Reconstrucción de la escena del atentado contra Trump: lo que se sabe hasta ahora

“Hemos visto al tipo trepando con un rifle”, afirmó un testigo del atentado contra el candidato republicano para la presidencia, Donald Trump, durante un mitin de campaña en Butler, al noroeste de Pensilvania. “He estado señalando al tipo dos o tres minutos sin que nadie hiciera nada”, agregó otro. “Nos preguntábamos por qué Trump seguía hablando y por qué no lo sacaban del escenario”, dijo un tercero. Finalmente, a las 6:11 p. m. sonó el primer disparo, de los diez que contaron dos expertos en audio para The Washington Post.

“Hemos visto al tipo trepando con un rifle”, afirmó un testigo del atentado contra el candidato republicano para la presidencia, Donald Trump, durante un mitin de campaña en Butler, al noroeste de Pensilvania. “He estado señalando al tipo dos o tres minutos sin que nadie hiciera nada”, agregó otro. “Nos preguntábamos por qué Trump seguía hablando y por qué no lo sacaban del escenario”, dijo un tercero. Finalmente, a las 6:11 p. m. sonó el primer disparo, de los diez que contaron dos expertos en audio para The Washington Post.

¿Cómo un hombre armado con rifle de asalto logró subir a la azotea de uno de los pocos edificios de una zona notablemente rural sin que las autoridades lo detuvieran? ¿Cómo es que un equipo especializado de contrafrancotiradores del famoso Servicio Secreto no reaccionó antes de las detonaciones? ¿Quién es responsable del peor “fallo” de seguridad en décadas? Son preguntas que quedaron luego de que Thomas Matthew Crooks, sin un motivo confirmado, abriera fuego y lastimara de levedad a Donald Trump. El incidente dejó dos muertos, entre ellos el atacante, y dos heridos graves.

Según la reconstrucción de la escena hecha por el Post, Crooks estuvo ubicado a unos 137 metros al norte del expresidente sobre un tejado de un edificio fuera del perímetro de seguridad de los agentes del Servicio Secreto. Llevaba consigo un fusil tipo AR-15 semiautomático comprado legalmente, confirmó el FBI, y minutos después de iniciar el discurso del expresidente apuntó y apretó el gatillo.

De acuerdo con CNN, 43 segundos después del primer disparo, un agente del Servicio Secreto dijo “el tirador ha caído”. Con la cara ensangrentada y rodeado de agentes de su cuerpo de seguridad, el expresidente se levantó de la tarima con el puño en alto y, gritando muy fuerte, les dijo a sus seguidores: “¡Luchen, luchen, luchen!”. Acto seguido, llevaron a Trump hasta un vehículo blindado y lo sacaron del área.

El republicano fue herido con una bala que perforó la parte superior de su oreja derecha. Una tesis dice que se salvó por girar la cabeza al señalar un gráfico sobre la inmigración ilegal que estaba a sus espaldas. “Ese gráfico que estaba repasando me salvó la vida”, dijo Trump al congresista republicano Ronny Jackson. “Me dijo: ‘La patrulla fronteriza me salvó la vida. Estaba repasando ese gráfico de la patrulla fronteriza. Si no hubiera señalado ese gráfico y girado la cabeza para mirarlo, esa bala me habría dado justo en la cabeza’”, añadió.

De acuerdo con una encuesta de Reuters/Ipsos, el 65 % de los republicanos registrados creen que lo que hubo fue la intervención de “la divina providencia o la voluntad de Dios”. El 11 % de los demócratas también se mostró de acuerdo con esa afirmación en el sondeo, que se realizó por Internet, y en el que se encuestó a 1.202 adultos estadounidenses de todo el país, incluidos 992 votantes registrados.

Además, a través de una animación 3D realizada por un usuario de las redes sociales bajo el nombre de @pointconsciousness, de acuerdo con las trayectorias de las balas que se ven en las imágenes del momento, luego de recibir el disparo en la oreja, en un acto reflejo, Trump se inclinó hacia un lado y logró que el proyectil pasara a solo centímetros de su cabeza.

