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El domingo 10 de abril, México votará un referéndum revocatorio con el que se le preguntará a los ciudadanos si están de acuerdo con que Andrés Manuel López Obrador siga ejerciendo sus funciones como presidente. Esta es la primera vez que los mexicanos tienen la potestad de decidir remover o no del cargo a la cabeza del Ejecutivo. Ahora bien, la cuestión está en que Morena, el partido gobernante, y el mismo AMLO lo apoyan y lo consideran una vía para ratificar su poder, mientras que no se ven intenciones populares de, realmente, apartarlo del Palacio Nacional.
En BBC Mundo se lee que hay quienes creen que esta consulta no es necesaria, pues consideran que detrás hay una intención de reafirmar la imagen del candidato, por lo que se espera que la jornada del fin de semana esté marcada por quienes usarán el voto para mantener a López Obrador en el poder y por quienes se abstengan de participar. Es más, una campaña a favor del referéndum no se ha hecho notar.
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“En este contexto, la atención no está en el resultado, sino en la participación”, dijo Jorge Buendía, director de la encuestadora Buendía & Márquez, durante una presentación el miércoles a la que la DW asistió. Buendía calcula que la participación oscilará entre el 15 y el 20 %, muy lejos del 40 % que se necesita para que el resultado del referéndum sea vinculante. En esa misma línea, Luis Carlos Ugalde, expresidente del Instituto Federal Electoral mexicano, le dijo a la BBC Mundo que López Obrador “sabe que el referéndum no le va a costar la presidencia. Aunque contaba con que habría muchos partidos promoviendo la opción de que se fuera y eso le iba a dar gasolina para hacer un pleito nacional, casi nadie ha promovido ese voto”.
Además, la popularidad de la que goza el mandatario dificulta, aún más, un resultado a favor del sí. Según un sondeo de Consulta Mitofsky, publicado en la primera semana de abril, su aprobación es del 60,4 %. Ahora bien, una encuesta publicada el 4 de abril por el diario El Financiero ubica el respaldo en un 57 %. “Es por eso que esta consulta es innecesaria en este momento, porque tenemos un presidente popular y un país estable. No veo para qué usar un instrumento hecho para situaciones de crisis y para ser usado por quienes han perdido la confianza en el presidente y quieren removerlo”, agregó Ugalde a la BBC Mundo.
El referéndum ha despertado diferentes lecturas. Por ejemplo, Stephanie Brewer, directora para México del Washington Office on Latin America, dijo en entrevista en DW que esta iniciativa “tiene el objetivo de “medir la fuerza de Morena y de sus candidatos de cara a las próximas elecciones regionales en junio. Quieren ver en qué estados es alta la participación y quiénes son los operadores políticos que pueden movilizar a la gente.”
Ahora bien, México no atraviesa momentos fáciles. Como se lee en The Guardian, el presidente ha sido acusado, repetidamente, de una respuesta arrogante a la pandemia, que ha cobrado la vida de unos 323.000 mexicanos. Además, los índices de violencia son alarmantes: este año, el país alcanzó el total de 100,000 personas desaparecidas en la guerra contra las drogas.
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