Joe Biden abrió la vía para conceder permiso de residencia a más de 500.000 migrantes entre cónyuges e hijastros de estadounidenses. Según altos funcionarios del gobierno, esta es una iniciativa radical que podría brindar alivio a cientos de miles de familias de “estatus mixto” en el país. Además, facilitará el proceso para visas de trabajo a graduados en universidades locales.
“Estos no ciudadanos elegibles que han vivido aquí durante 10 años o más tienen profundos lazos familiares y comunitarios en Estados Unidos”, dijo un alto funcionario de la administración de Biden. “Muchas de estas familias incluyen hijos ciudadanos estadounidenses, pero viven con miedo y se enfrentan a una profunda incertidumbre sobre su futuro”.
Así, esta reforma permite que los inmigrantes indocumentados que hayan residido en Estados Unidos durante 10 años o más, a partir del 17 de junio, y estén legalmente casados con un ciudadano estadounidense serán elegibles para obtener un estatus legal mientras viven y trabajan en el país.
Una opción común para conseguir la ciudadanía es casarse con un ciudadano estadounidense. Pero “el sistema no funciona como en las películas”, dijo Ashley de Azevedo, presidenta de American Families United, que representa a los cónyuges e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses, a The Guardian. “No te casas con un estadounidense y automáticamente obtienes una tarjeta verde. Hay leyes vigentes que lo hacen imposible para muchos”.
Hasta ahora, el procedimiento consistía en que las personas que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos deben salir del país antes de poder solicitar la residencia permanente, un proceso que puede llevar años y potencialmente significar largos períodos de separación de sus familias que siguen residiendo en Estados Unidos. Como resultado, muchos optan por quedarse y arriesgarse a la deportación en lugar de dejar a sus familias.
Con este cambio, los migrantes casados con estadounidenses, además de sus hijos, podrán obtener la famosa tarjeta verde sin tener que salir del país para solicitarla.
El gobierno calcula que unos 500.000 migrantes, además “de unos 50.000 hijastros de ciudadanos estadounidenses”, podrán acogerse a la nueva normativa.
También, la reforma de Biden facilitará la obtención de visas de trabajo a los graduados en centros de educación superior estadounidenses, siempre y cuando “hayan recibido una oferta de trabajo altamente cualificada”.
El nuevo alivio migratorio sería el más importante desde que la Administración de Barack Obama creó en 2012 el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que ha permitido trabajar y proteger de deportación a más de 800.000 “dreamers o soñadores”, aquellos que entraron al país siendo niños.
El Gobierno de Biden planea usar una figura legal conocida como “parole”, que otorga a las personas que ya están en territorio estadounidense protección frente a la deportación y les permite aplicar a un permiso de trabajo, según confirmó a EFE una persona familiarizada con la iniciativa del Ejecutivo.
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