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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado a conformar un gabinete que promete seguir una línea de política dura en áreas clave como la inmigración, la seguridad nacional y la política exterior. Estos son sus principales nombramientos hasta ahora.
Susie Wiles: Jefa de Gabinete
Wiles se convierte en la primera mujer en este rol, después de liderar exitosamente la campaña de Trump. Reconocida en la política republicana por su habilidad para gestionar equipos complejos y controlar los egos dentro del círculo de Trump.
Trump la apodó “la doncella de hielo” por su estilo, lo que muestra una dinámica peculiar en la relación laboral, además de que su nombramiento busca imponer un orden en el Ala Oeste, algo que los jefes de gabinete anteriores no lograron.
Tom Homan: el “zar de la Frontera” encargado de las deportaciones
Exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) durante el primer mandato de Trump, Homan liderará una iniciativa de deportaciones masivas, pieza clave de las promesas migratorias de Trump. Conocido por su postura de “tolerancia cero”.
Elise Stefanik: Embajadora de EE. UU. ante la ONU
La congresista de Nueva York, famosa por sus interrogatorios incisivos en audiencias del Congreso, ha sido seleccionada para representar a EE. UU. en Naciones Unidas, aunque requiere confirmación del Senado. Trump ha exigido al Senado permitir este nombramiento sin la confirmación habitual, lo que es polémico por su implicación en la omisión de los controles y equilibrios establecidos.
Lee Zeldin: Director de la Agencia de Protección Ambiental
Excongresista con un historial alineado con Trump, Zeldin busca “restaurar la dominancia energética” de EE. UU. y tiene planes de revocar regulaciones ambientales. Necesita confirmación del Senado.
Además de la lista de confirmados, Trump también tiene en mente impulsar figuras clave que compartan su visión en aspectos cruciales. Su equipo busca proyectar un gobierno que retomará las posturas conservadoras en materia de inmigración, seguridad y medio ambiente, al revertir políticas de la administración saliente y consolidar una estrategia de protección nacional. Estos son los nombres de quienes pueden conformar su gabinete más adelante.
Karoline Leavitt: Secretaria de Prensa
Karoline Leavitt, de 27 años, impresionó a Trump como secretaria de prensa nacional de su campaña. Ya se desempeñó en el pasado como secretaria de prensa adjunta de la Casa Blanca. Podría llegar a convertirse en la nueva Secretaria de Prensa.
Marco Rubio: Secretario de Estado
Senador por Florida y exrival político de Trump, es considerado el favorito para ser el principal diplomático de EE. UU. Rubio es conocido por su postura dura contra China y es miembro de alto rango en comités de inteligencia y relaciones exteriores.
Rubio fue uno de los críticos de Trump en las primarias de 2016, lo que hace extraña su posible elección dada su historia de tensiones. Además, aunque es conocido por su postura dura ante China, fue rival directo de Trump.
Mike Waltz: Asesor de Seguridad Nacional
Congresista de Florida con experiencia en política internacional, su papel sería crucial en conflictos como Ucrania e Israel. No necesita confirmación del Senado. Waltz es conocido por su postura en favor de la “paz a través de la fuerza” y su enfoque firme contra el narcotráfico, llegando incluso a copresentar un proyecto de ley para autorizar el uso de la fuerza militar contra cárteles de droga en México. La potencial designación de Waltz subraya la postura de “mano dura” en la agenda de seguridad del nuevo gobierno.
Kristi Noem: Secretaria de Seguridad Nacional
La gobernadora de Dakota del Sur supervisaría temas de ciberseguridad, terrorismo y respuestas a emergencias, trabajando en estrecha colaboración con Homan en temas de inmigración. En un momento de la carrera por la presidencia, Noem fue considerada para ser compañera de fórmula de Trump, pero fue descartada luego de que admitió que había matado a su perro.
Kash Patel: Director de la CIA
Patel, asesor leal y exjefe de gabinete en el Departamento de Defensa, es un fuerte candidato para encabezar la agencia de inteligencia.
Christopher Miller: Secretario de Defensa
Exsecretario de defensa interino y veterano de las fuerzas especiales, es posible que sea nominado para liderar las fuerzas armadas.
Miller es coautor del polémico “Proyecto 2025″, lo cual podría sugerir que aplicaría políticas extremas o experimentales en defensa, y su perfil en Fuerzas Especiales le añade un ángulo militarizado al liderazgo.
Robert Lighthizer: Secretario del Tesoro
Exrepresentante de comercio de EE. UU. conocido por liderar la guerra de aranceles con China, está entre los considerados para dirigir la política financiera. Su postura escéptica hacia el libre comercio y su papel en la guerra arancelaria con China representan una política divisiva, mientras que otros posibles candidatos son multimillonarios y recaudadores de fondos, lo que podría indicar conflictos de interés.
Doug Burgum: Secretario de Energía
Empresario de tecnología y exgobernador que apoya las políticas energéticas proindustria de Trump, también es una opción fuerte para este cargo.
Robert F. Kennedy Jr.: Departamento de Salud y Servicios Humanos
Abogado ambiental y escéptico de vacunas, se rumorea que sería un “zar de la salud pública”, a pesar de no contar con ninguna cualificación médica para el cargo.
Según la BBC, podría no pasar la verificación de antecedentes para la autorización de seguridad debido a controversias pasadas, incluido el abandono del cadáver de un oso en el Central Park de Nueva York.
Linda McMahon: Secretaria de Comercio
Su rol en la transición y su historia en la administración de pequeñas empresas la convierten en una candidata peculiar para un cargo que tradicionalmente recae en personas con más experiencia en comercio a gran escala.
Elon Musk: Departamento de Eficiencia Gubernamental
Musk, el hombre más rico del mundo y dueño de X, podría encabezar un departamento no visto hasta ahora: el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Los críticos dicen que desde allí tendrá el poder de dar forma a las regulaciones que afectan a sus empresas Tesla, SpaceX y X, por lo cual se crearía un enorme conflicto de intereses.
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