“La gente no puede llegar a los centros de salud”: coordinador de MSF en Haití
James Gana le contó a El Espectador las principales dificultades sanitarias en medio del estado de emergencia y la espiral violenta que azota al país caribeño. Falta de insumos, dificultades para llegar a los centros de atención y ataques contra estos, entre lo más crítico.
Juliana Castellanos
La situación de inseguridad generalizada en Haití obstaculiza seriamente las operaciones médicas; durante las últimas semanas, la situación ha sido más severa. En Puerto Príncipe, la capital, solo un hospital público quedó en funcionamiento y los médicos están preocupados de que la situación siga empeorando. El Espectador habló con James Gana, doctor de Médicos Sin Fronteras, quien en esta entrevista contó su experiencia allá.
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La situación de inseguridad generalizada en Haití obstaculiza seriamente las operaciones médicas; durante las últimas semanas, la situación ha sido más severa. En Puerto Príncipe, la capital, solo un hospital público quedó en funcionamiento y los médicos están preocupados de que la situación siga empeorando. El Espectador habló con James Gana, doctor de Médicos Sin Fronteras, quien en esta entrevista contó su experiencia allá.
¿Hace cuánto está en Haití? ¿Cómo ha visto el deterioro o la transformación de la situación en el último tiempo?
Yo llegué hace ocho semanas y voy a estar por seis meses. En las últimas semanas ya la situación estaba delicada, pero desde el 29 de febrero es realmente crítica. Así que en las ocho semanas que he estado acá, realmente, la situación ha ido de mal en peor.
¿Es la primera vez que está en un destino con esta situación de violencia?
No, he estado en otros contextos. He estado en Yemen, Sierra Leona, Guinea y ahora acá en Haití. Así que siempre he estado en diferentes contextos, pero sí, es la primera vez que veo una situación de salud tan aguda y crítica.
¿Antes de llegar, sabía qué estaba pasando o fue como un choque con la realidad?
Nosotros tenemos briefings con muchos detalles, pero la situación de las últimas dos semanas creo que nadie la esperaba así.
¿Cuál es el principal temor de ustedes como profesionales de la salud?
En general, la situación del sistema. Los hospitales públicos más grandes están cerrados. Desde antes ya estaban en proceso de deterioro y no podían ofrecer la atención médica gratuita, después no tenían realmente suministros adecuados de medicamentos ni equipamiento médico. Pero, ahora, en las últimas dos semanas, lo que estamos viendo es que están cerrados, así que es muy delicado.
Tenemos ocho actividades médicas en Puerto Príncipe y los alrededores. Hemos visto un aumento de trauma violento en los últimos días. Lo que estamos viendo ahora son personas que llegan a la instalación de salud después de 12 horas de haber recibido un tiro porque no tienen forma de llegar a los centros de salud. Nos preocupa que no hay acceso para llegar a los centros de atención médica y además están cerrados, porque no es lo más seguro estar circulando por la calle.
¿De dónde provienen los recursos para financiar el centro de salud?
Si estamos hablando de los centros públicos, de los hospitales públicos, esto viene normalmente del Ministerio de Salud. Pero allá también están afectados porque no tienen los recursos humanos suficientes, luego no tienen medicamentos suficientes y después las cosas básicas, como la gasolina para los generadores.
¿Qué tipo de ayuda requieren para el funcionamiento del hospital y otras labores humanitarias?
Lo primero son todos los suministros, pues nuestro hospital recibe por vía aérea y marítima, y tenemos el aeropuerto cerrado y el acceso al puerto muy delicado. Así que estamos preocupados por los suministros de medicamentos, equipaje médico y de especialistas que debemos llamar para ayudarnos. Lo segundo es que tenemos pacientes que tienen accidentes, sufren violencia de trauma o emergencias médicas, pero la gente no puede llegar a los centros de salud. Y la tercera es el respeto por las instalaciones médicas, por eso cerraron muchas, porque había enfrentamientos cerca de los hospitales, así que tenían que cerrar porque el personal no se sentía cómodo para llegar a dar el servicio.
Estamos llamando a la comunidad internacional, porque acá hay muchas necesidades de salud y la respuesta es insuficiente. El asunto del agua, en cantidad y calidad suficiente, es un problema intenso. Si estamos hablando de gestión de desechos, también es una cosa increíble. Desde el punto de vista de violencia basada en género, tenemos acá un proyecto que abrió en 2022, y en lo que vamos de este año hemos atendido 2.600 casos, pero en el 2023 vimos más de 4.000 casos. Estamos preocupados de qué pasará cuando la gente se sienta segura de salir a la calle para venir.
¿Cómo se debe estructurar la ayuda internacional para que tenga éxito?
Se debe tener en cuenta que una solución no viene de parte internacional. Debemos tener realmente la colaboración con las partes nacionales y creo que eso es algo que no siempre lo tenemos en cuenta, pero es un requisito para el éxito.
¿Ustedes como personal cómo están?
Tenemos acá un equipo valiente porque es muy difícil de llegar al centro. Estamos tratando de apoyar lo más que podemos en organizar transporte desde la casa [del personal médico] para estar acá por [turnos de] 24 horas. No es fácil estar afuera de las instalaciones, pero estamos bien, motivados y estamos acá para brindar atención médica.
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