A través de un mensaje en Truth Social, Trump agradeció al Servicio Secreto de los Estados Unidos y a todas las fuerzas del orden por su “rápida respuesta al tiroteo”. “Es increíble que un acto así pueda ocurrir en nuestro país”, agregó en el mensaje.

Los asistentes han dado algunos detalles, como que la policía habría sido alertada de la posición amenazante del tirador. “Decidimos acercarnos al campo para escuchar el discurso de Trump. Después de unos minutos, vimos a un hombre gateando por el techo de un edificio cercano, a unos 15 metros de nosotros. Claramente tenía un rifle y empezamos a señalarlo a la policía”, relató un testigo entrevistado por BBC. Otro dijo ante CNN que en el momento del ataque todo fue muy confuso, parecía como si hubiera fuegos artificiales, pero luego se supo que era un ataque con tiros porque vio a alguien que fue herido y cayó muerto.

Por su parte, James E. Hulings, presidente del comité republicano en el condado Butler, que se encontraba a diez metros de Trump, opinó que “la seguridad no fue la mejor (...) Parecía adecuada para el evento, pero una vez llegamos allí, supimos que esta no era la mejor y ni siquiera podíamos ver a los francotiradores del FBI”.

El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, admitió que el intento de asesinato fue un “fallo” de seguridad. “Cuando digo que algo así no puede suceder, estamos hablando de un fallo”, afirmó Mayorkas a CNN. “Vamos a analizar, a través de una investigación independiente, cómo ocurrió, por qué ocurrió, y hacer recomendaciones con los hallazgos para asegurarnos de que no vuelva a suceder”, añadió. Mientras tanto, el agente especial del FBI, Kevin Rojek, aseguró que era “sorprendente” que el pistolero hubiera sido capaz de abrir fuego sobre el escenario antes de que el Servicio Secreto lo neutralizara.

Justamente, alrededor de la negligencia tanto de la Policía del Servicio Secreto, se inició la investigación.

¿De quién es la culpa?

A través de un modelado a computadora basado en más de 40 videos y fotos, así como en imágenes satelitales y análisis del terreno, The Washignton Post encontró que los dos equipos de contrafrancotiradores del Servicio Secreto “podrían haber tenido inicialmente dificultades en su capacidad para ver al tirador mientras se arrastraba por el techo debido a sus lados inclinados”, pero al parecer estaban al tanto de la amenaza.

Los equipos de contrafrancotiradores comúnmente escanean las amenazas con binoculares, que ofrecen un campo de visión más amplio que la óptica de un rifle, dijo Jason Lawless, un oficial retirado que trabajó como francotirador con el Equipo de Operaciones Especiales del Departamento de Policía de Tulsa, al medio. “Pero unos dos minutos antes de Crooks disparara el equipo más septentrional (hacia el norte) ya se había movido a sus posiciones de rifle, lo que sugiere que estaban en sintonía con una amenaza potencial en ese momento”, explicó. Al parecer, el otro equipo ubicado más al sur reorientó su posición hacia el norte antes del evento, “lo que sugiere que también estaban al tanto de una amenaza”.

Según mostró el modelo del Post, aunque las posiciones de los dos equipos en los techos de los graneros se encontraban por siete metros más altas que el techo desde el que disparó Crooks, “esto significaba que ambos equipos probablemente no estaban lo suficientemente altos como para verlo mientras se arrastraba por el otro lado del techo”. Además, de acuerdo con la reconstrucción, si bien hay árboles entre el tirador y uno de los equipos del Servicio Secreto, que le habría servido como sombra, según Lawless y los otros expertos consultados, la vista entre el tirador y el podio donde estaba parado Trump estaba en gran medida sin obstáculos.

“El Servicio Secreto es responsable de la coordinación general de las medidas de seguridad durante un evento”, dijo el medio estadounidense. El director de la agencia dijo que encargó a la policía local que asegurara el edificio desde el que Crooks supuestamente abrió fuego y que los agentes no le impidieron acceder al techo.

