Políticos peruanos y de otros países que se aprovecharon de su cargo para vacunarse
No sólo es Perú: en España, Estados Unidos, y Ecuador políticos abusaron de su cargo para vacunarse antes que la gente.
Las vacunas de la covid-19 se han convertido en una salvación y a la vez en un problema para muchos países del mundo. Lo que podría ser una oportunidad para erradicar la pandemia, asegurando un acceso equitativo y universal para toda la población, se convirtió en el privilegio de algunos funcionarios que creen tener más derechos que el resto de la gente. El gran escándalo de estos días es el de Perú, que plena segunda ola de contagios de coronavirus, sufre un nuevo terremoto político luego de revelarse, antes de la campaña oficial de inmunización, altos cargos y servidores públicos ya se habían vacunado.
La crisis estalló el pasado miércoles, cuando el periodista Carlos Paredes reveló que el expresidente Martín Vizcarra, actual candidato al Congreso en las elecciones generales del próximo 11 de abril, había sido vacunado en octubre de manera secreta, cuando aún era jefe de Estado. Desde entonces, nuevas confesiones y renuncias en el seno del Gobierno peruano marcaron la agenda mediática del país. El escándalo pasó a conocerse como “vacunagate”. Lo triste es que no es el único país en el que se han presentado este tipo de casos, a continuación los lugares en donde se han presentado situaciones similares.
Puede leer: Perú: dos ministras renuncian por escándalo de vacunación tramposa
¿Qué es el “vacunagate” peruano?
Se trata de la aplicación irregular a altos funcionarios y a sus familiares de un exclusivo lote de vacunas entregado por el laboratorio chino Sinopharm para el personal implicado en el ensayo clínico de su vacuna. Este lunes se hizo pública la lista de los 487 inoculados, donde aparece como “invitado” Vizcarra y, registrados como “entorno cercano” figuran los nombres de su esposa y su hermano.
Lejos de ser una peripecia exclusiva de la anterior administración, la controversia salpicó de pleno al actual Gobierno de transición, presidido por Francisco Sagasti, pues también fueron vacunadas las exministras Pilar Mazzetti (Salud) y Elizabeth Astete (Relaciones Exteriores) quienes, a diferencia de Vizcarra, lo hicieron una vez la vacuna ya había sido aprobada.
Vizcarra anunció en agosto del año pasado que Perú otorgó autorización al laboratorio chino Sinopharm para llevar a cabo los ensayos clínicos masivos de su vacuna. Las primeras dosis de la vacuna llegaron formalmente al país a principios de septiembre y, con la participación de 12.000 voluntarios, ese mismo mes se iniciaron los estudios en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
El pasado domingo se conoció que el protocolo del ensayo estableció el envío de un lote con 3.200 dosis extras “para ser administradas voluntariamente al equipo de investigación y personal relacionado al estudio”. De ese cupo, 1.200 quedaron presuntamente en manos de la Embajada de China en Perú y 2.000 en manejo del equipo a cargo del ensayo clínico, que las facilitó a petición de las autoridades y contactos cercanos.
Desde el principio, el presidente Sagasti manifestó su “indignación” por este caso y ordenó que todos los funcionarios del Gobierno que participaron en esta vacunación irregular quedaran fuera de sus funciones en el Estado. La primera en irse fue Mazzetti, quien dimitió el pasado viernes, aunque los detalles de su renuncia no se confirmaron hasta el lunes siguiente. El domingo fue el turno de la canciller Elizabeth Astete, quien dimitió tras reconocer que había recibido la vacuna el 22 de enero. También lo admitieron y renunciaron a su cargo los ahora exviceministros de Salud Luis Suárez y Víctor Bocangel.
Puede leer: ¿Cómo van los países de América Latina donde ya comenzó la vacunación?
Ecuador, otro señalado
Ecuador es otro los países que ha estado en el centro de la controversia, luego de que el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, decidiera vacunar primero a sus familiares y no seguir con el programa regular de vacunación nacional. El escándalo llegó a tal punto que se pidió al presidente Lenin Moreno la renuncia del funcionario. Incluso, el parlamento aprobó hace unos días una moción para sacarlo del puesto.
Los planes de Ecuador, que hasta el momento tiene 8.000 de las 86.000 dosis que compró, era primero vacunar a lpersonal de primera línea de atención médica y adultos mayores de centros geriátricos. Por eso la lluvia de críticas llegó desde todos los frentes: asociaciones médicas, la Defensoría del pueblo, y políticos de algunos partidos.
