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Los jóvenes chilenos, protagonistas de las manifestaciones que estallaron hace dos años en reclamo de igualdad social, están aterrados frente al triunfo en primera vuelta del ultraderechista José Antonio Kast. Aunque muchos no votaron, aseguran que en el balotaje apoyarán al izquierdista Gabriel Boric.
Sebastián Miranda optó por no votar en la elección presidencial del domingo para quedarse en Santiago y acompañar a su pareja a sufragar, en lugar de trasladarse a la región de O’Higgins, a unos 90 km de la capital, donde está inscrito.
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“Los candidatos dejan mucho que desear, ninguno me representa”, contó este lunes Miranda, de 32 años, que administra una empresa privada. Tras conocer los resultados de la elección, en la que Kast (27,91 %) disputará el 19 de diciembre un balotaje con Boric (25,83 %), sintió que había cometido un error. “Que haya ganado Kast me hizo sentir mal. Me sentí súper responsable de no haber ido a votar. Le dije a Nico (su pareja): ‘¡Qué hice Nico, qué hice!’”, aseveró.
“Tenemos miedo de que gane el candidato Republicano”, dice por su parte Natalia, una dentista de 30 años, que se declara decepcionada de que tanta gente haya votado por el ultraderechista.
La elección del domingo tuvo una participación del 47 % del padrón electoral, de cerca de 15 millones de personas. Para los analistas, ese porcentaje va en línea con la historia de abstención que registra Chile, al menos desde el 2012, cuando comenzó a regir el voto voluntario.
Desde ese año, el mayor porcentaje de votación fue de 49,2 % en el plebiscito que aprobó con 78 % de los votos la opción de redactar una nueva Constitución en remplazo de la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que aún rige al país.
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Espejismo
Las largas filas que se vieron en los locales de votación durante toda la jornada dieron la impresión de una participación masiva, con una alta concurrencia de jóvenes. “Pese a que en la votación se vieron largas filas, eso fue un espejismo. El voto joven no se comportó homogéneamente en esta elección”, dijo Vicente Inostroza, de 27 años, analista político de la Universidad Diego Portales. “Llama la atención la baja participación rural y que a mayor nivel socioeconómico es mayor la participación electoral”, agregó.
La ausencia de los jóvenes contrastó con el compromiso que mostraron en las calles durante las protestas que estallaron en octubre de 2019, que comenzaron con evasiones masivas en el pago del pasaje del Metro por parte de estudiantes de secundaria, que pusieron en jaque al gobierno del conservador Sebastián Piñera.
“Hay un porcentaje de los jóvenes que no se sienten identificados con ninguno de los dos lados, ni derecha ni izquierda, y ninguno de los candidatos ha sabido aprovechar el voto de los jóvenes”, afirmó por su lado Pablo González, profesor universitario de 28 años. “Que haya ganado Kast me hace sentir que vivo en una burbuja. Con base en mis redes sociales, el resultado debió haber sido otro, pero cuando me enfrenté a la realidad me di cuenta de que lo que ocurre en mis redes sociales no está pasando en el resto del país”, agregó.
“Tengo demasiado miedo”
Kast, un abogado de 55 años, contrario al aborto y al matrimonio igualitario, se ubica en las antípodas políticas de Boric, un diputado de 35 años, la edad mínima para postularse a la Presidencia de Chile, que propone reemplazar el modelo neoliberal de Chile por un Estado de bienestar.
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Según Inostroza, “ahora tienen la misión de convocar a la población que no fue a votar y al que votó por otros candidatos, especialmente Franco Parisi”, un economista populista que logró un sorpresivo tercer lugar, pese a hacer toda su campaña desde Estados Unidos a través de las redes sociales.
A diferencia de la primera vuelta, los jóvenes afirman que acudirán a votar en el balotaje, mayoritariamente por Boric.
“A mí no me gusta ninguno de los dos candidatos, pero hay una diferencia valórica que tengo con Kast, tengo demasiado miedo que salga, pueden venirse cosas terribles”, dice González. “Kast representa un mundo conservador, antiguo, muy atado a los ideales religiosos y a sus políticas en contra de las minorías”, valoró de su lago Miranda.
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