Nueva York demandó a redes sociales por alimentar la crisis de salud mental

Ante el Tribunal Superior del estado de California, la ciudad de Nueva York, el Departamento de Educación y la Corporación de Salud y Hospitales de Nueva York presentaron una demanda contra algunas compañías de redes sociales por alimentar la crisis de salud mental entre los jóvenes estadounidenses. Según el texto, la adicción que generan las personas a estas aplicaciones causa efectos nocivos en su comportamiento y no permite el desarrollo de su personalidad.

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La demanda fue contra las compañías a las que pertenecen TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y Youtube, a las que se culpa de poner “en peligro la salud mental de [los] niños, promoviendo la adicción y fomentando comportamientos inseguros”. La abogada Sylvia Hinds-Radix, de la Corporación de la ciudad de Nueva York, denunció a estas empresas por preferir “el beneficio económico al bienestar de los niños, diseñando intencionadamente sus plataformas con funciones manipuladoras y adictivas y utilizando algoritmos nocivos dirigidos a los jóvenes”.

“La ciudad se une a cientos de distritos escolares de todo el país para presentar litigios que buscan obligar a los gigantes tecnológicos a cambiar su comportamiento y recuperar los costos de abordar esta amenaza a la salud pública. La ciudad gasta más de $100 millones en programas y servicios de salud mental para jóvenes cada año”, aseguró el alcalde.

La acusación trata tres cargos: negligencia, negligencia grave y alteración del orden público. Además, pide un juicio, cambios en las políticas de las empresas y un apoyo económico para financiar los programas de salud mental para jóvenes. Adams llamó la demanda como un “ajuste de cuentas”, con el que buscan responsabilizar a las compañías de su impacto en la sociedad neoyorkina.

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De acuerdo con las cifras de la Alcaldía de Nueva York, la salud mental de los jóvenes “ha estado en declive desde hace más de una década”: en el 2021, 38 % de los estudiantes de bachillerato reportaron “sentirse tan triste y sin esperanza en el año pasado que dejaron sus actividades”, en comparación con un 27 % en 2011. En ese mismo año, uno de cada 10 estudiantes reportó un intento de suicidio.

Adams también presentó un plan de acción para combatir este flagelo, llamado “El papel de la ciudad de Nueva York en la crisis nacional de las redes sociales y la salud mental de los jóvenes: marco de acción”. El plan es una estrategia de tres partes: la primera, “responsabilizar a las empresas de redes sociales de hacer sus plataformas más seguras para los jóvenes; la segunda, “educar a los jóvenes y a sus cuidadores, profesores y médicos sobre el uso saludable de las redes sociales”; y la tercera, “investigar el impacto de las redes sociales en los jóvenes de Nueva York”.

Este es el último paso en una serie de acciones para combatir la crisis de salud mental en el país. Al no existir leyes federales sobre la protección de menores de edad en internet, otros distritos y organizaciones han presentado demandas similares. Condados en California, una red de escuelas públicas en Seattle y varios grupos de padres han denunciado el impacto negativo que las redes sociales han tenido sobre sus hijos.

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Frente a esta cascada de demandas, las empresas han respondido. Sobre la más reciente, Meta afirmó que tenía más de “30 herramientas y funciones” para ayudar a los adolescentes, añadiendo que han “pasado una década trabajando en estos temas y contratando personas que han dedicado sus carreras a mantener a los jóvenes seguros y apoyados en línea”.

Un portavoz de la compañía de TikTok dijo al portal Axios que tienen “salvaguardas líderes en la industria para apoyar el bienestar de los adolescentes, incluidas funciones restringidas por edad, controles parentales, un límite de tiempo automático de 60 minutos para usuarios menores de 18 años y más”. Snapchat sacó un comunicado en el que asegura que se sentían “bien sobre el papel que desempeña Snapchat para ayudar a los amigos íntimos a sentirse conectados, felices y preparados mientras afrontan los numerosos retos de la adolescencia”.

Hace poco, miembros del Congreso tuvieron audiencias con varios responsables de empresas tecnológicas, algunas de las cuales son mencionadas en esta demanda, sobre la seguridad de los menores de edad.

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Ante el Tribunal Superior del estado de California, la ciudad de Nueva York, el Departamento de Educación y la Corporación de Salud y Hospitales de Nueva York presentaron una demanda contra algunas compañías de redes sociales por alimentar la crisis de salud mental entre los jóvenes estadounidenses. Según el texto, la adicción que generan las personas a estas aplicaciones causa efectos nocivos en su comportamiento y no permite el desarrollo de su personalidad.

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La demanda fue contra las compañías a las que pertenecen TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y Youtube, a las que se culpa de poner “en peligro la salud mental de [los] niños, promoviendo la adicción y fomentando comportamientos inseguros”. La abogada Sylvia Hinds-Radix, de la Corporación de la ciudad de Nueva York, denunció a estas empresas por preferir “el beneficio económico al bienestar de los niños, diseñando intencionadamente sus plataformas con funciones manipuladoras y adictivas y utilizando algoritmos nocivos dirigidos a los jóvenes”.

“La ciudad se une a cientos de distritos escolares de todo el país para presentar litigios que buscan obligar a los gigantes tecnológicos a cambiar su comportamiento y recuperar los costos de abordar esta amenaza a la salud pública. La ciudad gasta más de $100 millones en programas y servicios de salud mental para jóvenes cada año”, aseguró el alcalde.

La acusación trata tres cargos: negligencia, negligencia grave y alteración del orden público. Además, pide un juicio, cambios en las políticas de las empresas y un apoyo económico para financiar los programas de salud mental para jóvenes. Adams llamó la demanda como un “ajuste de cuentas”, con el que buscan responsabilizar a las compañías de su impacto en la sociedad neoyorkina.

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Adams también presentó un plan de acción para combatir este flagelo, llamado “El papel de la ciudad de Nueva York en la crisis nacional de las redes sociales y la salud mental de los jóvenes: marco de acción”. El plan es una estrategia de tres partes: la primera, “responsabilizar a las empresas de redes sociales de hacer sus plataformas más seguras para los jóvenes; la segunda, “educar a los jóvenes y a sus cuidadores, profesores y médicos sobre el uso saludable de las redes sociales”; y la tercera, “investigar el impacto de las redes sociales en los jóvenes de Nueva York”.

Este es el último paso en una serie de acciones para combatir la crisis de salud mental en el país. Al no existir leyes federales sobre la protección de menores de edad en internet, otros distritos y organizaciones han presentado demandas similares. Condados en California, una red de escuelas públicas en Seattle y varios grupos de padres han denunciado el impacto negativo que las redes sociales han tenido sobre sus hijos.

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Un portavoz de la compañía de TikTok dijo al portal Axios que tienen “salvaguardas líderes en la industria para apoyar el bienestar de los adolescentes, incluidas funciones restringidas por edad, controles parentales, un límite de tiempo automático de 60 minutos para usuarios menores de 18 años y más”. Snapchat sacó un comunicado en el que asegura que se sentían “bien sobre el papel que desempeña Snapchat para ayudar a los amigos íntimos a sentirse conectados, felices y preparados mientras afrontan los numerosos retos de la adolescencia”.

Hace poco, miembros del Congreso tuvieron audiencias con varios responsables de empresas tecnológicas, algunas de las cuales son mencionadas en esta demanda, sobre la seguridad de los menores de edad.

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