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La legislatura de Oklahoma aprobó un proyecto de ley que prohíbe casi todos los abortos a partir de la fertilización, lo que abriría el camino para aprobar la disposición de aborto más estricta de Estados Unidos. El proyecto de ley somete a los proveedores de servicios de aborto, y a cualquier persona que “ayude o incite” a esta práctica, a demandas civiles de particulares, se lee en The New York Times. El texto está a la espera de ser aprobado por el gobernador Kevin Stitt, un republicano que se comprometió a hacer de su estado el más antiaborto de la nación, lo que permitiría a la ley entrar en vigencia de forma inmediata.
La ley de Texas, un antecedente para Oklahoma
A pesar de que el caso “Roe vs. Wade”, vinculando el derecho al respeto a la vida privada con el aborto, despenalizó esta práctica, Texas aprobó una ley en septiembre del año pasado que restringe a las mujeres a abortar después de la sexta semana de gestación, tiempo en el que se estima que se puede detectar actividad cardíaca en el embrión.
Hay muy pocas excepciones a la ley, dentro de las que aplican que el embarazo ponga en peligro la vida de la madre o conduzca a una “deficiencia sustancial e irreversible de una función corporal importante”, aseguró Elizabeth Nash, analista de políticas estatales del Instituto Guttmacher, organización de investigación que apoya el derecho al aborto, a The New York Times. Así, ni el incesto ni una violación, según la ley, son motivo para que las mujeres se practiquen legalmente un aborto en este estado.
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Esta disposición afecta a las más de siete millones de mujeres en edad fértil en Texas, pero, sobre todo, a aquellas que pertenecen a poblaciones vulnerables, como adolescentes, personas de escasos recursos (que necesitan conseguir cerca de US$550 para practicarse el procedimiento) y mujeres inmigrantes indocumentadas. Además, es una ley que difícilmente puede ser impugnada, pues autoriza a los ciudadanos privados a demandar a cualquier persona que realice un aborto, o que “ayude y sea cómplice” de un procedimiento.
La ley de aborto más restrictiva de Estados Unidos
El proyecto de ley avalado por los legisladores en Oklahoma va más allá de la normativa aprobada en Texas, pues contempla la prohibición del aborto casi desde la fertilización. Quienes defienden el derecho del aborto, en vista de que los estados liderados por republicanos quieren instaurar nuevas restricciones, argumentan que se ha establecido una nueva realidad legal en el país, incluso antes de que la Corte Suprema emita su concepto sobre “Roe vs. Wade”, a la sombra de la filtración sobre su supuesta intención de derogar dicha disposición judicial.
“Esto no es un simulacro de incendio”, dijo Emily Wales, presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood Great Plains, que tiene operaciones en Oklahoma, a The New York Times. “Esto no es un ensayo de lo que vendrá. Estamos viviendo en este mundo real en este momento. La Corte Suprema lo finalizará este verano”.
Aunque los demócratas se opusieron al proyecto de ley, argumentando que era mejor financiar los servicios de planificación familiar o reducir la pobreza, la fuerza de los republicanos ganó el pulso. “Legislación como esta, en la superficie, dice que vamos a acabar con el aborto en nuestro estado”, dijo la representante estatal Trish Ranson, una demócrata que votó en contra del proyecto de ley. “La forma en que elige hacerlo es punitiva, es especulativa y une a los peores de nosotros”.
Si el gobernador firma el proyecto de ley, las mujeres que viajan desde Texas enfrentarían otras barreras para practicarse un aborto y se castigaría a aquellas fuera del estado que ayuden a las mujeres de Oklahoma a abortar.
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