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Edward Caban llegó al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) en 1991. En ese tiempo, el crimen en la ciudad había alcanzado cifras récord por la epidemia del crack. Hijo de dos padres puertorriqueños, nació en el Bronx, donde inició su carrera en la policía. Más de treinta años después, en el primer precinto que trabajó, se posesionó en el puesto de comisionado de la Policía. Con 55 años, marca un hito al ser el primer latino en llegar al puesto, la persona número 46 en ocuparlo.
“La NYPD es el departamento de policía más importante de todas las fuerzas del orden. Su larga historia, su legado vivo de valor, valentía y sacrificio, de neoyorkinos ordinarios que hicieron cosas extraordinarias”, dijo en su discurso.
En su posesión, Caban agradeció al alcalde Eric Adams por elegirlo. El comisionado liderará el departamento más grande de Policía de Estados Unidos, con 33 mil miembros. En la organización, un 31% de los oficiales son hispánicos.
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Su camino por la Policía
Cuando entraba al precinto 4-0, Caban no veía en las fotos de los altos mandos nadie que se pareciera a él, un joven puertorriqueño de Parkchester. El primer policía latino que admiró fue su padre, Juan Caban, un detective que luchó por quienes enfrentaban barreras en el departamento, sobre todo por los latinos.
Inició patrullando a pie en el sur del Bronx y trabajó en varios precintos de la ciudad. Ascendió rápidamente por casi todos los cargos del departamento: fue sargento, teniente, capitán, oficial ejecutivo, oficial al mando, subinspector, inspector y primer comisionado adjunto.
Dos veces ha sido acusado de no seguir el protocolo. En 1997, cuando recibió una “disciplina de mando” por no decirle a una mujer el nombre de dos oficiales contra los cuales quería poner una queja. En el 2006, una investigación de la Junta de Revisión de Denuncias Civiles (CCRB) encontró que dio erróneamente una citación judicial a un ciudadano, que también lo acusó de amenazarlo. El año pasado, fue acusado de copiarse en el examen para el cargo de sargento de la NYPD que realizó en 1994, de acuerdo con The New York Post. Se halló que era inocente.
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Un amigo del alcalde Eric Adams
A pesar de que Keechant Sewell, quien ocupó el cargo antes que Caban, no dio una razón clara para retirarse, hay especulaciones de que oficiales, aliados de Adams, estaban socavando su autoridad. El alcalde negó las acusaciones de que la excomisionada se sentía controlada y sin libertad de tomar decisiones.
Caban no es un desconocido para Adams, quien además de elegirlo en su puesto actual, fue el que insistió para que llegara al cargo de primer comisionado adjunto. El padre del ahora comisionado, Juan Caban, fue presidente de la Sociedad Hispánica de Policías de Tránsito y conoció al alcalde neoyorkino cuando ambos trabajaban en el departamento.
“Vi hace mucho en Eddie las posibilidades. Lo vi, vi su disciplina, su actitud, la diversidad de personas que constantemente me decían lo que significaba para ellos. Él es la decisión correcta para el momento”, dijo Adams.
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¿Qué se viene para el nuevo comisionado?
El cargo de comisionado suele estar lleno de retos. Muchas de las personas que lo ocupan suelen irse a los pocos años, como su antecesora, que se retiró después de 18 meses. En su tiempo como comisionado adjunto se le reconocen avances como el descenso en tiroteos y asesinatos, y una de sus responsabilidades era supervisar el sistema disciplinario.
“Él sabe por lo que los oficiales de policía de Nueva York están pasando y se necesita un liderazgo fuerte para reversar la crisis de personal. No hay tiempo que perder. Esperamos comenzar a trabajar inmediatamente con él para mejorar la calidad de vida de nuestros oficiales y garantizar la seguridad pública”, dijo Patrick Henry, el presidente de Police Benevolent Association, un sindicato municipal.
Una de las preocupaciones principales de la ciudadanía es la tasa de crimen en aumento y se espera que la reduzca hasta los niveles en los que estaba antes de la pandemia. También incrementar la confianza de la ciudadanía en la Policía, creando canales con la comunidad para recibir retroalimentación y hacer rendición de cuentas.
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