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La liberal María Corina Machado arrasó este domingo en la primaria de la oposición de Venezuela, que definió al rival del presidente Nicolás Maduro en los comicios de 2024. Sin embargo, al estar inhabilitada, en teoría no podrá ser candidata en las generales.
De momento, Machado obtiene 552.430 de 601.110 votos de las actas escrutadas hasta ahora. Su más cercano rival, Carlos Prosperi, quien había denunciado irregularidades en el proceso, obtuvo 28.153 sufragios, y el resto una votación menor a los 5.000.
“Expropiar es robar”: la frase evoca directamente a Machado, la irreverente opositora que hace una década desafió a un intocable Hugo Chávez y hoy conquista las primarias de la oposición de Venezuela.
Era diputada cuando se atrevió a desafiar a Chávez (1999-2013), cuya política económica socialista incluía expropiaciones de empresas, edificios y propiedades. Con esas palabras, catapultó el desprecio del chavismo y terminó de conquistar a los opositores más radicales.
De 56 años y con fama de ser tajante y sin medias tintas, Machado conquista el liderazgo de la oposición al imponerse en la primaria de este domingo con la promesa de acabar con el socialismo de llegar al poder e imponer un país liberal.
Aunque su victoria no necesariamente se traduce en una candidatura ante el presidente Nicolás Maduro, que busca la reelección, pues sobre ella pesa una inhabilitación política por 15 años, que ella desconoce.
“¡Esta lucha es hasta el final!”, repite como un mantra que ha calado entre sus seguidores, convencidos de que podrá revertir la sanción, participar en los comicios del año próximo y además hacerse con el poder.
“Fue quedando con el monopolio de una oferta alternativa distinta a la oposición clásica”, explica a la AFP Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, destacando una imagen de “coherente y consistente” entre un opositor cansado de los fracasos acumulados en la oposición tradicional.
“María con ira”
Diosdado Cabello, considerado el número dos del chavismo, la llama “María con ira” y “La sayona”, un ánima del folklore venezolano que, como Machado, es de tez blanca y cabello negro y lacio.
“¡Que no se vista que no va!”, dice Cabello en un recordatorio de su inhabilitación, que se dio a conocer cuando su popularidad comenzaba a dispararse de cara a las presidenciales de 2024.
La sanción, que en principio era de 12 meses y expiró en 2016, fue extendida a 15 años el pasado 30 de junio.
“Yo nunca he recibido ni una notificación”, sostiene Machado, que descarta pelear la sanción en la justicia. “Si no hay delito, no hay procedimiento y no hay decisión, ¿Qué es lo que voy a recurrir?”.
Las inhabilitaciones están en la agenda de la mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición, que ella ha criticado pues considera que solo buscan la convivencia con el gobierno.
Para ella, lo único que hay que negociar es la “salida” de Maduro, aunque ha moderado ese discurso en los último meses.
“Es una mujer firme, valiente, de carácter muy sólido, pero muy amable”, sostiene la secretaria política de su partido Vente Venezuela, Dinorah Hernández.
“Águila no caza moscas”
Machado recorre el país en auto, las autoridades le impiden viajar en avión. Cuando su auto es detenido en retenes policiales o militares, algo frecuente, aprovecha para prometer un mejor país a los soldados. Miembros de su equipo aseguran incluso que más de un efectivo se le ha cuadrado firme en apoyo.
Con la recuperación económica, está una promesa de reencuentro familiar, tras la migración de más de 7 millones de venezolanos huyendo de la crisis.
Es una realidad que le toca directamente, pues sus hijos, que la acompañaron a votar este domingo, viven también fuera y ella tiene prohibición de salir del país. Muchas veces, una videollada es la única forma de comunicación.
“Besa su teléfono cuando recibe un mensaje o habla con ellos”, comenta su jefa de campaña, Magalli Meda.
Su inicio en la política fue en 2002 cuando creó Súmate, una organización que impulsaba un referendo para revocar a Chávez. Fue electa diputada al Parlamento en 2010, pero destituida en 2014 por asistir como “embajador alterno” de Panamá a una reunión de la OEA donde denunció supuestas violaciones a derechos humanos durante las protestas que ese año pedían “la salida” de Maduro y dejaron 40 muertos.
Se le acusó entonces de promover la violencia. El triunfo del domingo la regresa a ese 13 de enero de 2012, cuando se enfrentó a Chávez.
“Le sugiero que gane las primarias porque está fuera de ranking para debatir conmigo”, le dijo el mandatario. “Águila no caza moscas”.
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