‘Pegasus’, el software israelí que se usó para espiar periodistas y activistas
Por lo menos 50.000 personas fueron hackeadas con el software ‘Pegasus’, licenciado por Israel. La cifra más alta de intervenciones se encuentra en México: más de 15.000 números fueron intervenidos allí.
Una investigación del diario The Washington Post, The Guardian y Le Monde, con la colaboración de Forbidden Stories y Amnistía Internacional, acusó a la empresa israelí NSO Group de suministrar un software a gobiernos de todo el mundo desde 2016 para intervenir los teléfonos de por lo menos 50.000 personas, entre quienes se encuentran periodistas, activistas, políticos y empresarios.
El software que está en el eje central de la investigación fue bautizado como ‘Pegasus’, y es un spyware capaz de infectar a millones de teléfonos con sistemas operativos como iOS o Android. Este se vale de la técnica spear-phishing, la cual consiste en enviar a los objetivos mensajes de texto con enlaces fraudulentos para que una vez hagan clic en un enlace descarguen por error el software espía.
Ya dentro del teléfono, ‘Pegasus’ es capaz de rastrear la ubicación de una persona, detectar con quén se ha reunido, enviar y recibir mensajes, recopilar fotos y tomar control del micrófono para grabar conversaciones sin dejar rastro.
La investigación advierte que un spyware tan avanzado como este va evolucionando en sus vías para atacar a las víctimas. Para combatirlo, los expertos recomiendan mantener al día las últimas versiones del sistema operativo del teléfono.
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En la lista de víctimas de este spyware figuran números de periodistas de medios de todo el mundo, como la Agence France-Presse, The Wall Street Journal, CNN, The New York Times, Al Jazeera, France 24, Radio Free Europe, Mediapart, El País, Associated Press, Le Monde, Bloomberg, The Economist, Reuters y Voice of America, dijo The Guardian.
El uso del software para hackear los teléfonos de los reporteros de Al-Jazeera y de un periodista marroquí había sido informado anteriormente por Citizen Lab, un centro de investigación de la Universidad de Toronto, y Amnistía Internacional.
También figuran dos números pertenecientes a mujeres cercanas al periodista nacido en Arabia Saudita Jamal Khashoggi, quien fue asesinado por un escuadrón saudí en 2018. Incluye asimismo el número de un periodista independiente mexicano que luego fue asesinado en un lavadero de autos. Su teléfono nunca fue hallado y no está claro si fue pirateado.
Espía de bolsillo
The Post dijo que los números en la lista no están atribuidos, pero los medios de comunicación que participan en el proyecto pudieron identificar a más de 1.000 personas de más de 50 países.
Entre ellos se encontraban varios miembros de familias reales árabes, al menos 65 ejecutivos de empresas, 85 activistas de derechos humanos, 189 periodistas y más de 600 políticos y funcionarios gubernamentales, incluidos jefes de Estado y de gobierno y ministros.
Según los reportes, muchos números de la lista estaban concentrados en 10 países: Azerbaiyán, Bahréin, Hungría, India, Kazajastán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
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En un comunicado difundido este domingo, NSO dijo que el informe de Forbidden Stories está “repleto de suposiciones erróneas y teorías no corroboradas”, y amenazó con entablar una demanda por difamación contra la organización.
“Como NSO ha dicho anteriormente, nuestra tecnología no está de ninguna manera relacionada con el atroz asesinato de Jamal Khashoggi”, dijo la compañía. “Nos gustaría enfatizar que NSO vende sus tecnologías únicamente a agencias policiales y de inteligencia de determinados gobiernos con el único propósito de salvar vidas mediante la prevención del crimen y los actos terroristas”, agregó.
Citizen Lab informó en diciembre que los dispositivos móviles de más de tres decenas de periodistas de la red Al-Jazeera de Qatar habían sido atacados por Pegasus.
Amnistía Internacional comunicó a su vez en junio del año pasado que las autoridades marroquíes utilizaron el malware de NSO para insertar software espía en el teléfono celular de Omar Radi, un periodista condenado por una publicación en las redes sociales.
En ese momento, NSO dijo a la AFP que estaba “profundamente preocupada por las acusaciones” y que estaba revisando la información.