La respuesta del gobierno llegó a través de la Secretaría de Comunicación del gobierno, en la que la funcionaria Caridad Vela, afirmó: “Todos queremos una vacuna para nuestros seres queridos y lo que el Ecuador tiene que entender es que todos la vamos a tener, simplemente que hay que vacunar a unos primero, no con una relación de preferencia”. Afirmó de esta manera el apoyo gubernamental al cuestionado ministro de Salud.
Funcionarios españoles al banquillo
Un escándalo similar se dio en España a finales del pasado enero, cuando las concejalas de Servicios Municipales y de Educación del Ayuntamiento de Molina de Segura, Sandra Díez y Fuensanta Martínez, respectivamente, del PSOE, tuvieron que dimitir tras conocerse que se vacunaron antes de tiempo y saltándose los protocolos del gobierno nacional.
Además, el jefe de Estado Mayor de Defensa, el general Miguel Ángel Villaroya, también recibió una dosis antes de tiempo, por lo que las directivas del PSOE decidieron pedirle que dejara el cargo, lo cual hizo “con la consciencia tranquila”.
Por otro lado, en Ceuta, enclave español en el norte de África, Consejero de Salud local, señaló al ser acusado por este mismo hecho: “No quería vacunarme, pero mis asesores me dijeron que si yo no me vacunaba ellos tampoco lo harían, en particular considerando mi vulnerabilidad debido a mi diabetes y presión arterial”. Tras esta argumentación se negó a renunciar.
El escándalo llega a Estados Unidos
Incluso en Estados Unidos, uno de los países que más vacunas tiene, ha caído en este tipo de situaciones. De hecho, CNN reportó que dentro de la estrategia publicada por el gobierno no figuraban en la primera línea los y las cónyugues de los funcionarios gubernamentales. Sin embargo, “las primeras damas de Kentucky y Virginia Occidental, la esposa del vicepresidente republicano Mike Pence, Karen Pence, la esposa del presidente electo demócrata Joe Biden, Jill Biden, y el esposo de la vicepresidenta electa Kamala Harris, Doug Emhoff, estuvieron entre los primeros estadounidenses en obtener las vacunas que potencialmente pueden salvar vidas”, señaló el medio.
Las vacunas de la covid-19 se han convertido en una salvación y a la vez en un problema para muchos países del mundo. Lo que podría ser una oportunidad para erradicar la pandemia, asegurando un acceso equitativo y universal para toda la población, se convirtió en el privilegio de algunos funcionarios que creen tener más derechos que el resto de la gente. El gran escándalo de estos días es el de Perú, que plena segunda ola de contagios de coronavirus, sufre un nuevo terremoto político luego de revelarse, antes de la campaña oficial de inmunización, altos cargos y servidores públicos ya se habían vacunado.
La crisis estalló el pasado miércoles, cuando el periodista Carlos Paredes reveló que el expresidente Martín Vizcarra, actual candidato al Congreso en las elecciones generales del próximo 11 de abril, había sido vacunado en octubre de manera secreta, cuando aún era jefe de Estado. Desde entonces, nuevas confesiones y renuncias en el seno del Gobierno peruano marcaron la agenda mediática del país. El escándalo pasó a conocerse como “vacunagate”. Lo triste es que no es el único país en el que se han presentado este tipo de casos, a continuación los lugares en donde se han presentado situaciones similares.
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¿Qué es el “vacunagate” peruano?
Se trata de la aplicación irregular a altos funcionarios y a sus familiares de un exclusivo lote de vacunas entregado por el laboratorio chino Sinopharm para el personal implicado en el ensayo clínico de su vacuna. Este lunes se hizo pública la lista de los 487 inoculados, donde aparece como “invitado” Vizcarra y, registrados como “entorno cercano” figuran los nombres de su esposa y su hermano.
Lejos de ser una peripecia exclusiva de la anterior administración, la controversia salpicó de pleno al actual Gobierno de transición, presidido por Francisco Sagasti, pues también fueron vacunadas las exministras Pilar Mazzetti (Salud) y Elizabeth Astete (Relaciones Exteriores) quienes, a diferencia de Vizcarra, lo hicieron una vez la vacuna ya había sido aprobada.
