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Un nuevo caso de presunto abuso policial está siendo investigado en Estados Unidos. En esta ocasión se trata de Keenan Anderson, un ciudadano afroamericano de 31 años que trabajaba como profesor en Los Ángeles, California (Estados Unidos).
Anderson murió de un paro cardiaco en el hospital de Santa Mónica, luego de que miembros del Departamento de Policía de Los Ángeles llevaran a cabo un procedimiento en el que, según denuncias de sus familiares, lo electrocutaron en repetidas ocasiones. Los policías involucrados en la requisa, que terminó en la muerte de Anderson, tenían una cámara incorporada a su uniforme que logró grabar todo lo sucedido.
Keenan Anderson, que transitaba por las calles de Los Ángeles el 3 de enero de este año, fue requerido por un agente que se movilizaba en moto. Alrededor de las 3:35 p. m., un uniformado le pide que se detenga.
—“Póngase frente a la pared”, le indica el policía.
Anderson, por su parte, contesta: “Alguien está tratando de matarme, señor”.
La Policía, entonces, le pide a Anderson que se detenga porque, de acuerdo con fuentes citadas por NBC, los testigos “indicaron que él (Anderson) había causado un accidente vehicular” en el barrio Venice.
Así lo aseguró Michel Moore, jefe de Policía, que en una rueda de prensa realizada este miércoles aseguró que Anderson había cometido un delito de atropello y fuga en una colisión de tráfico. Anderson trataba de “ingresar al automóvil de alguien más sin su consentimiento”, explicó More.
El agente que detiene a Anderson pide refuerzos a través de su radio. Cuando los otros uniformados llegan, Anderson no obedece la orden de “ponerse de rodillas”. Luego de que el ciudadano afroamericano “intentara escaparse”, según dijeron los agentes de Policía, toman a Anderson del cuello y lo paralizan contra el suelo.
Ya en el pavimento, cuatro agentes intentan sujetarlo y lo electrocutan con un taser. En el video, se observa que Anderson es electrocutado en varias ocasiones antes de ser arrestado por los agentes.
Durante el procedimiento, Keenan Anderson gritó que los policías “están tratando de hacerme lo de George Floyd”.
En un comunicado oficial, Kelly Muñiz, capitana del Departamento policial de Los Ángeles, manifestó que “un agente sufrió abrasiones leves en las manos durante el uso de la fuerza. Los detectives de la División de Investigación de la Fuerza acudieron al lugar y están investigando este incidente”.
De acuerdo con el comunicado, Muñiz indicó que Anderson murió “cuatro horas y media” después del incidente.
¿Quién era Keenan Anderson?
Keenan Darnell Anderson era primo de Patrisse Cullors, cofundadora del colectivo Black Lives Matter. Este movimiento antirracista se creó luego de que cuatro oficiales de la Policía de Minneapolis, Minnesota (Estados Unidos) resultaran involucrados en el asesinato del ciudadano afroamericano, George Floyd.
El asesinato de Floyd fue dado a conocer a través de videos de testigos del procedimiento policial que realizaron los uniformados en Minnessota. Al igual que Anderson, Floyd también gritaba en búsqueda de ayuda.
En una entrevista en la NBC, Cullors explicó que “ni una sola vez ninguno de los agentes (de Policía)” escucharon sus llamados de auxilio.
“Mi primo temía por su vida. Pasó los últimos 10 años presenciando un movimiento que desafía la muerte de las personas negras”, señaló Cullors al diario británico The Guardian.
Keenan Anderson estaba de visita en Los Ángeles la tarde en que fue declarado muerto. Originalmente, vivía en Washington D. C. y trabajaba como profesor de inglés en la Academia de Pioneros Digitales de Washington. También era padre de familia.
De acuerdo con el Departamento de Policía de Los Ángeles, el análisis toxicológico de Anderson daba resultado de “positivo para cannabis y cocaína”. Ante esto, se espera que la oficina forense del estado de California realice un informe separado sobre la autopsia y demás información del ciudadano.
Black Lives Matter
El debate sobre la reforma policial en Estados Unidos ha resucitado luego del caso de Keenan Anderson. En lo corrido de 2023, otros dos ciudadanos afroamericanos han resultado muertos en hechos relacionados con la Policía.
Las dos personas son Takar Smith, también declarado muerto en Los Ángeles; y Óscar Sánchez, un ciudadano de 35 años que, según alegan las pruebas, fue baleado por policías, también miembros del Departamento de Policía de Los Ángeles.
De acuerdo con la ONG Mapping Police Violence, los ciudadanos afroamericanos son el segundo grupo más propenso a ser asesinado en Estados Unidos, únicamente detrás de los “nativos de Hawaii y de las islas del Pacífico”.
Solo en 2022, la ONG registró que 257 personas afroamericanas fueron asesinadas “por la Policía”.
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