¿Quiénes son los boinas negras, los cubanos sancionados por EE. UU.?
Las boinas negras son una brigada del Gobierno cubano utilizada para frenar actos terroristas y amenazas nacionales. Durante las protestas, sin embargo, fueron denunciados por abuso de fuerza.
Estados Unidos impuso este jueves sanciones financieras pero sobre todo simbólicas al ministro de Defensa cubano y a la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior cubano (MININT), a la cual pertenecen los llamados boinas negras, por su dura respuesta durante las recientes manifestaciones populares en la isla, al tiempo que el presidente Joe Biden amenazó con nuevas medidas punitivas.
“Esto es solo el comienzo: Estados Unidos seguirá sancionando a los responsables de la opresión del pueblo cubano”, advirtió Biden. “Estados Unidos apoya a los valientes cubanos que han salido a las calles para oponerse a 62 años de represión bajo un régimen comunista”, afirmó en un comunicado.
El grupo de los boinas negras, que oficialmente se llaman Brigada Especial Nacional (BEN) del Ministerio del Interior, se ha convertido en el mecanismo para enfrentar el terrorismo en el país o alguna amenaza a la ciudadanía. Sus miembros son fácilmente reconocibles por su gorra y su uniforme negro. Justo el año pasado se cumplieron 40 años desde su creación, por lo que el gobierno cubano reiteró su capacidad para “enfrentar las actividades contrarrevolucionarias, delictivas y antisociales”.
En su momento, el Mayor Adalberto Soriano Vidal afirmó: “Nos entrenamos para defender la Revolución y para defender nuestras conquistas”, mensaje que fue tomado por diferentes sectores como una amenaza o una intimidación a la oposición.
Puede leer: EE. UU. sanciona al ministro de Defensa de Cuba tras protestas en la isla
En las últimas protestas en Cuba, luego de que se cortara el Internet se vio desfilar a los boinas negras. “Me acaban de decir desde San Antonio que hay una brigada gigantesca de boinas negras, golpean y tiran gases lacrimógenos, que el pueblo no cede. Les han quitado la luz y están sin internet para que no puedan publicar el testimonio de lo que está pasando en este momento”, afirmó la activista Tania Bruguera.
De hecho, la medida de Estados Unidos contra el el grupo obedece a “la represión de protestas pacíficas y prodemocracia en Cuba que comenzaron el 11 de julio”, dijo el Tesoro, invocando la Ley Magnitsky, que permite a Estados Unidos castigar a quienes hayan cometido abusos de los derechos humanos o actos de corrupción en otros países.
Las sanciones contra el ministro de Defensa cubano, Álvaro López Miera y la unidad especial del MININT congelan todos los activos e intereses que tengan en Estados Unidos, así como también prohíben que cualquier ciudadano, residente o entidad estadounidense hagan transacciones con ellos.
Pero el impacto de estas sanciones, que se suman al embargo comercial de Washington a La Habana que rige desde hace casi seis décadas, es muy limitado, especialmente porque el MININT en su conjunto ya estaba en la lista de la OFAC y López Miera probablemente no tenga activos bajo jurisdicción estadounidense.
Preguntado al respecto, el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, admitió que esto era “en gran parte para enviar un mensaje” a Cuba. Y, como Biden, insistió en que Estados Unidos “seguirá examinando” medidas para “hacer que los responsables de la represión rindan cuentas”.
“Infundadas y calumniosas”
Cuba rechazó como “infundadas y calumniosas” las sanciones y exhortó a Estados Unidos a ocuparse de la violencia en su propio territorio. “Debería aplicarse a sí mismo la Ley Global Magnitsky por los actos de represión cotidiana y brutalidad policial que costaron 1.021 vidas en 2020”, dijo en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Al grito de “¡Tenemos hambre!”, “¡Abajo la dictadura!” y “¡Libertad”, miles de cubanos protestaron el 11 y 12 de julio en más de 40 ciudades del país, en medio de la peor crisis económica de la isla en décadas y de un fuerte aumento de los contagios y muertes por covid-19. Las revueltas dejaron un muerto, decenas de heridos y cientos de detenidos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) consideró “pacíficas” las manifestaciones y condenó “la represión estatal y el uso de la fuerza” contra los participantes. La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió la liberación urgente de todos los detenidos.
