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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha encarcelado, judicializado o exiliado a varios miembros de la familia Chamorro. El caso más reciente es el de Juan Lorenzo Holmann Chamorro, gerente general del diario La Prensa, el periódico más antiguo del país.
De hecho, recientemente la periodista y excandidata a la presidencia de Nicaragua, Cristiana Chamorro, fue condenada por un tribunal a ocho años de prisión, durante un juicio que ha sido cuestionado por su validez por la oposición y defensores de derechos humanos, ya que las autoridades no pudieron demostrar los delitos que se le imputaron a la excandidata presidencial, según el diario El País.
Según este medio, “los integrantes de este clan han sido condenados a la cárcel, el exilio o el ostracismo, en una cacería que puede ser interpretada como venganza personal largamente cultivada por Ortega después de perder las elecciones de 1990 frente a Violeta Barrios Chamorro”.
Hasta la fecha los juicios han sido en contra de Juan Lorenzo, Juan Sebastián Chamorro, Cristiana y su hermano Pedro Joaquín Chamorro. Por su parte, el también periodista, Carlos Fernando Chamorro, se encuentra en exilio en Costa Rica debido a las amenazas en su contra.
¿Quiénes son los Chamorro?
La historia de la familia Chamorro está ligada a la historia política de Nicaragua. El primer presidente del país perteneció a este clan familiar y fue el general José Chamorro Pérez. Otro integrante muy recordado es Emiliano Chamorro, puesto que firmó un tratado que le otorgó a Estados Unidos el derecho de por vida para construir un canal interoceánico a través de este país.
Asimismo, está Emiliano Chamorro, quien participó en un golpe de Estado en 1926. No obstante, el miembro más querido de esta familia no fue político, sino periodista, y es considerado un héroe de la patria, su nombre era Pedro Joaquín Chamorro, padre de Cristiana, Pedro Joaquín y Carlos Fernando.
Pedro Joaquín fue un periodista opositor a la dictadura somocista, quien con su trabajo en el diario La Prensa, y su programa radial criticaba fuertemente la tiranía de Anastasio Somoza Debayle. Debido a sus críticas, Pedro Joaquín fue asesinado en 1978. Su muerte fue el inicio del fin para Somoza, ya que durante la asistencia masiva al funeral del periodista, los nicaragüenses terminaron manifestándose en las calles y exigiendo un cambio de gobernante.
Hoy en día, el periodista Pedro Joaquín, cuyos hijos también trabajan como periodistas en la actualidad, es considerado héroe nacional y es llamado mártir de las libertades.
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Esta familia es perseguida por Ortega, quien a pesar de haber luchado en contra del exdictador Somoza, hoy acosa a todo aquel que cuestione su gobierno. Según Carlos Fernando, hijo de Pedro Joaquín, el país bajo el mando de Ortega se ha convertido en “un Estado policial, un estado de miedo, de control, de vigilancia”, según afirma El País.
Ortega no es el único que siente desdén hacia los Chamorro, pues su esposa, Rosario Murillo, afirmó que esta familia es “una casta entreguista, aprovechada y saqueadora”. El comportamiento de Ortega, quizás, también esté influenciado por el hecho de que perdió las elecciones en 1990 en contra de Violeta Chamorro, quien hoy en día tiene 92 años y se encuentra sola, sin la compañía de sus hijos.
El año pasado, el presidente Ortega, quien ganó con un 75 % de votos, se enfrentó en contra de Cristiana Chamorro, hija de Violeta. De hecho, según las encuestas Cristiana era la figura de oposición que tenía mayores probabilidades de ganarle a Ortega. No obstante, la excandidata y periodista fue arrestada antes de que las elecciones fuesen realizadas.
Ante esto, Carlos Fernando, su hermano, manifestó, desde su exilio en Costa Rica, durante una entrevista a un medio de comunicación que “las sentencias de culpabilidad contra mi hermana Cristiana y mi hermano, Pedro Joaquín, no son el resultado de un juicio, porque en Nicaragua no hay un Estado de Derecho, sino un Estado policial. Hubo una simulación de juicio en la cárcel, donde se les fabrican delitos. Estas condenas no tienen ningún valor jurídico, tienen un valor político, que consiste en que Daniel Ortega está confirmando que se robó las elecciones del 7 de noviembre, porque no podía aceptar la competencia política en esa elección”.
Los juicios a los que han sometido a los Chamorro han sido condenados por dieciocho organizaciones periodísticas latinoamericanas. Además, según el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Jorge Canahuati, la dictadura de Nicaragua “es una de las más feroces de la historia latinoamericana”.
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