“Mi hijo no era violento”, dice madre de Salvador Ramos, autor del tiroteo en Texas
Parientes y conocidos de Salvador Ramos, a quien se le atribuye la masacre de 22 personas en Texas, hablan sobre él. Aunque para su madre, el tiroteo fue totalmente inesperado, según describen los demás, Ramos ya exhibía síntomas preocupantes.
“Mi hijo no era violento” dijo Adriana Reyes, madre de Salvador Ramos, autor del tiroteo que dejó 17 heridos y 22 muertos (contado él mismo) en una escuela primaria de Uvalde, Texas. “Estoy rezando por todos esos niños inocentes” dijo Reyes al noticiero ABC desde el hospital donde se recupera su madre, Cecilia González, luego de que su nieto le disparara en la cara antes de cometer la masacre.
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“Mi hijo no era violento” dijo Adriana Reyes, madre de Salvador Ramos, autor del tiroteo que dejó 17 heridos y 22 muertos (contado él mismo) en una escuela primaria de Uvalde, Texas. “Estoy rezando por todos esos niños inocentes” dijo Reyes al noticiero ABC desde el hospital donde se recupera su madre, Cecilia González, luego de que su nieto le disparara en la cara antes de cometer la masacre.
Aunque en las primeras versiones de los medios de comunicación se dijo que Salvador Ramos tenía mala relación con su mamá, Adriana Reyes lo negó. Eso sí, aclaró que su hijo podía ser una persona muy agresiva cuando peleaba. El testimonio de Reyes se contradice con el de su pareja, Juan Álvarez, quien afirmó que Salvador Ramos frecuentemente peleaba con su madre. Álvarez dijo, incluso, que Salvador se fue de la casa de su mamá a vivir con su abuela luego de una pelea por el WiFi. Este testimonio fue respaldado por una vecina, quien dijo también a NBC que eran frecuentes los alborotos en la casa de Salvador Ramos.
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Rolando Reyes, abuelo del atacante, también le dijo a ABC que no sabía que su nieto había adquirido dos rifles AR-15 y que, de haberlo sabido, lo habría denunciado. Rolando Reyes también contó que Salvador Ramos trabajaba en la cadena Wendy’s y había dejado la escuela hacía un año. Según contó Mía, prima de Salvador, al Washington Post, su primo dejó el colegio porque allí sufría bullying.
Sin embargo, según le contó Grace Cruz, excompañera de trabajo de Ramos, al diario The Sun, Salvador había dejado de trabajar en Wendy’s hace dos semanas. El mismo Salvador le contó a sus compañeros que con su sueldo planeaba comprar pistolas y munición. Una vez ahorró lo suficiente, renunció.
Adrián Mendes, gerente del restaurante donde trabajó Ramos, le dijo a CNN que Salvador Ramos era una persona muy solitaria que poco socializaba con sus compañeros de trabajo. Además, otras de sus compañeras afirman que él frecuentemente les enviaba mensajes de texto inapropiados, que era grosero y que en dos ocasiones estuvieron a punto de despedirlo por sus malos tratos.
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Minutos antes de la masacre, el joven de 18 años envió una serie de mensajes privados a una adolescente alemana con la que hacía pocas semanas había entablado una amistad a través de la aplicación Yubo. Ramos, quien desde días atrás le decía que planeaba visitarla en Alemania, le dijo ese martes que tenía un secreto por contarle. Según publicó CNN, sus mensajes inicialmente no fueron claros, pero luego de enviarle fotos de sus armas y municiones, le contó que le había disparado a su abuela y que ahora iría a disparar en una escuela primaria.
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