"No sé cuánto tiempo voy a estar aquí": John McCain

El emblemático senador estadounidense, de 81 años, con seis mandatos en su haber y una candidatura a la presidencia en 2008, fue diagnosticado de cáncer de cerebro. El Congreso se prepara para despedirlo.

-Redacción Internacional
14 de mayo de 2018 - 03:32 p. m.
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El senador John McCain, afectado por un cáncer cerebral, se prepara para el final. Pero los miembros de la administración de Donald Trump parecen ignorar no sólo la estatura política del senador de 81 años sino que carecen de sensibilidad. McCain, con seis mandatos en su haber y una candidatura a la presidencia en 2008, fue diagnosticado el año pasado con un glioblastoma, una forma agresiva de cáncer de cerebro que ya se cobró la vida de otro gigante del Senado en 2009, Ted Kennedy.

El cáncer está en una fase muy avanzada y, según medios estadounidenses, ha iniciado los preparativos de su sepelio. El excandidato presidencial republicano en 2008 es un héroe militar. Como oficial de la Armada fue capturado en 1967 en Vietnam después de que el avión en el que viajaba se accidentara. Sufrió torturas durante los cinco años que pasó cautivo como prisionero de guerra. 

Pero Kelly Sadler, una asistente especial del equipo de comunicación del presidente Donald Trump, no tuvo reparo en criticar la oposición de McCain a la nominación de Gina Haspel a dirigir la CIA por haber respaldado las ténicas de tortura hace algunos años. Según dijo Sadler, "no importa, de todas formas se está  muriendo". La burla de la funcionaria desató una tormenta en Washington e hizo recordar que el propio Trump se burló de McCain durante la campaña presidencial de 2016, al recordar que fue un prisionero de guerra.

"La gente se ha preguntado cuándo la decencia caería más bajo en esta administración; sucedió ya", dijo el exvicepresidente demócrata Joe Biden, amigo cercano de McCain, con quien sirvió por décadas en el Senado.

Ver más: Este el el cáncer que le diagnosticaron a McCain

Interrogada varias veces sobre los dichos de Sadler, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, se negó a disculparse en nombre de la administración y dijo que no tenía nada que comentar. "Respetamos a todos los estadounidenses", aseveró, al confirmar que Sadler aún permanece en el cargo.

Resignados a no verlo más

En su libro  "The Restless Wave" (La ola agitada), cuyos apartes se conocieron esta semana, McCain dice que "puedo decir lo que pienso sin miedo a las consecuencias". Por eso criticó la "escasez de humildad" de los políticos de hoy en día y criticó la bravuconería de Donald Trump, alertando que el presidente está más preocupado por aparentar dureza que por promover los valores estadounidenses.  "No sé cuánto tiempo voy a estar aquí. Tal vez estaré otros cinco años", escribió mientras espera avances del tratamiento de cáncer que recibe. 

Si bien el Senado aguarda por el regreso de esta respetada figura política estadounidense, muchos de sus colegas parecen resignados a no verlo nuevamente en Washington.

Más de una docena de senadores -muchos de ellos amigos del legislador desde hace un cuarto de siglo o más- admiten en conversaciones discretas con la AFP en el Capitolio que les cuesta habituarse a un Senado sin la influyente figura de McCain.

Todos ellos esperan el regreso a la política activa de este baluarte del Partido Republicano, pero varios admiten en privado que eso podría no suceder dado que McCain se ausenta del Congreso desde comienzos de año.

Y la salud de este veterano de la guerra de Vietnam podría tener un gran impacto en los esfuerzos de republicanos por mantener su estrecha mayoría en el Senado, cuando la renovación parcial del Congreso en los comicios de noviembre aparece favorable a los demócratas.

Los miembros del Congreso evitan evocar directamente este tema tabú. "Él no se fue", afirma el senador republicano Roger Wicker, al destacar que McCain permanece "en gran parte aún presente" con teleconferencias con su equipo y asegurando a la distancia la dirección de la poderosa comisión de las Fuerzas Armadas del Senado.

Pero su ausencia fue palpable el miércoles durante la audiencia de la comisión senatorial de Inteligencia que interrogó a Gina Haspel, candidata designada por Donald Trump para encabezar la CIA y quien tuvo un polémico desempeño en el programa de interrogatorios "forzados" que comenzaron después del 11 de septiembre.

Ver más: El inicio del tratamiento de McCain

"Es difícil tener un debate significativo a propósito de un tema tan importante como la tortura sin John McCain", señaló el senador demócrata Chris Murphy, recordando que McCain fue torturado en las cárceles vietnamitas.

McCain forma parte de un grupo de senadores capaces de unir a los dos partidos. "No hay ninguna duda con respecto al hecho de que el país cuenta más para John que el partido", indicó Murphy.

McCain perdió la elección presidencial de 2008 frente a Barack Obama. Pero con el correr de los años, se ganó el respeto y la admiración de sus colegas.

McCain y su entorno parecen también haber comenzado a prepararse para esta eventualidad. Según The New York Times, el senador ya hizo saber que no quiere en sus funerales la presencia del presidente Trump con quien mantiene una relación tempestuosa.

Por -Redacción Internacional

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