Migrantes: no se desesperen, a todos les llegará su documento
El Movistar Arena fue testigo de algo histórico esta semana: la primera entrega masiva de documentos para una población migrante que les permitirán a decenas de miles integrarse a un país de acogida. Es un paso emocionante, pero lleno de retos.
Camilo Gómez Forero
-¿Y esta fila para qué es?
La pregunta la hacía un ciudadano venezolano, invadido por la curiosidad. Hay algo en las filas que capta de inmediato la atención del latino: “¿Y esa fila para qué será?”, se preguntan siempre las personas apenas ven una cola. Reconociendo ese fisgoneo tan característico de nosotros, no fue sorpresa que muchos se acercaran a preguntar esta semana qué estaba pasando en el Movistar Arena en Bogotá, donde se veían miles de asistentes, pero ni el más remoto signo de un concierto.
-Es la fila para el proceso de regularización de migrantes, le contestaron a la pregunta.
-Uy, ¿cómo así?, ¿yo tengo que hacer eso? Yo no sabía, no lo he hecho- replicó el venezolano.
Migración Colombia, en compañía de entidades distritales y nacionales- y con la ayuda significativa de un puñado de donantes y organizaciones internacionales, llevó a cabo esta semana una labor titánica que merece amplio reconocimiento: la primera entrega masiva de documentos del Estatuto Temporal de Protección (ETP) para migrantes venezolanos en un escenario de eventos de gran envergadura, como lo es el Movistar Arena. Esto, como dijo el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, en la tarima del escenario, “no se ha logrado en ningún país del mundo”.
Y es que Colombia -y como colombianos no nos podemos cansar de repetirlo- ha respondido de una manera loable al desafío migratorio. Ningún país ha tratado de aprovechar la migración de manera positiva como lo hemos hecho nosotros, abrazando los beneficios económicos y sociales que brinda la migración, a la vez que reconocemos y asumimos también los retos en otras materias, como seguridad y salud.
En febrero de 2021, el gobierno del presidente Iván Duque anunció que Colombia crearía un Estatuto de Protección Temporal para los cerca de dos millones de personas que han llegado al país desde Venezuela. Este mecanismo otorgaría un documento de identificación para la población migrante venezolana que se ha establecido en Colombia con el fin de brindarles beneficios a esta, pero también para tener un control sobre esta y así darles un parte de tranquilidad a los colombianos.
Dicho documento, después de un arduo trabajo de meses, comenzó a entregarse físicamente desde octubre del año pasado. Ahora, para agilizar el proceso de entrega, se han establecido puntos masivos para que la población migrante reclame su ETP y acceda así a todos los beneficios y las responsabilidades que este trae. Sin embargo, mientras acompañamos dicho proceso en el Movistar Arena esta semana, identificamos por lo menos tres grandes problemas.
El primero es la falta de información. Como el venezolano que se acercó a preguntar para qué era la fila, miles de migrantes desconocen todavía que hay un proceso para que puedan regularizarse y de esta manera acceder a beneficios como afiliarse a servicios de salud, acceder a créditos, aplicar a empleos formales e incorporarse al Sistema General de Seguridad Social, entre otras cosas. Pese a los esfuerzos que hay por comunicar la existencia de este Estatuto, nos queda claro que hay que continuar haciendo campañas pedagógicas, de todas las formas posibles, sobre el funcionamiento y los beneficios de este Estatuto, pues no todo el mundo está enterado de esta oferta.
El segundo problema es la desinformación. Por un lado, observamos que había migrantes en la fila con mucho miedo, pues creían que el proceso de regularización terminaba el 30 de enero, es decir, este fin de semana. Eso no es cierto. Lo que termina es la jornada especial que se hizo en el Movistar Arena, donde se entregaron documentos para quienes ya habían hecho el proceso y se prestó asesoría para quienes aún no han comenzado con el trámite.
Ante esa desinformación, dejemos claro algo: el proceso, que inicia con el Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV), se encuentra abierto y permanecerá así hasta el 28 de mayo de 2022. Así que si usted es parte de la población migrante que aún no se ha acogido a este Estatuto, o conoce a alguien en esta condición, está a tiempo de hacerlo y de comunicar la urgencia o la necesidad de aplicar a este proceso.
Por otro lado, hay que aclarar que la entrega de documentos continuará en puntos como los Supercade. Los funcionarios de Migración Colombia nos comentaron que puede haber más jornadas masivas de entrega de documentos en los próximos meses no solo en Bogotá, sino en otras ciudades del país. Lamentablemente, el Movistar Arena no podía seguir prestándose para esta labor, pues además de tener una agenda de compromisos culturales, resulta muy costoso para el Gobierno alquilarlo todas las semanas.
