La vicepresidenta Kamala Harris muestra un mapa sobre el acceso a derechos reproductivos en Estados Unidos durante una visita a Nuevo México.
Foto: EFE - Sam Wasson / POOL
Mientras el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso Roe contra Wade fue la ley del país, los conservadores se quejaron de que había aplastado el proceso democrático, que hombres con togas negras a los que nadie había elegido habían dictado un edicto nacional en lugar de dejar que el pueblo estadounidense llegara a un consenso.
Tras la revocación de Roe en el caso Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization, celebraron y declararon que por fin se permitiría a la democracia tomar las riendas y resolver la cuestión del aborto...
Por Kate Zernike | The New York Times
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