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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenó este viernes romper relaciones con Ecuador luego de que policías ecuatorianos irrumpieran en la embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo.
Es “una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México (...) he instruido a nuestra canciller que (...) proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”, escribió el mandatario en la red social X.
Me acaba de informar Alicia Bárcena, nuestra secretaria de Relaciones Exteriores que policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al exvicepresidente de ese país quien se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso…
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 6, 2024
Minutos después, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, confirmó la suspensión de las relaciones con Quito.
En consultas con el pdte. López Obrador, ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador.
— Alicia Bárcena (@aliciabarcena) April 6, 2024
El Gobierno de Ecuador confirmó en la misma noche la detención de Jorge Glas en una operación policial en la Embajada de México en Quito, donde se encontraba el exvicepresidente desde diciembre pasado y a quien hoy el Gobierno mexicano le concedió el asilo.
“El Bloque de Seguridad detiene a Jorge Glas”, señaló el Gobierno en un mensaje por redes sociales.
La medida de asilo fue rechazada por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, al considerar que no se trata de un perseguido político.
La Cancillería ecuatoriana, que ya había rechazado otra concesión de asilo en diciembre pasado, cuando Glas solicitó ese beneficio tras refugiarse en la embajada de México en Quito, apeló a convenciones internacionales para reiterar que el exvicepresidente ha sido condenado por delitos comunes y que, por ello, debería someterse a la justicia ordinaria de su país.
Agregó que en Ecuador “no se persigue a persona alguna por motivos de raza, religión, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, en acatamiento a la Constitución, a los instrumentos internacionales de derechos humanos y las leyes de la República”.
Glas, que fue vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), estuvo en la cárcel entre 2017 y 2022 por casos de asociación ilícita y cohecho, aunque reivindicó su inocencia luego de que la Justicia de Brasil anulara pruebas del entramado de corrupción de la constructora Oderbrecht que apuntaban contra él.
El exvicepresidente recuperó la libertad en 2022, pero la Fiscalía de Ecuador ordenó en diciembre pasado su localización y detención por estar inmerso en una investigación de supuesta malversación de fondos en la reconstrucción de una provincia afectada por un terremoto en 2016.
Glas logró evitar la detención al refugiarse en la Embajada de México en Quito, donde fue acogido como “huésped” hasta que se resolviera el trámite sobre su petición de asilo.
El aumento de las tensiones
Las relaciones entre ambos países se habían tensado en las últimas horas a partir de unas declaraciones del presidente López Obrador.
Ecuador había pedido el jueves a la embajadora de México en Quito abandonar el país al declararla “persona non grata”, tras las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las últimas elecciones ecuatorianas en las que fue asesinado un candidato.
El gobierno consideró “muy desafortunadas” las declaraciones del mandatario mexicano cuando cuestionó la supuesta manipulación de los medios de comunicación para “crear un ambiente enrarecido de violencia” que, según él, terminó afectando a la candidata izquierdista Luisa González, rival del actual presidente Daniel Noboa.
El miércoles López Obrador aseguró que en las elecciones de Ecuador, el magnicidio del centrista Fernando Villavicencio en agosto hizo que cayera la intención de voto de González, que lideraba las encuestas.
Ella “queda después de este asesinato como sospechosa, sigue haciendo campaña en circunstancias, considero, muy difíciles porque imagínense a todos los medios, pero ella sigue y sigue y sigue”, dijo el presidente de izquierda.
Una “segunda etapa”, según el mandatario mexicano, fue “crear un ambiente enrarecido de violencia, al grado que van los candidatos —y esto lo difunden todos los medios— con chalecos (antibalas) a los debates, pero todo armado” por la prensa.
La primera vuelta de los comicios en agosto de 2023 y el balotaje en octubre se desarrollaron bajo un clima de miedo por la arremetida de bandas narco.
“Pues no ganó la candidata (González) y lo más lamentable es que continúa la violencia”, insistió.
Tras este episodio, López Obrador había descartado en la mañana de este viernes romper relaciones con Ecuador o expulsar a su embajador. Sin embargo, la irrupción en la embajada cambió el panorama y produjo la tajante respuesta.
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