduro sabe que EE. UU. tiene su juego político internamente, sabe muy bien cuáles son sus aliados, cuáles son los Estados que les generan presión. Creo que el contexto de la pandemia le cayó como anillo al dedo. Ha sido una de las épocas con los meses más represivos en los últimos años, pero no es visible por la misma situación de la crisis sanitaria.
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