Nicaragua evalúa suspender relaciones con el Vaticano
Dentro de la persecución que Ortega ha empleado contra los opositores nicaragüenses hay una gran cantidad de miembros de la Iglesia que han sido arrestados o exiliados. El caso más notable es el de Rolando Álvarez, obispo que fue condenado a 26 años de prisión por, supuestamente, “menoscabar la integridad nacional”.
Nicaragua dijo este domingo que evalúa “una suspensión” de las relaciones diplomáticas con el Vaticano, luego de que el papa Francisco se refiriera al gobierno de Daniel Ortega como una “dictadura grosera”.
“El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de nuestra Nicaragua, Bendita y Siempre Libre, precisa que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las Relaciones Diplomáticas”, consignó un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el corto comunicado, el gobierno nicaragüense no brindó explicaciones sobre los motivos de su postura.
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No obstante, el anuncio se produce luego de que el viernes el papa Francisco, en una entrevista al portal argentino Infobae, dijera que el gobierno nicaragüense era una “dictadura hitleriana” y “grosera” y que el mandatario Ortega sufre un “desequilibrio”.
Las declaraciones del pontífice ocurrieron pocos días después de que el gobierno del país centroamericano decidiera cerrar dos universidades vinculadas a la Iglesia católica.
“Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige”, dijo Francisco refiriéndose a Ortega. El mandatario sandinista funge en el poder desde 2007 y ha sido reelegido sucesivamente en elecciones cuestionadas a nivel internacional.
Durante la entrevista, el papa argentino hizo referencia sin nombrarlo al obispo nicaragüense Rolando Álvarez, condenado en febrero a 26 años de prisión por “menoscabo a la integridad nacional” y criticar el “régimen” de Ortega.
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“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, manifestó el Sumo Pontífice.
El obispo de Matagalpa, de 56 años, estaba detenido desde agosto por conspiración y rechazó ser deportado a Estados Unidos con otros 222 opositores excarcelados y expulsados del país acusados de “traidores a la patria”.
“Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera a traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas (...) Son un tipo de dictaduras groseras”, añadió Francisco.
Iglesia aboga por el diálogo
En la misa de este domingo, el cardenal y arzobispo de Nicaragua, Leopoldo Brenes, no se refirió a la tensa situación del gobierno con el Vaticano.
El viernes, Brenes confió en que el diálogo ayude a resolver los problemas del país como ocurrió en el pasado.
“Yo pienso que es muy difícil decir cuándo comienza el diálogo, cuándo termina. Yo siempre pienso que el diálogo y el trabajo que tenemos que hacer es como esa gotita de agua: la gota de agua, yo siempre digo, no rompe la piedra por la fuerza, sino por la constancia”, dijo Brenes.
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Las declaraciones del cardenal nicaragüense se dieron el mismo día en que el papa Francisco arremetió contra la situación de Nicaragua.
“Él (el papa) manifestaba los sentimientos de dolor, de tristeza que pueden producirse en situaciones que pueden ir dándose en los países, pero siempre es el mensajero de la paz, mensajero de la reconciliación”, justificó el arzobispo.
Nicaragua enfrenta una ola de condenas de la comunidad internacional por la deriva autoritaria del ejecutivo de Ortega, quien gobierna con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Centenares de opositores fueron detenidos en el contexto de la represión que siguió a las multitudinarias protestas antigubernamentales de 2018.
La administración de Ortega promovió desde 2021 el endurecimiento de las leyes para castigar el financiamiento externo a los opositores y detuvo a más de 200 líderes políticos, empresarios y religiosos.
En febrero, el gobierno excarceló y expulsó a Estados Unidos a 220 opositores, a quienes despojó de su nacionalidad. El obispo Álvarez se negó a viajar en el grupo de excarcelados y un tribunal lo condenó a 26 años de prisión por “menoscabo a la integridad nacional” y otros cargos.
