Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
A Jaime Naranjo le quieren levantar un monumento en Chile. El lunes, el diputado del Partido Socialista de Chile habló de corrido durante cerca de 14 horas ante la Cámara de Diputados, donde se debatía el proceso de juicio político contra el presidente Sebastián Piñera. Con su maratónica exposición, en la que defendió la destitución del mandatario por el escándalo de la minera Dominga, Naranjo buscaba hacer tiempo mientras otro diputado, Giorgio Jackson, llegaba al recinto a votar.
La travesía del diputado Jackson fue igual de memorable que el discurso de Naranjo en la Cámara. Luego de enterarse de que el candidato presidencial Gabriel Boric dio positivo por Covid-19, a Jackson le tocó cumplir con una cuarentena obligatoria en su residencia en Valparaíso, a 100 km de Santiago. Dicho aislamiento se cumplía a la medianoche del martes, por lo que a esa hora el diputado tomó su automóvil y se dirigió al Congreso Nacional. Los chilenos pudieron seguir de cerca su épico viaje, pues Jackson transmitió en vivo todo el camino hasta Santiago. Sin su voto, cabe destacar, las cuentas no habrían dado y la acusación se habría hundido.
Le puede interesar: Pandora Papers: Cámara de Diputados de Chile aprueba juicio político contra Piñera
“La de Naranjo es una táctica bien conocida en Estados Unidos, el filibusterismo. Acá en Chile la usaba la derecha, pero es la primera vez que alguien de la izquierda lo hace. A Naranjo puede costarle su jugada, pues un grupo de diputados estaría pensando en presentar una acusación contra él por incumplir con las reglas de ética de la cámara baja”, apuntó Germán Campos-Herrera, candidato a Doctor en Ciencia Política de la Universidad Diego Portales.
El filibustero de Naranjo, entonces, terminó de enmarcar una jornada histórica para el país. Hacia las ocho de la mañana del martes, hora de Chile, se leyeron los 78 votos necesarios para aprobar la acusación contra Piñera, la cual viajará ahora hasta el Senado para una votación que se desarrollará el próximo lunes.
Ahora, en la cámara alta la acusación contra el presidente, la segunda durante su mandato, tiene toda la pinta de no prosperar, pues la correlación de fuerzas contra Piñera no cuenta con los votos suficientes. Para Javier Couso Salas, analista político de la Universidad Diego Portales, el esfuerzo sobrehumano que tuvo que hacer Naranjo es una muestra de la politización que hay en el país, y ve imposible que se reúnan los cuatro votos necesarios en el Senado para avanzar con el juicio.
Aun así, para Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central de Chile, el episodio de todas maneras es histórico, pues es la primera vez que una acusación contra un presidente llega tan lejos en el Congreso desde que volvió la democracia al país. También es importante por las lecciones que deja.
Le puede interesar: Piden destitución del presidente Piñera en Chile por Pandora Papers
“Ya se había intentado en 2019, pero lo paradójico es que ahora avanza no por el tema de derechos humanos (el centro de la primera acusación), sino por temas económicos. Deja la pregunta sobre por qué no prosperó cuando los derechos humanos estaban en tela de juicio y ahora sí por infracciones financieras. Habla mal de la política porque pareciera ser más importante lo uno que lo otro. Eso será objeto de amplio debate”, le dijo Moreno a Radio France International.
¿Tiembla Lasso?
Al igual que Piñera, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, fue salpicado por los Pandora Papers. Al ecuatoriano se le acusa de incumplir con la ley que prohíbe que candidatos y funcionarios tengan inversiones en paraísos fiscales. Un informe de la Comisión de Garantías Constitucionales considera que Lasso mantenía inversiones en por lo menos un paraíso fiscal luego de la inscripción de su candidatura.
“Es probable que en otros escenarios, como el ecuatoriano, haya un desenlace diferente al de Chile. Allá el sistema institucional tiene otras condiciones. En el caso del presidente Lasso, él tiene un escenario más adverso dada la crisis de representación que hay en el país y su diseño institucional”, dice Germán Campos-Herrera, investigador asociado de la Universidad Diego Portales.
Le puede interesar: Pandora Papers: Congreso de Ecuador investigará a Lasso por cuentas offshore
La acusación también llega en un momento de convulsión en Chile, a dos semanas de las elecciones presidenciales y al mismo tiempo que trabaja la Convención Nacional Constituyente.
“Ahora, si finalmente prospera el proceso en Chile es una lección para castigar la impunidad, pero también acarrea un proceso complejo de inestabilidad para el país que sería muy adverso en este momento”, dice Campos-Herrera.
“Una implicación para la política nacional es el golpe a la derecha chilena, que se había consolidado en el poder con la imagen del presidente Piñera. Dado el escenario actual, la derecha tiene que replegarse. Y este, y otros eventos recientes, también conducen al ascenso de una derecha más radical encabezada por la figura de José Antonio Kast, que marca mucho en las encuestas de cara a las elecciones”, explica Campos-Herrera. El experto también recuerda que se necesitan dos tercios de los votos en el Senado para que la acusación prospere, y en la actual conformación es poco probable porque buena parte de la cámara pertenece al partido de derecha Chile Vamos, o son allegados al presidente. Piñera podría salir impune ante el Congreso, es lo más seguro según las cuentas, pero ni él ni la derecha quedarán impunes ante los ojos de los chilenos.
¿De qué se le acusa a Piñera?
A Piñera, cabe recordar, lo persigue el escándalo del proyecto minero Dominga en el archipiélago Humboldt, el cual queda a unos 30 kilómetros de la planta desalinizadora que sirve al proyecto se encuentra la Reserva Nacional del Pingüino de Humboldt. Según los Pandora Papers, la familia Piñera era la mayor accionista del proyecto hasta 2010, cuando el político ya llevaba nueve meses en el poder.
Carlos Alberto Délano, amigo de la infancia de Piñera, les compró toda la participación de los socios por US$152 millones en una operación en las Islas Vírgenes Británicas. Sobre la compra había una cláusula que indicaba que la última cuota dependería de que la zona del proyecto no fuera demarcada para la protección ambiental para poder funcionar. La decisión sobre la demarcación dependía de Piñera, quien pese a la presión de los grupos ambientalistas decidió no implementar medidas de protección. Por eso se acusa a Piñera de sacar provecho de su cargo para beneficiar el proyecto minero, sobre el cual había un gran conflicto de intereses.