Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó en un comunicado que esta pirámide denominada El Calón -al parecer de la cultura aztatlán- se encuentra a unos 12 kilómetros de la ciudad de Escuinapa, cubierta de maleza y árboles en los terrenos pantanosos de la costa central del estado de Sinaloa.
La obra cubre una superficie de 80 por 80 metros y tiene más de 20 metros de altura.
“Se trata de un edificio único en el mundo pues es una auténtica pirámide de 20,7 metros de altura, construida con conchas de molusco, en particular de pata de mula y en menor medida, ostión, muchas de las cuales están todavía cerradas”, dijo el arqueólogo Alfonso Grave del INAH.
El especialista señaló -según el comunicado del instituto- que el material que se utilizó en su construcción fue extraído y no son desechos de la alimentación.
Agregó que para la construcción se utilizaron casi 300 millones de moluscos de concha y la forma fue planeada desde un principio con fines sagrados, “es decir, funcionó como templo”, y al parecer fue construida entre el año 750 y 1200 de nuestra era.
Grave explicó que El Calón fue construido con este material debido a que en la zona no existen piedras sino a distancias lejanas, además de que en la zona se localizan más de 2.000 montículos construidos con este material.
El especialista del INAH destacó que el arqueólogo Stuart D. Scott fue el primero en señalar que esta pirámide fue un adoratorio prehispánico debido a que tiene una orientación similar a la de todos los templos mesoamericanos.
Grave señaló que una de sus dificultades ha sido precisar su antigüedad debido a que en su interior se han encontrado materiales como obsidiana, piedras pulidas, machacadoras y pulidoras y dos figurillas antropomorfas.
“Estos materiales ubicados en dos temporadas de excavación, en 2001 y 2005, respectivamente, sitúan el uso de El Calón como centro ceremonial después del 750 d.C y quizá hasta el 1000 d.C., y estaría relacionado con el auge del desarrollo político del sur de Sinaloa, a lo que se denomina como horizonte aztatlán” , indicó el arqueólogo.
Agregó que esta construcción formaba parte de los mecanismos de control religioso y templo para ceremonias relacionadas con una buena pesca, más que con ceremonias para la fertilidad agrícola.
Una de las mayores dificultades ha sido precisar la edad de la pirámide, pues los materiales de construcción tienen antigüedad mayor.
Las dificultades aumentan debido a que no existe en la zona restos de asentamientos humanos antiguos, debido a que es una zona pantanosa.
El arqueólogo expresó su confianza en que se pueda conocer un dato más preciso una vez que se apliquen los procesos de determinar la fecha a los objetos encontrados como la obsidiana y la piedra pulida.
El experto señaló que esta región fue habitada por diversos grupos entre los años 750 y 1200 que se asentaron principalmente a la orilla de los ríos y los esteros.