Cierre de sedes diplomáticas
En medio de las declaraciones desde ambas partes, Nicaragua efectuó una petición a la Santa Sede para el cierre de las sedes diplomáticas. La petición ha sido para el cierre tanto de la nunciatura, representación vaticana en el país del presidente y la embajada nicaragüense ante la Santa Sede.
El pasado 21 de febrero el mandatario nicaragüense calificó de “mafia” a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
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Nicaragua dijo este domingo que evalúa “una suspensión” de las relaciones diplomáticas con el Vaticano, luego de que el papa Francisco se refiriera al gobierno de Daniel Ortega como una “dictadura grosera”.
“El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de nuestra Nicaragua, Bendita y Siempre Libre, precisa que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las Relaciones Diplomáticas”, consignó un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el corto comunicado, el gobierno nicaragüense no brindó explicaciones sobre los motivos de su postura.
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No obstante, el anuncio se produce luego de que el viernes el papa Francisco, en una entrevista al portal argentino Infobae, dijera que el gobierno nicaragüense era una “dictadura hitleriana” y “grosera” y que el mandatario Ortega sufre un “desequilibrio”.
Las declaraciones del pontífice ocurrieron pocos días después de que el gobierno del país centroamericano decidiera cerrar dos universidades vinculadas a la Iglesia católica.
“Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige”, dijo Francisco refiriéndose a Ortega. El mandatario sandinista funge en el poder desde 2007 y ha sido reelegido sucesivamente en elecciones cuestionadas a nivel internacional.
Durante la entrevista, el papa argentino hizo referencia sin nombrarlo al obispo nicaragüense Rolando Álvarez, condenado en febrero a 26 años de prisión por “menoscabo a la integridad nacional” y criticar el “régimen” de Ortega.
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“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, manifestó el Sumo Pontífice.
El obispo de Matagalpa, de 56 años, estaba detenido desde agosto por conspiración y rechazó ser deportado a Estados Unidos con otros 222 opositores excarcelados y expulsados del país acusados de “traidores a la patria”.
“Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera a traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas (...) Son un tipo de dictaduras groseras”, añadió Francisco.
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En la misa de este domingo, el cardenal y arzobispo de Nicaragua, Leopoldo Brenes, no se refirió a la tensa situación del gobierno con el Vaticano.
El viernes, Brenes confió en que el diálogo ayude a resolver los problemas del país como ocurrió en el pasado.
“Yo pienso que es muy difícil decir cuándo comienza el diálogo, cuándo termina. Yo siempre pienso que el diálogo y el trabajo que tenemos que hacer es como esa gotita de agua: la gota de agua, yo siempre digo, no rompe la piedra por la fuerza, sino por la constancia”, dijo Brenes.
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“Él (el papa) manifestaba los sentimientos de dolor, de tristeza que pueden producirse en situaciones que pueden ir dándose en los países, pero siempre es el mensajero de la paz, mensajero de la reconciliación”, justificó el arzobispo.
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Centenares de opositores fueron detenidos en el contexto de la represión que siguió a las multitudinarias protestas antigubernamentales de 2018.
La administración de Ortega promovió desde 2021 el endurecimiento de las leyes para castigar el financiamiento externo a los opositores y detuvo a más de 200 líderes políticos, empresarios y religiosos.
En febrero, el gobierno excarceló y expulsó a Estados Unidos a 220 opositores, a quienes despojó de su nacionalidad. El obispo Álvarez se negó a viajar en el grupo de excarcelados y un tribunal lo condenó a 26 años de prisión por “menoscabo a la integridad nacional” y otros cargos.
Cierre de sedes diplomáticas
En medio de las declaraciones desde ambas partes, Nicaragua efectuó una petición a la Santa Sede para el cierre de las sedes diplomáticas. La petición ha sido para el cierre tanto de la nunciatura, representación vaticana en el país del presidente y la embajada nicaragüense ante la Santa Sede.
El pasado 21 de febrero el mandatario nicaragüense calificó de “mafia” a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
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