“Las turbas violentas movilizadas por el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Miguel Díaz-Canel, revelan el miedo del régimen a su propio pueblo”, dijo este jueves el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, señalando “violencia física” e “intimidación” contra los manifestantes.
Estados Unidos impuso este jueves sanciones financieras pero sobre todo simbólicas al ministro de Defensa cubano y a la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior cubano (MININT), a la cual pertenecen los llamados boinas negras, por su dura respuesta durante las recientes manifestaciones populares en la isla, al tiempo que el presidente Joe Biden amenazó con nuevas medidas punitivas.
“Esto es solo el comienzo: Estados Unidos seguirá sancionando a los responsables de la opresión del pueblo cubano”, advirtió Biden. “Estados Unidos apoya a los valientes cubanos que han salido a las calles para oponerse a 62 años de represión bajo un régimen comunista”, afirmó en un comunicado.
El grupo de los boinas negras, que oficialmente se llaman Brigada Especial Nacional (BEN) del Ministerio del Interior, se ha convertido en el mecanismo para enfrentar el terrorismo en el país o alguna amenaza a la ciudadanía. Sus miembros son fácilmente reconocibles por su gorra y su uniforme negro. Justo el año pasado se cumplieron 40 años desde su creación, por lo que el gobierno cubano reiteró su capacidad para “enfrentar las actividades contrarrevolucionarias, delictivas y antisociales”.
En su momento, el Mayor Adalberto Soriano Vidal afirmó: “Nos entrenamos para defender la Revolución y para defender nuestras conquistas”, mensaje que fue tomado por diferentes sectores como una amenaza o una intimidación a la oposición.
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En las últimas protestas en Cuba, luego de que se cortara el Internet se vio desfilar a los boinas negras. “Me acaban de decir desde San Antonio que hay una brigada gigantesca de boinas negras, golpean y tiran gases lacrimógenos, que el pueblo no cede. Les han quitado la luz y están sin internet para que no puedan publicar el testimonio de lo que está pasando en este momento”, afirmó la activista Tania Bruguera.
De hecho, la medida de Estados Unidos contra el el grupo obedece a “la represión de protestas pacíficas y prodemocracia en Cuba que comenzaron el 11 de julio”, dijo el Tesoro, invocando la Ley Magnitsky, que permite a Estados Unidos castigar a quienes hayan cometido abusos de los derechos humanos o actos de corrupción en otros países.
Las sanciones contra el ministro de Defensa cubano, Álvaro López Miera y la unidad especial del MININT congelan todos los activos e intereses que tengan en Estados Unidos, así como también prohíben que cualquier ciudadano, residente o entidad estadounidense hagan transacciones con ellos.
Pero el impacto de estas sanciones, que se suman al embargo comercial de Washington a La Habana que rige desde hace casi seis décadas, es muy limitado, especialmente porque el MININT en su conjunto ya estaba en la lista de la OFAC y López Miera probablemente no tenga activos bajo jurisdicción estadounidense.
Preguntado al respecto, el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, admitió que esto era “en gran parte para enviar un mensaje” a Cuba. Y, como Biden, insistió en que Estados Unidos “seguirá examinando” medidas para “hacer que los responsables de la represión rindan cuentas”.
“Infundadas y calumniosas”
Cuba rechazó como “infundadas y calumniosas” las sanciones y exhortó a Estados Unidos a ocuparse de la violencia en su propio territorio. “Debería aplicarse a sí mismo la Ley Global Magnitsky por los actos de represión cotidiana y brutalidad policial que costaron 1.021 vidas en 2020”, dijo en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Al grito de “¡Tenemos hambre!”, “¡Abajo la dictadura!” y “¡Libertad”, miles de cubanos protestaron el 11 y 12 de julio en más de 40 ciudades del país, en medio de la peor crisis económica de la isla en décadas y de un fuerte aumento de los contagios y muertes por covid-19. Las revueltas dejaron un muerto, decenas de heridos y cientos de detenidos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) consideró “pacíficas” las manifestaciones y condenó “la represión estatal y el uso de la fuerza” contra los participantes. La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió la liberación urgente de todos los detenidos.
“Las turbas violentas movilizadas por el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Miguel Díaz-Canel, revelan el miedo del régimen a su propio pueblo”, dijo este jueves el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, señalando “violencia física” e “intimidación” contra los manifestantes.