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La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, autorizó la elaboración y venta de medicamentos derivados del cannabis.
Bachelet firmó un decreto que fue visado por la Contraloría el 1 de diciembre y difundido en las últimas horas que establece que el Instituto de Salud Pública "podrá autorizar y controlar el uso de cannabis, resina de cannabis y tinturas de cannabis para la elaboración de productos farmacéuticos de uso humano".
El decreto, que abre la puerta para que la marihuana salga de la lista de drogas duras, añade que los medicamentos derivados de esa planta "podrán expandirse al público en farmacias o laboratorios mediante receta médica retenida con control de existencia".
La marihuana se encuentra actualmente en la lista 1 de drogas duras, lo que supone que su cultivo y porte está penalizado con condenas que van de los cinco a los diez años de cárcel.
El Parlamento chileno está tramitando un proyecto de ley para despenalizar el cultivo personal de la marihuana para uso medicinal y recreativo.
El proyecto, resultado de una moción parlamentaria de un grupo transversal de diputados, autoriza el cultivo de hasta seis plantas por domicilio, su consumo terapéutico con prescripción médica y el porte de un máximo de 10 gramos para consumo privado sin autorización previa.
El Gobierno, sin embargo, propone reducir a 2 gramos el porte para consumo privado y una planta para el autocultivo.
El consumo de marihuana ha sido un tema de debate estas últimas semanas a raíz de la decisión de un tribunal de familia de prohibir a una madre amamantar a su hija recién nacida y restringirle las visitas por haber reconocido que consumió cannabis una semana antes del parto.
La madre argumentaba que lo hizo para calmar el dolor en un brazo y finalmente los tribunales suspendieron el pasado 1 de diciembre la orden que la separó de su bebé.