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El director de una cárcel de Ecuador, que hace dos semanas fue escenario de una masacre entre presos que se disputan el control del narcotráfico, murió el jueves en un atentado en Quito, informó el organismo estatal a cargo de las prisiones (SNAI).
El retirado coronel de la policía Santiago Loza “ha sido víctima de un mortal atentado”, señaló la entidad en un comunicado.
Loza, quien fue asesinado al estilo sicariato en una periférica vía de Quito, asumió el 9 de noviembre el cargo de director de la cárcel denominada Pichincha 1 de la capital, que alberga a unos 1.300 reos.
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Diez presos murieron el 18 del mismo mes en esa misma penitenciaría, en medio de un enfrentamiento que estalló luego del traslado de cabecillas de reclusos a una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil (suroeste).
“Repudiamos este cobarde hecho cometido en medio del proceso de transformación, que hemos emprendido como institución, para la seguridad y el control de los centros de privación de libertad”, añadió el SNAI.
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La Policía reportó que según testigos del crimen, Loza fue acribillado cuando conducía un automóvil por personas que iban en una motocicleta.
El vehículo “fue abordado por otros sujetos, los mismos que habrían producido disparos de armas de fuego”, manifestó a la prensa en general Freddy Sarzosa, jefe nacional de la Dirección de Delitos contra la Vida.
“¿Doblegado ante la criminalidad?”
Bandas vinculadas al narcotráfico sostienen una guerra por el poder dentro y fuera de las cárceles.
Más de una decena de masacres, la última en Pichincha 1, se han producido en varias penitenciarías de Ecuador desde febrero de 2021, que dejan unos 400 presos muertos. Algunas han pasado a figurar entre las peores de Latinoamérica.
Tras al asesinato de Loza, el director del SNAI, Guillermo Rodríguez, llamó a la unidad de todas las instituciones del Estado contra la delincuencia. “Hoy es el momento que todo el mundo se alinee”, expresó el funcionario en una declaración divulgada por el organismo.
“¿Queremos un país doblegado ante la criminalidad, ante el narcotráfico, ante la violencia o queremos un país que pueda tener un buen porvenir?”, agregó.
Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína, afronta un aumento de la violencia desatada por el narcotráfico, que incluye la muerte de fiscales y policías.
En 2021, el país decomisó el récord anual de 210 toneladas y en lo corrido de este año las incautaciones alcanzan unas 170 toneladas.
Más guardias
El SNAI incorporó el lunes a alrededor de 1.500 nuevos guardias penitenciarios para reforzar la vigilancia en las hacinadas cárceles ecuatorianas.
“Estamos casi duplicando los recursos humanos requeridos para un manejo profesional, serio y técnico de todos los centros de detención en el Ecuador”, dijo entonces el presidente Guillermo Lasso.
Ahora “tenemos un hacinamiento del 6% en relación con el 26% del inicio de mi gobierno”, en mayo de 2021, añadió el mandatario de derecha. Las cárceles de Ecuador tienen capacidad para unos 30.200 reos.
Ante una ofensiva de las organizaciones criminales, que a inicios de noviembre hicieron estallar coches bomba, Lasso decretó un estado de excepción en tres de las 24 provincias ecuatorianas que son las más golpeadas por la violencia.
Esa medida, que se extenderá hasta mediados de diciembre, permitió al gobierno movilizar a los militares a las calles de las provincias de Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas (con seis de los 18 millones de habitantes de la nación) y ordenar un toque de queda nocturno.