¿Por qué el tuit de Petro sobre el rechazo en Chile resulta tan desatinado?
Tras la derrota del apruebo en el plebiscito de Chile, el presidente Gustavo Petro tuiteó: “Revivió Pinochet”.
Camilo Gómez Forero
Colombia despertó el lunes con la derrota de la nueva Constitución chilena liderando la lista de temas más comentados en las redes sociales en el país. Si bien la región estaba a la expectativa de lo que pudiera ocurrir con esta votación, fueron los comentarios del presidente Gustavo Petro los que avivaron el interés de los colombianos por la política chilena.
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Colombia despertó el lunes con la derrota de la nueva Constitución chilena liderando la lista de temas más comentados en las redes sociales en el país. Si bien la región estaba a la expectativa de lo que pudiera ocurrir con esta votación, fueron los comentarios del presidente Gustavo Petro los que avivaron el interés de los colombianos por la política chilena.
Minutos después de darse a conocer los resultados del plebiscito celebrado el domingo, el presidente colombiano tuiteó: “Revivió Pinochet”, un comentario que cada vez más analistas consideran “desafortunado” y “penoso”.
En un siguiente trino, el jefe de Estado agregó que el pasado dictatorial de América Latina quedará finalmente atrás “sólo si las fuerzas democráticas y sociales se unen”. De inmediato se escucharon las críticas al presidente. La internacionalista Sandra Borda escribió que: “Siempre es más fácil estigmatizar las preferencias políticas de los otros que tratar de entenderlas”, refiriéndose al trino de Petro.
Otros incluso fueron más allá: afirmaron que las palabras del presidente Petro “incitaban al odio”. La derecha, por otro lado, enalteció el triunfo del no chileno y se reafirmó en que la propuesta de la nueva Constitución estaba “ideologizada”. El expresidente Iván Duque, por ejemplo, resaltó que en esos comicios ganó la “sensatez sobre las imposiciones ideologizadas que fracturarían para siempre una sociedad que ha alcanzado logros sociales y económicos”.
De igual forma, el senador Carlos Meisel, del Centro Democrático, manifestó que la posición de Petro era hipócrita y que eso se veía reflejado en sus más recientes movidas en la política exterior. “Todos los seres humanos defendemos inherentemente posturas políticas. Lo triste es que sigamos con la hipocresía. Para respaldar a Nicaragua: “hay que respetar la autodeterminación de los pueblos”. Para minimizar el triunfo del NO Chileno: “revivió Pinochet””, escribió.
Pero ¿qué hace que esta declaración sea tan desatinada? Hay varios aspectos por revisar. Veamos:
Por si tiene afán:
Hay tres razones por las que la expresión de Petro está mal:
- 📄 Muestra un reduccionismo del debate, pues asume que por votar en contra de la propuesta de la nueva Constitución se está apoyando a Augusto Pinochet en Chile. Además, desconoce la cuestión de fondo: se votaba sobre una propuesta texto constitucional, no sobre el dictador Pinochet.
- 📄 “Revivió Pinochet” es una declaración que denota cierta ignorancia sobre la Constitución chilena y que ofende también a quienes fueron perseguidos por la dictadura. Es como si dijéramos que “Pinochet está más vivo que nuca” y que sus enclaves autoritarios serán reinstaurados en la Constitución tras la derrota del apruebo el domingo. No es así.
- Aunque se le ha conocido como la “Constitución de Pinochet”, este texto tuvo muchas modificaciones para eliminar el autoritarismo de ella. Incluso cuenta con la firma del presidente Ricardo Lagos, quien gobernó entre 2000 y 2006. Estas modificaciones se hicieron a través de conciliaciones entre distintos sectores. Queda mucho por resolver, pero la derrota del domingo del apruebo no es igual al regreso de los mandatos dictatoriales de Pinochet.
- 📄 En términos de relaciones diplomáticas, es una clara muestra de injerencia en asuntos de otro país, algo que el mismo presidente colombiano ha criticado en el pasado. Por otro lado, no le ayuda al presidente Gabriel Boric en nada.
