En EE. UU. realmente hay dos elecciones: así funciona el Colegio Electoral
En Estados Unidos en realidad hay dos elecciones: una en la que los ciudadanos depositan sus papeletas para seleccionar a 538 electores, que ya tienen definido su voto a presidente. En la segunda, prevista para diciembre, los votos electorales de esos 538 miembros se emiten y cuentan, un resultado que el Congreso certifica en enero.
Adeel Hassan | The New York Times
Los electores ya están votando para los cargos locales, los legisladores estatales, los gobernadores, todos los miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y un tercio del Senado a medida que se acerca el día de las elecciones.
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Los electores ya están votando para los cargos locales, los legisladores estatales, los gobernadores, todos los miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y un tercio del Senado a medida que se acerca el día de las elecciones.
También están escogerán al próximo presidente, pero con un giro: los estadounidenses elegirán en realidad a los electores, quienes, a su vez, elegirán a Kamala Harris o a Donald Trump, y a sus compañeros de fórmula.
Sí, en realidad hay dos elecciones: una en la que los votantes depositan sus papeletas, y una segunda en la que se emiten y cuentan los votos electorales. En otras palabras, el ganador del mayor número de votos a nivel nacional no tiene la victoria asegurada.
Así se ha hecho durante más de 200 años, y es probable que perdure, aunque la mayoría de los estadounidenses preferiría que llegara a la presidencia el ganador del mayor número de votos a nivel nacional.
¿Qué es el Colegio Electoral?
El Colegio Electoral está formado por 538 miembros electos, uno por cada senador y representante de EE. UU., más tres por Washington D.C.
Un candidato presidencial necesita ganar una mayoría simple de ellos (270) para ganar la Casa Blanca. Los electores se reúnen y votan por el presidente y el vicepresidente a mediados de diciembre.
Con un número total par de electores, es posible que se produzca un empate (269-269). En ese caso, como ocurrió en 1801, la decisión pasa a la recién elegida Cámara de Representantes, en la que cada estado vota como una unidad. El Senado recién elegido decide sobre el vicepresidente, con un voto por senador.
“Se trata de un sistema único y hecho a medida que creo que nadie volvería a crear hoy en día”, dijo Wendy Weiser, vicepresidenta para la democracia del Centro Brennan para la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.
¿Por qué existe?
En el verano de 1787, los delegados de la Convención Constitucional de Filadelfia no llegaron a un acuerdo sobre cómo elegir a un presidente.
En lugar de elegir a un presidente por votación en el Congreso o por votación popular de los ciudadanos —que en aquella época eran todos hombres blancos y terratenientes—, llegaron a una resolución y acordaron tener electores.
Los delegados creían que los electores garantizarían que solo una persona calificada se convirtiera en presidente. También creían que este enfoque serviría para controlar a la población, que podía dejarse influir fácilmente por la desinformación, especialmente aquella procedente de gobiernos extranjeros.
La idea de los electores impulsó a los estados del Sur, donde la población esclavizada aumentaba el número de votos electorales asignados. También impulsó a los estados más pequeños, ya que los candidatos no podían limitarse a recoger votos en las ciudades y estados más poblados e ignorar al resto del país.
¿Cómo funciona el Colegio Electoral?
El número de electores de cada estado es igual al número de senadores y representantes de su delegación en el Congreso, por lo que el mínimo es de tres.
En 48 estados, el ganador se lleva todos los votos electorales. En Maine y Nebraska, se reparten dos votos electorales al ganador del voto popular, y cada voto electoral restante se concede al ganador del voto popular en cada uno de los distritos congresionales del estado.
Una vez que los electores de un estado han certificado el voto en diciembre, envían un certificado al Congreso. A continuación, el Congreso cuenta y certifica el voto el 6 de enero.
El vicepresidente preside una sesión especial mientras se registran los resultados de cada estado.
¿Quiénes son los electores?
Los partidos políticos estatales eligen a sus electores cada cuatro años en los meses anteriores al día de las elecciones. Algunos lo hacen durante las convenciones de sus partidos.
“Cuando votamos, aunque no veamos sus nombres, estamos votando por esos electores”, dijo John Kowal, coautor de The People’s Constitution.
La Ley de Reforma del Conteo Electoral, que se convirtió en ley en 2022, designa al gobernador como quien certifica a los electores del estado. La legislación bipartidista aclaró cómo contar los votos y gestionar las disputas, haciendo mucho más difícil presentar una plantilla de electores falsos.
¿Funciona el sistema?
El Colegio Electoral ha reflejado mayoritariamente la voluntad del pueblo, pero dos veces en las últimas seis elecciones, los candidatos han perdido el voto popular pero han ganado el Colegio Electoral y la Casa Blanca.
Los resultados no siempre coinciden porque un solo votante de un estado grande tiene menos influencia en el Colegio Electoral que un solo votante de un estado pequeño.
Los estados rurales sobrerrepresentados son ahora más republicanos, por lo que los republicanos pueden ganar más fácilmente el Colegio Electoral sin obtener la mayoría de los votos nacionales. Eso es lo que ocurrió en 2000 y 2016.
Como los resultados se dan por descontados en estados sólidamente demócratas y republicanos, los candidatos acaban dedicando gran parte de sus recursos a unos pocos estados competitivos de tendencia electoral incierta.
El resto se pasan por alto, que es precisamente para lo contrario de lo que se diseñó el Colegio Electoral.
¿Podría cambiar el sistema?
Sí, mediante una enmienda constitucional.
Para iniciar ese proceso se requeriría la aprobación de dos tercios tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, o una convención constitucional convocada por dos tercios de las legislaturas estatales.
Tres cuartas partes de las legislaturas estatales o tres cuartas partes de las convenciones estatales tendrían entonces que ratificar la enmienda.
Otro posible cambio podría producirse a través del Pacto Interestatal del Voto Popular Nacional. Se trata de un acuerdo entre los estados miembros para que sus electores comprometan sus votos al ganador del voto popular nacional, y no en función de los resultados en su propio estado.
Diecisiete estados y Washington D.C. han adherido, lo que representa un total de 209 votos electorales. Pero para que el pacto entre en vigor, es necesario que adhieran suficientes estados para alcanzar la suma ganadora de 270 votos electorales.
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