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Jinchao “Patrick” Wei y el contramaestre Wenheng “Thomas” Zhao son acusados de entregar información de seguridad nacional a China a cambio de dinero en efectivo. Wei, de 22 años, fue acusado de conspirar para entregar información de la defensa nacional a un agente chino. A Zhao, de 26 años, se le acusa de aceptar dinero por fotos y videos de carácter sensible.
Los cargos contra los dos oficiales fueron leídos el jueves, en los que se les acusa de violar la obligación de los miembros de las fuerzas armadas de defender el país, salvaguardar los secretos y proteger a sus compañeros. Tendrán que comparecer frente a los jueces la próxima semana para los casos de detención, Wei en San Diego y Zhao en Los Ángeles. Si son encontrados culpables, podrían pasar 20 años en la cárcel.
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Wei, quien es un ciudadano naturalizado en Estados Unidos, habría sido abordado por un agente chino en febrero de 2022, mientras realizaba el proceso para recibir la ciudadanía estadounidense. Al trabajar como ayudante de maquinista en el barco USS Essex, tenía acceso a información sensible. Entregó fotos, videos, manuales técnicos y planos de la nave a cambio de miles de dólares.
El contramaestre Zhao trabajaba en la base naval de Ventura County, cerca a Los Ángeles. Un agente chino se le habría acercado en el 2021, quien le aseguró que era un investigador en busca de información para decisiones de inversión. Zhao recibió aproximadamente 15 mil dólares estadounidenses por entregar fotos y videos, así como diagramas y planos del sistema de radar ubicado en una base militar estadounidense en Okinawa, Japón.
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“Cuando un soldado o marinero escoge el dinero por encima del país y entrega información de seguridad nacional en un acto de traición, tenemos que estar listos para actuar”, afirmó el fiscal Randy Grossman.
Las autoridades estadounidenses indicaron que este caso hace parte de una estrategia de China para obtener información de las fuerzas armadas de Estados Unidos. El fiscal general adjunto, Matthew Olsen, dijo que el Departamento de Justicia haría todo lo posible por seguir detectando las amenazas de China y disuadir a quienes amenacen la seguridad nacional. La embajada de China en Washington D.C. ha negado tener intenciones de espionaje.
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