El tercer y último problema que observamos es el más sensible de todos: las brechas y malentendidos en la comunicación. Pese a las continuas jornadas de pedagogía sobre el Estatuto, hay cosas que todavía parecen no estar claras. Nosotros hicimos el ejercicio de hacer fila para sacar nuestro ETP como si nunca hubiéramos sabido del proceso. Podemos decir que sería una tarea más sencilla si escuchamos con atención las instrucciones, así que vamos a repasarlas.
¿A quién le sirve?
Primero lo primero: ¿quiénes pueden acogerse al ETP? Fue sin duda uno de los errores más comunes que vimos en las filas del Movistar Arena. El Gobierno Nacional fue claro al indicar que, para acogerse al Estatuto, la población migrante interesada debe demostrar que se encontraba en Colombia antes del 31 de enero de 2021. Quienes hayan llegado al país después de esa fecha podrán acogerse al proceso si entraron al país sellando su pasaporte. Si no cumplen con estas condiciones no podrán acogerse al Estatuto.
¿Qué hay que hacer?
Ahora, con los requisitos primarios claros, hay tres fases en este proceso que el Gobierno de manera muy pedagógica ha presentado con los colores de la bandera colombiana. La primera fase, del color amarillo, es en la que hacemos un prerregistro en la página web de Migración Colombia. Basta con que digitemos “Visibles Migración Colombia” o “Prerregistro Estatuto Temporal” en el buscador de internet para que nos lleve a la página del Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV), donde nos pedirán diligenciar un formulario con nuestros datos básicos. Si no contamos con acceso a internet, los puntos de Migración Colombia pueden prestar ayuda para completar este paso.
Fue en la fase amarilla donde identificamos el problema de comprensión más común en todo el proceso: la prueba sumaria. En ese prerregistro se nos pide demostrar con un documento (la prueba sumaria) que nos encontrábamos en Colombia antes del 31 de enero de 2021. Esto puede ser mediante un contrato de arrendamiento notariado, un certificado laboral, un certificado de una ONG legalmente constituida en Colombia, una declaración extrajudicial notariada, una historia clínica o una constancia escolar. No puede ser una factura de compra, una tirilla de una transferencia bancaria o un pasaje terrestre: estas últimas no prueban que estaban en el país antes de la fecha. Muchas personas migrantes se acercaban a la fila sin tener la prueba sumaria, lo que no solo era un impedimento para iniciar su proceso, sino que también ralentizaba los procesos de los demás.
También observamos otra contrariedad: en Venezuela, el lenguaje tecnológico o digital está en muy mal estado. Decenas de personas migrantes desconocen los términos como “PDF (formato de documento portátil)”. Así que cuando se les pide que suban un documento a la plataforma con este formato es como si les estuviéramos hablando en ruso. Esto, sumado a que muchos no tienen acceso a internet para realizar el proceso o para mantenerse al tanto de cómo va su trámite, dificulta mucho más la tarea.
Migración Colombia, que trabaja solucionando este tipo de contrariedades sobre la marcha, también habilitó un punto de atención para asesoría en el prerregistro. Sin embargo, los funcionarios de esta entidad, así como miembros de organizaciones de la sociedad civil que acompañan el proceso, nos comentaron que la población migrante llega sin correo electrónico o sin saber qué es esto y para qué sirve.
Acá es cuando se forman los inconvenientes y se ralentiza más el proceso: Migración Colombia ya tiene que habilitar un punto para la entrega de documentos, otro más para asesorar el prerregistro, otro para la toma de fotografías y huellas, y además tendría que montar otro para crearles los correos a personas que no tienen y ayudarlos a convertir sus documentos a PDF. Con los recursos actuales, es imposible para la entidad prestar solución a todo, aunque se ha intentado hacerlo.
Superadas esas contrariedades de la primera fase, a las que Migración busca soluciones como puede, el resto del proceso es relativamente sencillo. En el color azul, la segunda etapa de nuestro trámite, debemos asistir a uno de los puntos habilitados por Migración para el registro biométrico. Acá nos tomarán una fotografía y nuestras huellas. En el Movistar Arena se puede hacer esto inmediatamente después de haber completado con la fase de color amarillo. Después de una breve fila nos despecharán y tendremos que esperar 90 días para que nos digan si nuestro permiso fue aprobado o no. En este tiempo las autoridades nacionales revisan los antecedentes de los solicitantes con el fin de tener control sobre quién está en el país. A aquellos con antecedentes judiciales no se les aprobará el permiso.
