Preocupación regional, pero con un futuro optimista: EE. UU. sobre Centroamérica
Estados Unidos adelanta esfuerzos regionales en Centroamérica para la democratización de El Salvador, Nicaragua y Guatemala. El gobierno estadounidense ve estos países con preocupación, especialmente Nicaragua, cuya reciente alianza con China mostraría una profundización en “su asociación con gobiernos autoritarios”.
Eric Jacobstein, el subsecretario de Estado adjunto para América Central de Estados Unidos, aseguró que el gobierno de Joe Biden apoya la lucha contra la corrupción e impunidad en la región por medio del trabajo con comunidades locales. En Centroamérica, cuatro países en particular resaltan por sus condiciones: El Salvador, Nicaragua y Guatemala.
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Desde la elección de Bernardo Arévalo en las elecciones presidenciales en Guatemala, Estados Unidos ha apoyado “los esfuerzos de la ciudadanía en la lucha contra la corrupción”, indica Jacobstein. La victoria de Arévalo ha desencadenado lo que este llama una persecución política por parte del Ministerio Público, que estaría buscando lo que el presidente electo llama un “golpe de Estado”.
A menos de un mes de asumir el poder, el temor general es que no dejen que la transición ocurra. Consuelo Porras, quien encabeza el órgano, ha acusado a Arévalo y a su vicepresidenta, Karin Herrera, de diversos delitos, como lavado de dinero y uso de documentos falsos. El Ministerio Público argumenta que por esos cargos atribuidos a Arévalo y otras supuestas irregularidades por parte del Tribunal Supremo Electoral, las elecciones deberían repetirse.
Frente a esto, la ciudadanía se ha tomado las calles para pedir la renuncia de Porras, clamando la defensa de la democracia. Sus llamados son apoyados por órganos como la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, que otorgó un amparo para que el Congreso garantice la posesión de Arévalo como presidente.
“La transición en Guatemala ha sido bastante larga, hemos visto muchos desafíos en la democracia, la transición y en la corrupción, pero estamos viendo mucho progreso. Veo la situación en Guatemala con preocupación, pero también con mucho optimismo”, apuntó Jacobstein.
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Otra situación preocupante es la de Nicaragua. Las decisiones del presidente nicaragüeño, Daniel Ortega, de la mano de Rosario Murillo, sobre la expulsión de organismos internacionales como la Cruz Roja y el reciente anuncio de una asociación estratégica con China, solo “profundizan su asociación con gobiernos autoritarios”, de acuerdo con Jacobstein. El funcionario estadounidense agregó que estas acciones solo logran aislar al Estado.
Añadido a esto, Laureano Ortega Murillo, uno de los hijos del presidente nicaragüeño, aseveró que Nicaragua y China se enfrentaban a “continuas campañas de difamación, desinformación, noticias falsas y ataques contra nuestros Gobiernos y pueblos, especialmente en temas de derechos humanos”. De igual forma, reiteró que “Nicaragua es el aliado estratégico de Rusia en Centroamérica” y que deben ser considerados “la plataforma regional de Rusia en todos los campos”.
“Daniel Ortega y Rosario Murillo siguen aislando la democracia. Profundizan su asociación con gobiernos autoritarios como Rusia, gobiernos que niegan los derechos humanos. No pueden pretender que esto no afecte sus relaciones políticas y comerciales”, afirmó el funcionario estadounidense.
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Finalmente, otro punto clave es la situación actual en El Salvador. Recientemente, Nayib Bukele dejó su cargo como presidente para iniciar una campaña para la reelección. Abogados constitucionalistas y congresistas salvadoreños han criticado que el Congreso le haya otorgado un permiso especial para hacerlo, pues la Constitución salvadoreña no permite la reelección.
Frente a esto, Jacobstein solo dijo que “Estados Unidos respeta que haya elecciones libres y justas y el derecho del pueblo salvadoreño de elegir a sus líderes”, por lo que no tenía nada que comentar sobre Bukele.
Sin embargo, sí comentó que el Estado de Excepción que se decretó en El Salvador generaba preocupación en el Gobierno estadounidense, pues no permitía la rendición de cuentas ni el debido proceso. El Gobierno de Bukele ha recibido varias denuncias por parte de organizaciones de derechos humanos por no dar cifras reales de los desaparecidos, por no seguir con las investigaciones de estos y por detener arbitrariamente a grupos de personas y luego no dar información sobre su paradero.
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Eric Jacobstein, el subsecretario de Estado adjunto para América Central de Estados Unidos, aseguró que el gobierno de Joe Biden apoya la lucha contra la corrupción e impunidad en la región por medio del trabajo con comunidades locales. En Centroamérica, cuatro países en particular resaltan por sus condiciones: El Salvador, Nicaragua y Guatemala.
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A menos de un mes de asumir el poder, el temor general es que no dejen que la transición ocurra. Consuelo Porras, quien encabeza el órgano, ha acusado a Arévalo y a su vicepresidenta, Karin Herrera, de diversos delitos, como lavado de dinero y uso de documentos falsos. El Ministerio Público argumenta que por esos cargos atribuidos a Arévalo y otras supuestas irregularidades por parte del Tribunal Supremo Electoral, las elecciones deberían repetirse.
Frente a esto, la ciudadanía se ha tomado las calles para pedir la renuncia de Porras, clamando la defensa de la democracia. Sus llamados son apoyados por órganos como la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, que otorgó un amparo para que el Congreso garantice la posesión de Arévalo como presidente.
“La transición en Guatemala ha sido bastante larga, hemos visto muchos desafíos en la democracia, la transición y en la corrupción, pero estamos viendo mucho progreso. Veo la situación en Guatemala con preocupación, pero también con mucho optimismo”, apuntó Jacobstein.
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Añadido a esto, Laureano Ortega Murillo, uno de los hijos del presidente nicaragüeño, aseveró que Nicaragua y China se enfrentaban a “continuas campañas de difamación, desinformación, noticias falsas y ataques contra nuestros Gobiernos y pueblos, especialmente en temas de derechos humanos”. De igual forma, reiteró que “Nicaragua es el aliado estratégico de Rusia en Centroamérica” y que deben ser considerados “la plataforma regional de Rusia en todos los campos”.
“Daniel Ortega y Rosario Murillo siguen aislando la democracia. Profundizan su asociación con gobiernos autoritarios como Rusia, gobiernos que niegan los derechos humanos. No pueden pretender que esto no afecte sus relaciones políticas y comerciales”, afirmó el funcionario estadounidense.
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Sin embargo, sí comentó que el Estado de Excepción que se decretó en El Salvador generaba preocupación en el Gobierno estadounidense, pues no permitía la rendición de cuentas ni el debido proceso. El Gobierno de Bukele ha recibido varias denuncias por parte de organizaciones de derechos humanos por no dar cifras reales de los desaparecidos, por no seguir con las investigaciones de estos y por detener arbitrariamente a grupos de personas y luego no dar información sobre su paradero.
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