“Ni en las peores dictaduras”: reacciones al asalto de embajada en Ecuador

El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, participando en un conversatorio en la Ciudad de México en marzo pasado.

Foto: EFE - Isaac Esquivel

Consternación regional ha despertado el asalto de las autoridades ecuatorianas en la embajada de México en Quito, que resultó en la detención del exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba alojado en la sede diplomática tras un pedido de asilo.

Por estos hechos, México anunció el rompimiento inmediato de las relaciones bilaterales.

Uno de los primeros en reaccionar fue el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, de quien Glas fue vicepresidente.

“Lo que ha hecho el Gobierno de Noboa no tiene precedentes en la historia latinoamericana. Ni en las peores dictaduras se ha violado la embajada de un país”, señaló Correa, quien, a su vez, es requerido por la justicia ecuatoriana por una condena de ocho años por corrupción y se encuentra asilado en Bélgica.

“No vivimos un Estado de derecho, sino un Estado de barbarie, con un improvisado que confunde la Patria con una de sus haciendas bananeras. Responsabilizamos a Daniel Noboa de la seguridad e integridad física y sicológica del exvicepresidente Jorge Glas. A México, su pueblo y su Gobierno, nuestras disculpas y admiración eterna. ¡Hasta la victoria siempre!”, remató el exmandatario.

Otra de las que no tardaron en reaccionar fue la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien tildó de “secuestro” la detención de Jorge Glas, cuya aprehensión fue ordenada en diciembre pasado por la Fiscalía de Ecuador por estar inmerso en una investigación de supuesta malversación de fondos en la reconstrucción de una provincia afectada por un terremoto en 2016.

“El asalto a la Embajada de México por parte del Gobierno de Ecuador, con el objetivo de secuestrar al ex vicepresidente J. Glass, constituye un acto intolerable para la comunidad internacional, dado que ignora el histórico y fundamental derecho al asilo. Repudiamos enérgicamente esta violación a la soberanía del Estado mexicano y al derecho internacional. Nos solidarizamos con el pueblo mexicano y su presidente”, expresó la mandataria.

Vale la pena recordar que en medio de una escalada en las tensiones entre el gobierno del mexicano Andrés Manuel López Obrador y del ecuatoriano Daniel Noboa, México, el primero anunció que otorgaría asilo político a Jorge Glas, quien fuera vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017) y se encontraba alojada en la sede diplomática en Quito.

La medida de asilo fue rechazada el mismo viernes por el presidente Noboa, al considerar que no se trata de un perseguido político.

La Cancillería ecuatoriana, que ya había rechazado otra concesión de asilo en diciembre pasado, cuando Glas solicitó ese beneficio tras refugiarse en la embajada de México en Quito, apeló a convenciones internacionales para reiterar que el exvicepresidente ha sido condenado por delitos comunes y que, por ello, debería someterse a la justicia ordinaria de su país.

En Colombia, el presidente Gustavo Petro afirmó que la soberanía de México en Ecuador fue rota.

“Vuelvo a insistir que América Latina y el Caribe, cualquiera que sean las construcciones sociales y políticas en cada país, debe mantener vivos los preceptos del derecho internacional en medio de la barbarie que avanza en el mundo y el pacto democrático dentro del continente”, trinó el mandatario.

Agregó que Colombia respeta el derecho universal al asilo político y expresó su solidaridad con el personal diplomático de México en Quito.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, también se pronunció este sábado: “Toda nuestra solidaridad con #México, ante la inaceptable violación de su Embajada en Quito. Debe respetarse por todos la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que es un componente esencial del Derecho Internacional”.

Dentro de Ecuador, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) calificó de gravísima la irrupción de policías en la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, y tildó esa operación como un acto fascista.

“La violación de la Embajada de México en Ecuador es un acto fascista de extrema gravedad que atenta contra las relaciones diplomáticas y el derecho internacional”, señaló la Conaie, la organización social más importante del país y altamente crítica con la gestión del presidente ecuatoriano, el empresario Daniel Noboa.

“Las embajadas representan la soberanía de los países que las albergan y están protegidas por el principio de inviolabilidad consagrado en la Convención de Viena”, recordó la Conaie en un mensaje por redes sociales y dijo que también podría mostrar un “desprecio absoluto por las normas internacionales”.

“Es preocupante observar cómo el Gobierno autoritario y fascista de Ecuador recurre a la fuerza para asegurar sus trofeos políticos”, agregó el grupo indígena que teme un efecto nocivo en las relaciones entre México y Ecuador.

Esa operación de fuerza “también envía un mensaje peligroso a la comunidad internacional”, concluyó.

En México, por otro lado, que se prepara para sus elecciones presidenciales el próximo 2 de junio, la irrupción en la embajada ha unido en el rechazo al gobierno y la oposición.

La candidata opositora Xóchitl Gálvez expresó: “Se puede o no estar de acuerdo con la impartición de la justicia en otros países, pero las sedes diplomáticas de cualquier nación extranjera son inviolables”.

Claudia Sheinbaum, candidata del oficialismo, se pronunció en un sentido similar: “La irrupción en la embajada mexicana en Ecuador es una flagrante violación de la Convención de Viena. Es una afrenta a la diplomacia y el derecho internacional que es inadmisible. Expreso toda mi solidaridad y respaldo al presidente López Obrador en la defensa de nuestra soberanía”.

La situación de Jorge Glas

Glas, que fue vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), estuvo en la cárcel entre 2017 y 2022 por casos de asociación ilícita y cohecho, aunque reivindicó su inocencia luego de que la Justicia de Brasil anulara pruebas del entramado de corrupción de la constructora Odebrecht que apuntaban contra él.

El exvicepresidente recuperó la libertad en 2022, pero la Fiscalía de Ecuador ordenó en diciembre pasado su localización y detención por estar inmerso en una investigación de supuesta malversación de fondos en la reconstrucción de una provincia afectada por un terremoto en 2016.

Glas logró evitar la detención al refugiarse en la Embajada de México en Quito, donde fue acogido como “huésped” hasta que se resolviera el trámite sobre su petición de asilo.

En la noche del viernes, tras el asalto a la embajada, las autoridades ecuatorianas confirmaron la detención del exvicepresidente.

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