¿Milei está imitando a Trump? Cinco hechos que lo demuestran
Cinco aspectos en los que el presidente argentino, autodeclarado “anarco-capitalista” sigue los pasos del mandatario estadounidense.
Imitar, como dice la sabiduría popular, es la forma más sincera del halago, y el presidente argentino Javier Milei ha puesto en evidencia su admiración por Donald Trump tomando prestados varios puntos de su agenda.
El miércoles, Argentina anunció, luego de que lo hiciera Estados Unidos, que se retirará de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un eco de las repetidas quejas de Trump sobre lo que calificó de mal manejo por parte de ese organismo de la pandemia de Covid-19.
Andrea Oelsner, directora de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, en Buenos Aires, calificó la salida de Argentina de la OMS como “otra señal” del retorno del país a la política liderada por el expresidente Carlos Menem, en los años 1990 después de la dictadura, de “alineamiento automático” con Estados Unidos.
Oelsner agregó que la afirmación de Milei de que la OMS “interviene” la soberanía de Argentina le sirve “para acercarse a Trump“.
Escéptico del clima
Al igual que Trump, quien ha insistido en la frase: “Drill, baby, drill!” (“¡Perfora, cariño, perfora!”) para promover la explotación petrolera, Milei es un escéptico del calentamiento global y en su campaña presidencial dijo que “esas políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas”.
Tras la reelección de Trump en noviembre, Argentina se retiró de las conversaciones climáticas de la ONU en Azerbaiyán, lo que generó temores de que Milei pudiera seguir a Trump con su retiro del Acuerdo de París sobre la reducción de emisiones de carbono.
Esto coincidió con una visita de Milei a Trump en su residencia de Mar-a-Lago, la primera de un líder extranjero al republicano tras su victoria electoral.
Milei, no obstante, firmó una declaración de los líderes del G20 en la cumbre de Río a fines de noviembre reconociendo la necesidad de “aumentar sustancialmente la financiación climática”.
Guerra contra la ideología “woke”
Como Trump, Milei se ha manifestado en contra de la llamada “ideología woke” (progresista), de hecho, en el Foro Económico Global en Davos dijo que “es la gran epidemia en nuestra época (...) el cáncer que hay que extirpar”.
Además criticó la que llama “ideología de género” al afirmar que sus “versiones más extremas” constituyen “abuso infantil”.
También prohibió el lenguaje inclusivo de género en agencias estatales y su gobierno trabaja en un proyecto de ley para prohibir que se registre el género en los documentos de identidad como X.
En su investidura del 20 de enero, Trump también dijo que su gobierno solo reconocería dos géneros: masculino y femenino.
También restringió los procedimientos de transición de género para menores de 19 años y proscribió a personas transgénero del ejército.
Locos por Musk
Milei y Trump comparten una profunda admiración por el osado multimillonario Elon Musk, con Milei elogiando al consejero de Trump como el “Thomas Edison del siglo XXI”.
Trump, por su parte, ha dado al jefe de Tesla y SpaceX poderes extraordinarios como jefe de un nuevo departamento encargado de recortar el gasto federal.
Musk, a cambio, ha defendido la “motosierra” de Milei en su política económica y declaró que Argentina está “experimentando un enorme progreso” desde que Milei es presidente.
Ataques en redes sociales
Tanto Trump como Milei han sido acusados de avivar el discurso de odio y la intolerancia al insultar a críticos y opositores en las redes sociales.
Milei ha etiquetado a economistas que han criticado sus políticas como “econochantas” (impostores), a los sindicalistas de “garcas” (estafadores) y a opositores políticos de “mandriles”, “ratas” y “parásitos”.
Al igual que Trump, también tacha a los medios y a los críticos de “corruptos”, un lenguaje que recuerda a la promesa de Trump en su primer gobierno de “drenar el pantano”, su expresión para decir que acabaría con las élites de Washington.
Apoyo férreo a Israel
Milei ha manifestado un profundo interés por el judaísmo, ha estudiado las escrituras de su religión y es un acérrimo defensor de Israel.
Durante una visita a Israel el año pasado, anunció planes para trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, haciéndose eco de la decisión de Trump en 2017 de reconocer a Jerusalén como la capital del estado judío.