Petro no fue el único que reaccionó así
Desde España, el ex secretario general del partido de izquierda Podemos, Pablo Iglesias, también reaccionó de manera abrupta a la victoria del rechazo en el plebiscito chileno.
“A mi juicio, la clave de que la voluntad de la mayoría chilena haya cambiado en estos meses no se debe a que la Constitución que se votaba fuera demasiado ‘de izquierdas’, sino a la acción sostenida en el tiempo de los principales actores ideológicos: los poderes mediáticos”, se despachó Iglesias en una columna.
Como le contestó el sociólogo Juan Jiménez, de la Universidad de Chile, “una derrota de esa magnitud implica que no fueron los poderes mediáticos (que, por cierto, no impidieron las victorias recientes –como la de Gabriel Boric–). A la población de Chile no le convenció propuesta que le hicimos, para ella fue muy de izquierdas. (Y no ser conservador no te hace de izquierda)”. La magnitud es clara: más de 20 puntos de diferencia en las urnas.
Es importante acá ver la declaración de Iglesias porque nos lleva a la primera razón por la que el comentario de Petro es desatinado: el reduccionismo.
1) La izquierda tiene problemas para leer a sus votantes
Así como Iglesias, Petro lee la derrota de la propuesta de nueva Constitución de una manera reduccionista. Mientras que el político español, ahora retirado de la escena, le echa la culpa a los “poderes mediáticos”, el presidente colombiano lo hace en tono ideológico sobre un apoyo a la dictadura y un rechazo a la izquierda.
Cuando Petro dijo que “Revivió Pinochet” estaba asumiendo que los chilenos –el 62 %– dijeron “sí a Pinochet” el domingo en la noche. No puede estar más equivocado. Similar a lo que dice Jiménez, “no ser de izquierda no te hace conservador”. Esta decisión iba más allá de Pinochet o los medios.
Esta votación no se trataba de si el pueblo estaba a favor o no del dictador chileno, sino a favor o en contra de una propuesta para reemplazar un texto constitucional de hace décadas, que carece de legitimidad. El resultado fue claro: el pueblo, que sí quiere un cambio, no estaba a gusto con la propuesta de texto, y Petro, con su tuit, está desconociendo la voluntad de los chilenos disgutados con esta propuesta.
Creer que la población que se asume es de izquierda iba a votar apruebo al texto de la nueva Constitución simplemente porque el texto se presentó como uno progresista y liberal es un error garrafal y lleva a conclusiones como la que hizo Petro: que “revivió Pinochet”. Estos resultados demuestran que no hay que ver a los votantes en tono de blanco y negro: votar en contra de la propuesta de la nueva Constitución no es igual a un apoyo a Pinochet y el regreso de este.
Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Chile, dice que hay una tendencia del progresismo a autoengañarse, a una cierta superioridad moral que hace que luego su movimiento no se traduzca en resultados, como sucedió el domingo. Eso es peligroso. Hay, sobre todo, una falta de autocrítica.
“Esta falta de autocrítica aleja al progresismo de las preocupaciones de los ciudadanos y ciudadanas que viven en las peores condiciones dentro de la sociedad. El autoengaño es peligroso porque se traduce en una pérdida de conexión con los problemas de los sectores más apartados”, dice Mella.
El politólogo chileno hace énfasis en los datos y se pregunta si la izquierda representa un proyecto para los sectores populares. La evidencia le dice que no. En todas las zonas de sacrificio ambiental, lugares con una concentración masiva de población de bajos ingresos que trabaja en industrias contaminantes, ganó el rechazo a la nueva Constitución.
“Puede ser que este proyecto de texto priorizaba el respeto por el medio ambiente, pero por otro lado estaba el tema de descarbonización. Hay gente que tiene que sobrevivir mes a mes y que necesita ahora mismo esas industrias. Frente a estos dos polos, la transformación del país a industrias verdes y la supervivencia económica, las personas en esas condiciones han optado por la segunda”, dijo Mella.
En pocas palabras: a la izquierda le hace falta más autocrítica y conocer más las necesidades y urgencias de sus votantes.