El color rojo representa la tercera y última fase de nuestro proceso. Luego de los 90 días hábiles, los funcionarios de Migración Colombia nos citarán para recoger nuestro documento en alguno de los puntos habilitados. Luego de esto habremos completado la bandera colombiana y el trámite como tal. Observamos en el Movistar Arena que quienes llegaban solo a recoger su documento salían en cuestión de minutos con una sonrisa, tranquilidad y mucho agradecimiento por los esfuerzos que estaban haciendo los colombianos para integrarlos.
Este último es el paso más sencillo, y así podría ser todo el proceso si la población migrante escucha con atención y si la comunidad receptora brinda ayuda como le sea posible. No fue para nosotros una sorpresa descubrir que muchas personas llegaban de afán a hacer este trámite sobre la hora de cierre, pues debían escaparse de sus jornadas laborales para trasladarse hasta este punto. Si es jefe de alguna persona migrante que necesita este trámite, puede darle media jornada libre para que vaya a cumplir con esta diligencia. Él o ella se lo agradecerá. Y, en caso de que le comunique que no logró terminar el trámite y necesita otra media jornada, sea receptivo con esa solicitud. Trate de entender que es un proceso para muchas personas nuevo y complicado, que hay decenas haciendo fila y poco personal para atenderles a tiempo, así que a veces pueden no alcanzar a completar el proceso y necesitan más tiempo.
Al terminar 2021, Migración Colombia dio un primer gran balance sobre el proceso de registro y biometría del Estatuto. Un total de 1.647.118 venezolanos finalizaron la primera etapa y 948.533 terminaron la segunda. La entidad había aprobado para el 31 de diciembre de 2021 más de 450.000 documentos y esta semana dijo que ya se han podido entregar 200.000 y que 323.000 ya están impresos y listos para entregarse. Esta semana se esperaban entregar 40.000 permisos con las jornadas masivas en el Movistar Arena. El ejercicio fue exitoso y dejó tanto a funcionarios de Migración como a los migrantes con ganas de más jornadas de este tipo. Juan Francisco Espinosa se mostró emocionado por lo que estaba viviendo el país y le pidió a la población migrante paciencia. “A todos les llegará su documento”, dijo.
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-¿Y esta fila para qué es?
La pregunta la hacía un ciudadano venezolano, invadido por la curiosidad. Hay algo en las filas que capta de inmediato la atención del latino: “¿Y esa fila para qué será?”, se preguntan siempre las personas apenas ven una cola. Reconociendo ese fisgoneo tan característico de nosotros, no fue sorpresa que muchos se acercaran a preguntar esta semana qué estaba pasando en el Movistar Arena en Bogotá, donde se veían miles de asistentes, pero ni el más remoto signo de un concierto.
-Es la fila para el proceso de regularización de migrantes, le contestaron a la pregunta.
-Uy, ¿cómo así?, ¿yo tengo que hacer eso? Yo no sabía, no lo he hecho- replicó el venezolano.
Migración Colombia, en compañía de entidades distritales y nacionales- y con la ayuda significativa de un puñado de donantes y organizaciones internacionales, llevó a cabo esta semana una labor titánica que merece amplio reconocimiento: la primera entrega masiva de documentos del Estatuto Temporal de Protección (ETP) para migrantes venezolanos en un escenario de eventos de gran envergadura, como lo es el Movistar Arena. Esto, como dijo el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, en la tarima del escenario, “no se ha logrado en ningún país del mundo”.
Y es que Colombia -y como colombianos no nos podemos cansar de repetirlo- ha respondido de una manera loable al desafío migratorio. Ningún país ha tratado de aprovechar la migración de manera positiva como lo hemos hecho nosotros, abrazando los beneficios económicos y sociales que brinda la migración, a la vez que reconocemos y asumimos también los retos en otras materias, como seguridad y salud.
En febrero de 2021, el gobierno del presidente Iván Duque anunció que Colombia crearía un Estatuto de Protección Temporal para los cerca de dos millones de personas que han llegado al país desde Venezuela. Este mecanismo otorgaría un documento de identificación para la población migrante venezolana que se ha establecido en Colombia con el fin de brindarles beneficios a esta, pero también para tener un control sobre esta y así darles un parte de tranquilidad a los colombianos.