Fundado en 2010 por los israelíes Shalev Hulio y Omri Lavie, NSO tiene su sede en el centro israelí de alta tecnología de Herzliya, cerca de Tel Aviv, y afirma que emplea a cientos de personas en Israel y en todo el mundo.
Una investigación del diario The Washington Post, The Guardian y Le Monde, con la colaboración de Forbidden Stories y Amnistía Internacional, acusó a la empresa israelí NSO Group de suministrar un software a gobiernos de todo el mundo desde 2016 para intervenir los teléfonos de por lo menos 50.000 personas, entre quienes se encuentran periodistas, activistas, políticos y empresarios.
El software que está en el eje central de la investigación fue bautizado como ‘Pegasus’, y es un spyware capaz de infectar a millones de teléfonos con sistemas operativos como iOS o Android. Este se vale de la técnica spear-phishing, la cual consiste en enviar a los objetivos mensajes de texto con enlaces fraudulentos para que una vez hagan clic en un enlace descarguen por error el software espía.
Ya dentro del teléfono, ‘Pegasus’ es capaz de rastrear la ubicación de una persona, detectar con quén se ha reunido, enviar y recibir mensajes, recopilar fotos y tomar control del micrófono para grabar conversaciones sin dejar rastro.
La investigación advierte que un spyware tan avanzado como este va evolucionando en sus vías para atacar a las víctimas. Para combatirlo, los expertos recomiendan mantener al día las últimas versiones del sistema operativo del teléfono.
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En la lista de víctimas de este spyware figuran números de periodistas de medios de todo el mundo, como la Agence France-Presse, The Wall Street Journal, CNN, The New York Times, Al Jazeera, France 24, Radio Free Europe, Mediapart, El País, Associated Press, Le Monde, Bloomberg, The Economist, Reuters y Voice of America, dijo The Guardian.
El uso del software para hackear los teléfonos de los reporteros de Al-Jazeera y de un periodista marroquí había sido informado anteriormente por Citizen Lab, un centro de investigación de la Universidad de Toronto, y Amnistía Internacional.
También figuran dos números pertenecientes a mujeres cercanas al periodista nacido en Arabia Saudita Jamal Khashoggi, quien fue asesinado por un escuadrón saudí en 2018. Incluye asimismo el número de un periodista independiente mexicano que luego fue asesinado en un lavadero de autos. Su teléfono nunca fue hallado y no está claro si fue pirateado.
Espía de bolsillo
The Post dijo que los números en la lista no están atribuidos, pero los medios de comunicación que participan en el proyecto pudieron identificar a más de 1.000 personas de más de 50 países.
Entre ellos se encontraban varios miembros de familias reales árabes, al menos 65 ejecutivos de empresas, 85 activistas de derechos humanos, 189 periodistas y más de 600 políticos y funcionarios gubernamentales, incluidos jefes de Estado y de gobierno y ministros.
Según los reportes, muchos números de la lista estaban concentrados en 10 países: Azerbaiyán, Bahréin, Hungría, India, Kazajastán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
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En un comunicado difundido este domingo, NSO dijo que el informe de Forbidden Stories está “repleto de suposiciones erróneas y teorías no corroboradas”, y amenazó con entablar una demanda por difamación contra la organización.
“Como NSO ha dicho anteriormente, nuestra tecnología no está de ninguna manera relacionada con el atroz asesinato de Jamal Khashoggi”, dijo la compañía. “Nos gustaría enfatizar que NSO vende sus tecnologías únicamente a agencias policiales y de inteligencia de determinados gobiernos con el único propósito de salvar vidas mediante la prevención del crimen y los actos terroristas”, agregó.
Citizen Lab informó en diciembre que los dispositivos móviles de más de tres decenas de periodistas de la red Al-Jazeera de Qatar habían sido atacados por Pegasus.
Amnistía Internacional comunicó a su vez en junio del año pasado que las autoridades marroquíes utilizaron el malware de NSO para insertar software espía en el teléfono celular de Omar Radi, un periodista condenado por una publicación en las redes sociales.
En ese momento, NSO dijo a la AFP que estaba “profundamente preocupada por las acusaciones” y que estaba revisando la información.
Fundado en 2010 por los israelíes Shalev Hulio y Omri Lavie, NSO tiene su sede en el centro israelí de alta tecnología de Herzliya, cerca de Tel Aviv, y afirma que emplea a cientos de personas en Israel y en todo el mundo.