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2) Injerencia en asuntos internos de otro país
El comentario de Petro también resulta desatinado porque es de lleno una declaración sobre los asuntos internos de otro país, algo que choca con la postura diplomática menos osada, con una doctrina de no intervención, que buscaba adoptar este gobierno.
Mella dice que las declaraciones de Petro no van a afectar las relaciones entre Chile y Colombia, pues “buena parte de la política exterior de los estados latinoamericanos depende del color político de gobierno de turno, y por esa razón el comentario no se va a transformar en un problema con Boric”. Si no consideran en lo político, dice el politólogo, sí habría un problema innecesario.
“De todas maneras, aunque esto no vaya a trascender dada la proximidad ideológica entre ambos presidentes, es una declaración extraordinariamente irrespetuosa sobra asuntos internos que le corresponde definir a los y las chilenos. Su declaración, considerando el nivel de crisis y polarización de la región, es irresponsable y denota un alto nivel de ignorancia”, resalta Mella.
El excanciller chileno, Roberto Ampuero, también se pronunció sobre este episodio. “Petro ofende a la mayoría de los chilenos. Respete”, le dijo el diplomático al presidente colombiano.
“Esto ofende a sectores del progresismo y la izquierda chilena que fueron parte de los gobiernos de la concertación, muchos de los cuales votaron por el rechazo el domingo y en los años de dictadura fueron víctimas de la represión de Pinochet. Es muy injusto para las personas que desde distintos partidos, como el socialista, que votaron rechazo simplemente porque consideraron que el texto no era el que requiere el país para los próximos años”, destacó Mella.
Además, el politólogo hace énfasis en que estas declaraciones, cuando hay un resultado tan abrumador, generan un efecto contraproducente para el rol que debe jugar el presidente Boric de aquí en adelante. El presidente chileno está llamado a conciliar y a dirigir el camino del nuevo proceso constituyente con un gobierno que es minoritario. La declaración de Petro no le ayuda a Boric, dice Mella.
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3) ¿Es esta la Constitución de Pinochet?
“Revivió Pinochet” es una declaración que denota cierta ignorancia sobre la Constitución chilena y que ofende también a quienes fueron perseguidos por la dictadura, como dice Mella.
Aunque se le ha conocido como la “Constitución de Pinochet”, el texto actual tuvo muchas modificaciones para eliminar el autoritarismo de ella. La Constitución actual, de 1980, fue redactada durante la dictadura. Su borrador fue escrito por la comisión Ortúzar, revisado por el Consejo de Estado y sometido a plebiscito por la Junta Nacional de Gobierno, conformada por Augusto Pinochet y otros tres generales, un proceso repleto de acusaciones de fraude. Todo eso es cierto.
Sin embargo, tan solo en 1989, aún en dictadura, el texto tuvo 54 cambios. Durante los siguientes 16 años, ya en democracia, tuvo 16 reformas más que promovían la participación ciudadana. En 2005, el expresidente Ricardo Lagos Escobar promete “terminar con la Constitución de Pinochet” y le da los últimos ajustes para desaparecer todos los enclaves autoritarios que había durante la dictadura. Estas modificaciones se hicieron a través de conciliaciones entre distintos sectores.
Pinochet y sus enclaves autoritarios ya no están presente, aunque claro, quedan muchos asuntos pendientes por resolver en cuanto a lo social. Pero que el rechazo al nuevo texto haya triunfado no significa que “revivieran” aquellos mandatos dictatoriales de la era Pinochet.
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¿Cuál es el problema de la Constitución entonces?
La espina dorsal de este asunto es la legitimidad de origen. De todas maneras, y aunque los enclaves autoritarios ya no estén tras la purga que se les hizo en 2005, este texto fue redactado bajo un régimen militar, por lo que genera mucha desconfianza.
“Uno puede tener una discusión sobre qué tan distinta es la Constitución hoy respecto a la dictadura. El problema central es la legitimidad en el origen de este texto. La gran mayoría del país entiende que la Constitución debe ser superada. Ahora, esto no es cambiarla por cualquier texto, y eso fue lo que quedó claro el domingo”, concluyó Mella.
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