¿Por qué Colombia y Ecuador aumentan seguridad en la frontera?
Los dos países buscan que la región limítrofe sea segura, según informó el ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Agencia EFE y AFP
La detonación hace unos días de un explosivo en la localidad de Mataje, en el norte de la provincia costera de Esmeraldas y fronteriza con Colombia, dejó tres soldados muertos y siete heridos, obligó a los gobiernos de Ecuador y Colombia a concretar una reunión técnica para evaluar la seguridad fronteriza.
La cita, en la Brigada 31 "Andes", del Ejército ecuatoriano acantonada en Tulcán, capital de la provincia andina de Carchi y limítrofe con Colombia.erminó hace unos minutos y se llegó a un acuerdo: "redoblar la seguridad" en la frontera para enfrentar a grupos armados.
Para la Policía colombiana, la hipótesis más probable es que el atentado fuera perpetrado por un grupo de disidentes de las FARC bajo el mando de un hombre conocido por el alias de 'Guacho' que, según recordó este viernes, 23 de marzo del 2018, Villegas, es ecuatoriano. Ese grupo tiene una fuerte presencia en la zona fronteriza colombiana, especialmente en el municipio de Tumaco, la localidad con más hectáreas de coca sembradas en todo el país.
Ver más: "Se van a arrepentir de sus acciones criminales": Presidente de Ecuador
Los viceministros de Defensa de ambos países, así como autoridades policiales y militares, analizaron la situación de la frontera en el marco de la reunión de la Comisión Binacional Fronteriza, realizada en la ciudad de Tulcán, en el norte de Ecuador.
De su lado, el viceministro de Defensa de Ecuador, Felipe Vega, dijo que las "acciones coordinadas" entre Fuerzas Armadas y policía van "a redundar en un esfuerzo importantísimo de redoblar la seguridad en las zonas más conflictivas, en el intercambio de información constante, en la capacitación mutua".
Otros acuerdos
Otros compromisos asumidos por los países son "compartir información, (establecer) centros coordinados de inteligencia entre las fuerzas militares y policiales de Ecuador y Colombia" y realizar "ejercicios de capacitación" para compartir experiencias, agregó Fernández.Las autoridades no precisaron el número de uniformados que reforzarán la vigilancia y tampoco indicaron si se realizarán operaciones militares conjuntas.
El encuentro empezó con un minuto de silencio en memoria de los tres militares ecuatorianos que murieron el martes por la explosión de un artefacto, en el peor ataque que ha enfrentado Ecuador en los últimos años.
Los soldados estaban patrullando la zona limítrofe, en la provincia costera de Esmeraldas cuando ocurrió el estallido, que además dejó 11 heridos, uno de ellos de gravedad.
Ver más: Otro atentado sacude el norte de Ecuador
Otros ataques en la misma provincia han dejado 32 uniformados y civiles heridos en distintas acciones.
Ecuador está enfrentando desde hace más de dos meses una inusual ofensiva en la zona de frontera a manos presuntamente de disidentes de las FARC, la guerrilla colombiana que depuso las armas para convertirse en partido político tras firmar la paz en 2016.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, atribuye los ataques a una represalia por parte de los grupos que se apartaron del proceso de paz -que según inteligencia militar cuentan con unos 1.200 combatientes- y que están implicados en el narcotráfico y en la minería ilegal.
La detonación hace unos días de un explosivo en la localidad de Mataje, en el norte de la provincia costera de Esmeraldas y fronteriza con Colombia, dejó tres soldados muertos y siete heridos, obligó a los gobiernos de Ecuador y Colombia a concretar una reunión técnica para evaluar la seguridad fronteriza.
La cita, en la Brigada 31 "Andes", del Ejército ecuatoriano acantonada en Tulcán, capital de la provincia andina de Carchi y limítrofe con Colombia.erminó hace unos minutos y se llegó a un acuerdo: "redoblar la seguridad" en la frontera para enfrentar a grupos armados.
Para la Policía colombiana, la hipótesis más probable es que el atentado fuera perpetrado por un grupo de disidentes de las FARC bajo el mando de un hombre conocido por el alias de 'Guacho' que, según recordó este viernes, 23 de marzo del 2018, Villegas, es ecuatoriano. Ese grupo tiene una fuerte presencia en la zona fronteriza colombiana, especialmente en el municipio de Tumaco, la localidad con más hectáreas de coca sembradas en todo el país.
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Los viceministros de Defensa de ambos países, así como autoridades policiales y militares, analizaron la situación de la frontera en el marco de la reunión de la Comisión Binacional Fronteriza, realizada en la ciudad de Tulcán, en el norte de Ecuador.
De su lado, el viceministro de Defensa de Ecuador, Felipe Vega, dijo que las "acciones coordinadas" entre Fuerzas Armadas y policía van "a redundar en un esfuerzo importantísimo de redoblar la seguridad en las zonas más conflictivas, en el intercambio de información constante, en la capacitación mutua".
Otros acuerdos
Otros compromisos asumidos por los países son "compartir información, (establecer) centros coordinados de inteligencia entre las fuerzas militares y policiales de Ecuador y Colombia" y realizar "ejercicios de capacitación" para compartir experiencias, agregó Fernández.Las autoridades no precisaron el número de uniformados que reforzarán la vigilancia y tampoco indicaron si se realizarán operaciones militares conjuntas.
El encuentro empezó con un minuto de silencio en memoria de los tres militares ecuatorianos que murieron el martes por la explosión de un artefacto, en el peor ataque que ha enfrentado Ecuador en los últimos años.
Los soldados estaban patrullando la zona limítrofe, en la provincia costera de Esmeraldas cuando ocurrió el estallido, que además dejó 11 heridos, uno de ellos de gravedad.
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Otros ataques en la misma provincia han dejado 32 uniformados y civiles heridos en distintas acciones.
Ecuador está enfrentando desde hace más de dos meses una inusual ofensiva en la zona de frontera a manos presuntamente de disidentes de las FARC, la guerrilla colombiana que depuso las armas para convertirse en partido político tras firmar la paz en 2016.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, atribuye los ataques a una represalia por parte de los grupos que se apartaron del proceso de paz -que según inteligencia militar cuentan con unos 1.200 combatientes- y que están implicados en el narcotráfico y en la minería ilegal.