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Según el documento, esta ONG ofrece, desde 2012, atención médica y psicológica a miles de migrantes y refugiados que huyen de la extrema violencia en sus países de origen. Entre 2013 y 2015, los equipos de MSF atendieron 33.593 consultas de migrantes provenientes del Triángulo del Norte y quienes utilizan el mayor corredor migratorio del mundo: el que cruza México rumbo a Estados Unidos.
Mediante encuestas, y a través de las consultas médicas y psicosociales realizadas entre 2015 y 2016, los profesionales de MSF encontraron que existe un patrón de desplazamiento violento, persecución, violencia sexual y repatriación forzosa muy similar al que se puede encontrar en los conflictos armados más agudos del mundo.
Además concluyeron que el refuerzo de los controles migratorios, las detenciones y las expulsiones por parte de México y Estados Unidos amenazan con empujar a más refugiados y migrantes a las redes de los traficantes de personas y de organizaciones criminales.
Los inmigrantes se enfrentan a una doble crisis. Por un lado, huyen del drama humanitario en sus lugares de origen. Por el otro, al llegar a su destino deben seguir luchando con las escasas posibilidades de encontrar asilo.
Según el informe, México está a la vanguardia en el continente en cuanto a protección de los derechos de los refugiados. Prueba de ello es que promovió la Declaración de Cartagena sobre Refugiados en 1984. Sin embargo, ni el marco legal ni la buena voluntad de algunos dirigentes alcanza para mejorar la realidad cotidiana de los inmigrantes, para quienes viene siendo casi imposible obtener asilo y escapar definitivamente de la crueldad y la violencia.