Vizcarra anunció en agosto del año pasado que Perú otorgó autorización al laboratorio chino Sinopharm para llevar a cabo los ensayos clínicos masivos de su vacuna. Las primeras dosis de la vacuna llegaron formalmente al país a principios de septiembre y, con la participación de 12.000 voluntarios, ese mismo mes se iniciaron los estudios en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
El pasado domingo se conoció que el protocolo del ensayo estableció el envío de un lote con 3.200 dosis extras “para ser administradas voluntariamente al equipo de investigación y personal relacionado al estudio”. De ese cupo, 1.200 quedaron presuntamente en manos de la Embajada de China en Perú y 2.000 en manejo del equipo a cargo del ensayo clínico, que las facilitó a petición de las autoridades y contactos cercanos.
Desde el principio, el presidente Sagasti manifestó su “indignación” por este caso y ordenó que todos los funcionarios del Gobierno que participaron en esta vacunación irregular quedaran fuera de sus funciones en el Estado. La primera en irse fue Mazzetti, quien dimitió el pasado viernes, aunque los detalles de su renuncia no se confirmaron hasta el lunes siguiente. El domingo fue el turno de la canciller Elizabeth Astete, quien dimitió tras reconocer que había recibido la vacuna el 22 de enero. También lo admitieron y renunciaron a su cargo los ahora exviceministros de Salud Luis Suárez y Víctor Bocangel.
Puede leer: ¿Cómo van los países de América Latina donde ya comenzó la vacunación?
Ecuador, otro señalado
Ecuador es otro los países que ha estado en el centro de la controversia, luego de que el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, decidiera vacunar primero a sus familiares y no seguir con el programa regular de vacunación nacional. El escándalo llegó a tal punto que se pidió al presidente Lenin Moreno la renuncia del funcionario. Incluso, el parlamento aprobó hace unos días una moción para sacarlo del puesto.
Los planes de Ecuador, que hasta el momento tiene 8.000 de las 86.000 dosis que compró, era primero vacunar a lpersonal de primera línea de atención médica y adultos mayores de centros geriátricos. Por eso la lluvia de críticas llegó desde todos los frentes: asociaciones médicas, la Defensoría del pueblo, y políticos de algunos partidos.
La respuesta del gobierno llegó a través de la Secretaría de Comunicación del gobierno, en la que la funcionaria Caridad Vela, afirmó: “Todos queremos una vacuna para nuestros seres queridos y lo que el Ecuador tiene que entender es que todos la vamos a tener, simplemente que hay que vacunar a unos primero, no con una relación de preferencia”. Afirmó de esta manera el apoyo gubernamental al cuestionado ministro de Salud.
Funcionarios españoles al banquillo
Un escándalo similar se dio en España a finales del pasado enero, cuando las concejalas de Servicios Municipales y de Educación del Ayuntamiento de Molina de Segura, Sandra Díez y Fuensanta Martínez, respectivamente, del PSOE, tuvieron que dimitir tras conocerse que se vacunaron antes de tiempo y saltándose los protocolos del gobierno nacional.
Además, el jefe de Estado Mayor de Defensa, el general Miguel Ángel Villaroya, también recibió una dosis antes de tiempo, por lo que las directivas del PSOE decidieron pedirle que dejara el cargo, lo cual hizo “con la consciencia tranquila”.
Por otro lado, en Ceuta, enclave español en el norte de África, Consejero de Salud local, señaló al ser acusado por este mismo hecho: “No quería vacunarme, pero mis asesores me dijeron que si yo no me vacunaba ellos tampoco lo harían, en particular considerando mi vulnerabilidad debido a mi diabetes y presión arterial”. Tras esta argumentación se negó a renunciar.
El escándalo llega a Estados Unidos
Incluso en Estados Unidos, uno de los países que más vacunas tiene, ha caído en este tipo de situaciones. De hecho, CNN reportó que dentro de la estrategia publicada por el gobierno no figuraban en la primera línea los y las cónyugues de los funcionarios gubernamentales. Sin embargo, “las primeras damas de Kentucky y Virginia Occidental, la esposa del vicepresidente republicano Mike Pence, Karen Pence, la esposa del presidente electo demócrata Joe Biden, Jill Biden, y el esposo de la vicepresidenta electa Kamala Harris, Doug Emhoff, estuvieron entre los primeros estadounidenses en obtener las vacunas que potencialmente pueden salvar vidas”, señaló el medio.