Dicho documento, después de un arduo trabajo de meses, comenzó a entregarse físicamente desde octubre del año pasado. Ahora, para agilizar el proceso de entrega, se han establecido puntos masivos para que la población migrante reclame su ETP y acceda así a todos los beneficios y las responsabilidades que este trae. Sin embargo, mientras acompañamos dicho proceso en el Movistar Arena esta semana, identificamos por lo menos tres grandes problemas.
El primero es la falta de información. Como el venezolano que se acercó a preguntar para qué era la fila, miles de migrantes desconocen todavía que hay un proceso para que puedan regularizarse y de esta manera acceder a beneficios como afiliarse a servicios de salud, acceder a créditos, aplicar a empleos formales e incorporarse al Sistema General de Seguridad Social, entre otras cosas. Pese a los esfuerzos que hay por comunicar la existencia de este Estatuto, nos queda claro que hay que continuar haciendo campañas pedagógicas, de todas las formas posibles, sobre el funcionamiento y los beneficios de este Estatuto, pues no todo el mundo está enterado de esta oferta.
El segundo problema es la desinformación. Por un lado, observamos que había migrantes en la fila con mucho miedo, pues creían que el proceso de regularización terminaba el 30 de enero, es decir, este fin de semana. Eso no es cierto. Lo que termina es la jornada especial que se hizo en el Movistar Arena, donde se entregaron documentos para quienes ya habían hecho el proceso y se prestó asesoría para quienes aún no han comenzado con el trámite.
Ante esa desinformación, dejemos claro algo: el proceso, que inicia con el Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV), se encuentra abierto y permanecerá así hasta el 28 de mayo de 2022. Así que si usted es parte de la población migrante que aún no se ha acogido a este Estatuto, o conoce a alguien en esta condición, está a tiempo de hacerlo y de comunicar la urgencia o la necesidad de aplicar a este proceso.
Por otro lado, hay que aclarar que la entrega de documentos continuará en puntos como los Supercade. Los funcionarios de Migración Colombia nos comentaron que puede haber más jornadas masivas de entrega de documentos en los próximos meses no solo en Bogotá, sino en otras ciudades del país. Lamentablemente, el Movistar Arena no podía seguir prestándose para esta labor, pues además de tener una agenda de compromisos culturales, resulta muy costoso para el Gobierno alquilarlo todas las semanas.
El tercer y último problema que observamos es el más sensible de todos: las brechas y malentendidos en la comunicación. Pese a las continuas jornadas de pedagogía sobre el Estatuto, hay cosas que todavía parecen no estar claras. Nosotros hicimos el ejercicio de hacer fila para sacar nuestro ETP como si nunca hubiéramos sabido del proceso. Podemos decir que sería una tarea más sencilla si escuchamos con atención las instrucciones, así que vamos a repasarlas.
¿A quién le sirve?
Primero lo primero: ¿quiénes pueden acogerse al ETP? Fue sin duda uno de los errores más comunes que vimos en las filas del Movistar Arena. El Gobierno Nacional fue claro al indicar que, para acogerse al Estatuto, la población migrante interesada debe demostrar que se encontraba en Colombia antes del 31 de enero de 2021. Quienes hayan llegado al país después de esa fecha podrán acogerse al proceso si entraron al país sellando su pasaporte. Si no cumplen con estas condiciones no podrán acogerse al Estatuto.
¿Qué hay que hacer?
Ahora, con los requisitos primarios claros, hay tres fases en este proceso que el Gobierno de manera muy pedagógica ha presentado con los colores de la bandera colombiana. La primera fase, del color amarillo, es en la que hacemos un prerregistro en la página web de Migración Colombia. Basta con que digitemos “Visibles Migración Colombia” o “Prerregistro Estatuto Temporal” en el buscador de internet para que nos lleve a la página del Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV), donde nos pedirán diligenciar un formulario con nuestros datos básicos. Si no contamos con acceso a internet, los puntos de Migración Colombia pueden prestar ayuda para completar este paso.
Fue en la fase amarilla donde identificamos el problema de comprensión más común en todo el proceso: la prueba sumaria. En ese prerregistro se nos pide demostrar con un documento (la prueba sumaria) que nos encontrábamos en Colombia antes del 31 de enero de 2021. Esto puede ser mediante un contrato de arrendamiento notariado, un certificado laboral, un certificado de una ONG legalmente constituida en Colombia, una declaración extrajudicial notariada, una historia clínica o una constancia escolar. No puede ser una factura de compra, una tirilla de una transferencia bancaria o un pasaje terrestre: estas últimas no prueban que estaban en el país antes de la fecha. Muchas personas migrantes se acercaban a la fila sin tener la prueba sumaria, lo que no solo era un impedimento para iniciar su proceso, sino que también ralentizaba los procesos de los demás.
