Envuelta en ovaciones, Kamala Harris pronunció el discurso más importante de su carrera para aceptar la nominación presidencial demócrata durante la cuarta y última noche de la convención de su partido, que se celebró en Chicago. Así, la actual vicepresidenta prometió “ser la presidenta de todos los estadounidenses”.
“En nombre del pueblo, de cada estadounidense, sin importar el partido, la raza, el género o el idioma que su abuela hable, acepto la nominación”, dijo la vicepresidenta de 59 años al prometer guiar al país hacia “un nuevo camino”. “Trabajaré en nombre de todos los estadounidenses”, agregó.
En su discurso que fue transmitido en directo por televisión, Harris, hija de un padre jamaiquino y una madre india, abordó sus raíces y la trayectoria que la llevó a ser abogada, fiscal y la primera vicepresidenta del país con Joe Biden (2020-2024), a quien agradeció por su apoyo en la candidatura.
Hizo lo propio con su fórmula vicepresidencial, el “entrenador” Tim Walz, y su esposo, el cada vez más popular Doug Emhoff.
Fue recibida entre aplausos y ovaciones de más de 20.000 personas que gritando “U-S-A”, en correspondencia con el claro tono patriótico que le dio a su discurso, asistieron a la Convención Nacional Demócrata en el United Center, casa de los Chicago Bulls y los Chicago Blackahawks, en Chicago.
“Manos a la obra”
Para frenar la ovación de sus seguidores, Kamala Harris pronunció la frase “manos a la obra” que, según relató su hermana Maya Harris unos minutos antes, les decía su madre, la doctora Shyamala Harris, para enfocarlas en lo que era importante.
Así fue como recordó que en esta elección, “nuestra nación tiene una oportunidad preciosa y fugaz de superar la amargura, el cinismo y las batallas divisorias del pasado”, dijo Harris, quien más adelante profundizaría en su enfrentamiento en las urnas con Donald Trump, cuya plataforma considera como un retroceso.
Es “una oportunidad de trazar un nuevo camino hacia adelante. No como miembros de un partido o facción, sino como estadounidenses”, resaltó.
“Sé que hay personas de diversas opiniones políticas mirando esta noche. Y quiero que sepan: prometo ser una presidenta para todos los estadounidenses, que nos une en torno a nuestras más altas aspiraciones”, agregó mientras los asistentes aplaudían. “Una presidenta que lidera y escucha, que es realista, práctica, que tiene sentido común y que siempre luchara por el pueblo estadounidense”, prometió.
De sus años como fiscal, Harris ha destacado su lucha contra corporaciones multinacionales en nombre de los californianos, pero también supervisó la condena injusta de una persona que luego fue apuñalada en prisión. Como abogada del estado, se negó a defender la prohibición del matrimonio homosexual en California, pero hizo lo contrario en el caso de la pena de muerte, defendiendo la política del estado a pesar de su oposición personal a ella.
Harris aseguró que el derecho a la justicia para todos será fundamental en su gobierno.
“Retroceso” con Trump
También, aprovechó para acusar a Trump de querer “hacer retroceder” a Estados Unidos, destacando, entre otras cosas, el impacto que su administración tuvo en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos. Volvió a ligarlo con el “Proyecto 2025″, una guía de reformas conservadoras con la que Trump a negado estar vinculado, pese a haber sido impulsada por personas cercanas a él.
“Donald Trump, de muchas maneras, no es un hombre serio”, dijo Harris al aceptar su nominación. Recordó que el expresidente y actual candidato republicano a la reelección buscó “tirar su voto”, en referencia a las acusaciones en contra de Trump para anular los resultados electorales de 2020, así como la insurrección del 6 de enero en el Capitolio, de la cual, según una investigación de la Cámara de Representantes, Trump fue instigador.
“Las consecuencias (...) de poner a Donald Trump de vuelta en la Casa Blanca son extremamente serias”. En comparación, ella está preparada para asumir el cargo y ser el “cambio”.
Migración, Ucrania y Gaza...
“Amo mi país y veo una América que camina hacia adelante, que inspira al mundo”, dijo la candidata.
Dedicó líneas a hablar de distintas libertades que, según ella, estarían en riesgo con Trump, como la libertad de vivir en un medioambiente sano.
Se refirió a uno de los temas más impopulares de la administración Biden: la gestión migratoria y la seguridad de la frontera. Como descendiente de migrantes, señaló que es posible trazar caminos para aspirar a la ciudadanía estadounidense, al tiempo que se aseguran las fronteras.
Insistió en su apoyo a la Ucrania, la OTAN, así como al derecho de Israel a defenderse. No obstante, abogó por un cese al fuego en la Franja de Gaza y un acuerdo para la liberación de los rehenes en poder de Hamás. Calificó la situación en enclave de “devastadora” y defendió el derechos de los palestinos a la dignidad y la autodeterminación.
Un camino inesperado
Hasta ahora, solo una mujer había recibido la nominación presidencial demócrata: Hillary Clinton, quien en 2016 optó por el blanco para aceptar la candidatura en la convención del partido celebrada en Filadelfia.
La vicepresidenta, quien ahora hace historia al ser la primera mujer afro y de ascendencia asiática en ser nominada, se convirtió en candidata de manera inusual porque, a diferencia de antecesores, no se sometió a un proceso de primarias.
Las primarias del Partido Demócrata las ganó el presidente estadounidense, Joe Biden, que no tenía rivales significativos, pero el 21 de julio anunció que ponía fin a su campaña a la Presidencia tras recibir presiones de su partido por una nefasta actuación en un debate televisivo contra Trump.
Entonces, Biden pidió al partido que se uniera en torno a Harris y, rápidamente, la mayoría de los delegados que habían sido elegidos durante el proceso de primarias le brindaron su apoyo.
A principios de mes, votaron a favor de su candidatura en una votación virtual y el martes, segundo día de la convención, la refrendaron como candidata demócrata.
Tras el discurso de Harris, cayó del techo del estadio de la convención una lluvia de globos y confeti con los colores de la bandera de Estados Unidos, somo sucede en cada convención del partido.
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