También ha comparado el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 en suelo israelí con el holocausto.
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Imitar, como dice la sabiduría popular, es la forma más sincera del halago, y el presidente argentino Javier Milei ha puesto en evidencia su admiración por Donald Trump tomando prestados varios puntos de su agenda.
El miércoles, Argentina anunció, luego de que lo hiciera Estados Unidos, que se retirará de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un eco de las repetidas quejas de Trump sobre lo que calificó de mal manejo por parte de ese organismo de la pandemia de Covid-19.
Andrea Oelsner, directora de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, en Buenos Aires, calificó la salida de Argentina de la OMS como “otra señal” del retorno del país a la política liderada por el expresidente Carlos Menem, en los años 1990 después de la dictadura, de “alineamiento automático” con Estados Unidos.
Oelsner agregó que la afirmación de Milei de que la OMS “interviene” la soberanía de Argentina le sirve “para acercarse a Trump“.
Escéptico del clima
Al igual que Trump, quien ha insistido en la frase: “Drill, baby, drill!” (“¡Perfora, cariño, perfora!”) para promover la explotación petrolera, Milei es un escéptico del calentamiento global y en su campaña presidencial dijo que “esas políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas”.
Tras la reelección de Trump en noviembre, Argentina se retiró de las conversaciones climáticas de la ONU en Azerbaiyán, lo que generó temores de que Milei pudiera seguir a Trump con su retiro del Acuerdo de París sobre la reducción de emisiones de carbono.
Esto coincidió con una visita de Milei a Trump en su residencia de Mar-a-Lago, la primera de un líder extranjero al republicano tras su victoria electoral.
Milei, no obstante, firmó una declaración de los líderes del G20 en la cumbre de Río a fines de noviembre reconociendo la necesidad de “aumentar sustancialmente la financiación climática”.
Guerra contra la ideología “woke”
Como Trump, Milei se ha manifestado en contra de la llamada “ideología woke” (progresista), de hecho, en el Foro Económico Global en Davos dijo que “es la gran epidemia en nuestra época (...) el cáncer que hay que extirpar”.
Además criticó la que llama “ideología de género” al afirmar que sus “versiones más extremas” constituyen “abuso infantil”.
También prohibió el lenguaje inclusivo de género en agencias estatales y su gobierno trabaja en un proyecto de ley para prohibir que se registre el género en los documentos de identidad como X.
En su investidura del 20 de enero, Trump también dijo que su gobierno solo reconocería dos géneros: masculino y femenino.
También restringió los procedimientos de transición de género para menores de 19 años y proscribió a personas transgénero del ejército.
Locos por Musk
Milei y Trump comparten una profunda admiración por el osado multimillonario Elon Musk, con Milei elogiando al consejero de Trump como el “Thomas Edison del siglo XXI”.
Trump, por su parte, ha dado al jefe de Tesla y SpaceX poderes extraordinarios como jefe de un nuevo departamento encargado de recortar el gasto federal.
Musk, a cambio, ha defendido la “motosierra” de Milei en su política económica y declaró que Argentina está “experimentando un enorme progreso” desde que Milei es presidente.
Ataques en redes sociales
Tanto Trump como Milei han sido acusados de avivar el discurso de odio y la intolerancia al insultar a críticos y opositores en las redes sociales.
Milei ha etiquetado a economistas que han criticado sus políticas como “econochantas” (impostores), a los sindicalistas de “garcas” (estafadores) y a opositores políticos de “mandriles”, “ratas” y “parásitos”.
Al igual que Trump, también tacha a los medios y a los críticos de “corruptos”, un lenguaje que recuerda a la promesa de Trump en su primer gobierno de “drenar el pantano”, su expresión para decir que acabaría con las élites de Washington.
Apoyo férreo a Israel
Milei ha manifestado un profundo interés por el judaísmo, ha estudiado las escrituras de su religión y es un acérrimo defensor de Israel.
Durante una visita a Israel el año pasado, anunció planes para trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, haciéndose eco de la decisión de Trump en 2017 de reconocer a Jerusalén como la capital del estado judío.
También ha comparado el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 en suelo israelí con el holocausto.
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