También observamos otra contrariedad: en Venezuela, el lenguaje tecnológico o digital está en muy mal estado. Decenas de personas migrantes desconocen los términos como “PDF (formato de documento portátil)”. Así que cuando se les pide que suban un documento a la plataforma con este formato es como si les estuviéramos hablando en ruso. Esto, sumado a que muchos no tienen acceso a internet para realizar el proceso o para mantenerse al tanto de cómo va su trámite, dificulta mucho más la tarea.
Migración Colombia, que trabaja solucionando este tipo de contrariedades sobre la marcha, también habilitó un punto de atención para asesoría en el prerregistro. Sin embargo, los funcionarios de esta entidad, así como miembros de organizaciones de la sociedad civil que acompañan el proceso, nos comentaron que la población migrante llega sin correo electrónico o sin saber qué es esto y para qué sirve.
Acá es cuando se forman los inconvenientes y se ralentiza más el proceso: Migración Colombia ya tiene que habilitar un punto para la entrega de documentos, otro más para asesorar el prerregistro, otro para la toma de fotografías y huellas, y además tendría que montar otro para crearles los correos a personas que no tienen y ayudarlos a convertir sus documentos a PDF. Con los recursos actuales, es imposible para la entidad prestar solución a todo, aunque se ha intentado hacerlo.
Superadas esas contrariedades de la primera fase, a las que Migración busca soluciones como puede, el resto del proceso es relativamente sencillo. En el color azul, la segunda etapa de nuestro trámite, debemos asistir a uno de los puntos habilitados por Migración para el registro biométrico. Acá nos tomarán una fotografía y nuestras huellas. En el Movistar Arena se puede hacer esto inmediatamente después de haber completado con la fase de color amarillo. Después de una breve fila nos despecharán y tendremos que esperar 90 días para que nos digan si nuestro permiso fue aprobado o no. En este tiempo las autoridades nacionales revisan los antecedentes de los solicitantes con el fin de tener control sobre quién está en el país. A aquellos con antecedentes judiciales no se les aprobará el permiso.
El color rojo representa la tercera y última fase de nuestro proceso. Luego de los 90 días hábiles, los funcionarios de Migración Colombia nos citarán para recoger nuestro documento en alguno de los puntos habilitados. Luego de esto habremos completado la bandera colombiana y el trámite como tal. Observamos en el Movistar Arena que quienes llegaban solo a recoger su documento salían en cuestión de minutos con una sonrisa, tranquilidad y mucho agradecimiento por los esfuerzos que estaban haciendo los colombianos para integrarlos.
Este último es el paso más sencillo, y así podría ser todo el proceso si la población migrante escucha con atención y si la comunidad receptora brinda ayuda como le sea posible. No fue para nosotros una sorpresa descubrir que muchas personas llegaban de afán a hacer este trámite sobre la hora de cierre, pues debían escaparse de sus jornadas laborales para trasladarse hasta este punto. Si es jefe de alguna persona migrante que necesita este trámite, puede darle media jornada libre para que vaya a cumplir con esta diligencia. Él o ella se lo agradecerá. Y, en caso de que le comunique que no logró terminar el trámite y necesita otra media jornada, sea receptivo con esa solicitud. Trate de entender que es un proceso para muchas personas nuevo y complicado, que hay decenas haciendo fila y poco personal para atenderles a tiempo, así que a veces pueden no alcanzar a completar el proceso y necesitan más tiempo.
Al terminar 2021, Migración Colombia dio un primer gran balance sobre el proceso de registro y biometría del Estatuto. Un total de 1.647.118 venezolanos finalizaron la primera etapa y 948.533 terminaron la segunda. La entidad había aprobado para el 31 de diciembre de 2021 más de 450.000 documentos y esta semana dijo que ya se han podido entregar 200.000 y que 323.000 ya están impresos y listos para entregarse. Esta semana se esperaban entregar 40.000 permisos con las jornadas masivas en el Movistar Arena. El ejercicio fue exitoso y dejó tanto a funcionarios de Migración como a los migrantes con ganas de más jornadas de este tipo. Juan Francisco Espinosa se mostró emocionado por lo que estaba viviendo el país y le pidió a la población migrante paciencia. “A todos les llegará su documento”, dijo.
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