De acuerdo con Manuel Alejandro Rayran, docente e investigador de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado con maestría en Diplomacia y Resolución de Conflictos, “en este tipo de mítines el Servicio Secreto emplea un enfoque de defensa en profundidad en varios niveles. Ese apoyo se divide en: el nivel interior para la protección cerca del candidato; el segundo círculo, que está compuesto por agentes de orden locales y estatales, que tiene la tarea de identificar y defender toda amenaza de rango medio, es decir, la multitud; y, finalmente, el grupo que cubre las amenazas de larga distancia, eso incluye a los francotiradores y el apoyo cibernético”, explicó.

Así, “el problema estuvo entre el grupo dos y tres que trabaja más de cerca con las autoridades locales”, resumió. “La falla a mejorar estaría en la comunicación entre ellos y, consecuentemente, la reacción inmediata”, concluyó el experto.

La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, dijo a ABC News que sus agentes solo “compartían el apoyo para el perímetro exterior”. Afirmó que “había policía local en ese edificio: había policía local en la zona que se encargaba del perímetro exterior del edificio”. No obstante, Cheatle dijo en la misma entrevista que la protección de Trump era responsabilidad del Servicio Secreto y que “la responsabilidad es mía”.

Pero por qué la Policía, que estaba más cerca y ya había sido avisada, no hizo nada, se pregunta la gente. Según explicó a CNN el sheriff del condado de Butler, Michael T. Slupe, dos agentes intentaron subir a la cornisa del edificio, pero el atacante se dio la vuelta, vio al agente asomado y le apuntó con su arma. “El agente se soltó de la cornisa para ponerse a cubierto y salvar su vida. El atacante empezó entonces a disparar desde el techo”, dijo el encargado.

Así va la investigación

Su principal contrincante y el actual presidente que busca la reelección, Joe Biden, fue uno de los primeros en reaccionar a la noticia. “Debemos defender un Estados Unidos que no esté lleno de extremismo y furia”, afirmó Biden en una publicación en X. “En Estados Unidos, resolvemos nuestras diferencias en las urnas. No con balas”, dijo el presidente en una alocución televisada. También señaló que estaba agradecido de que Trump se encontrara bien y anunció la apertura de una investigación independiente sobre el dispositivo de seguridad existente y que hará públicas las conclusiones.

En una entrevista grabada en la cadena de televisión NBC News, Biden, además, admitió que su frase “poner a Trump en la diana”, pronunciada unos días antes del atentado fue un error. Quería decir, en realidad, que había que centrarse en la agenda del candidato republicano y en “el número de mentiras que dijo durante el debate” del 27 de junio. “Me refería a centrarse en él, centrarse en lo que está haciendo. Fue un error usar la palabra (diana)”, mencionó.

El FBI investiga el caso como un intento de asesinato y el enfoque está en determinar cómo Crooks logró instalarse en el techo y abrir fuego sin ser detenido, además si hubo “algún coconspirador”. En un comunicado la agencia comento que “si bien la investigación hasta la fecha indica que el tirador actuó solo, el FBI continúa realizando una actividad de investigación lógica para determinar si hubo coconspiradores asociados con este ataque. En este momento, no hay preocupaciones actuales de seguridad pública”.

El atacante fue identificado como Thomas Matthew Crooks. Tenía 20 años y era empleado de un asilo de ancianos en los suburbios de Pittsburgh, Pensilvania. No tenía antecedentes judiciales, por lo que las autoridades buscan esclarecer cuáles fueron los motivos del ataque, alrededor del cual también se ha comentado sobre sus inclinaciones políticas. Crooks había hecho una donación de US$15, en 2021, al Partido Demócrata, pero también estaba inscrito como votante republicano. Una hipótesis es que este último movimiento haya sido un intento para acercarse al exmandatario sin levantar sospechas.

“El FBI no ha identificado un motivo para las acciones del tirador, pero estamos trabajando para determinar la secuencia de eventos y los movimientos del tirador antes del tiroteo, recopilando y revisando evidencia, realizando entrevistas y haciendo un seguimiento de todas las pistas. También hemos obtenido el teléfono del tirador para examinarlo”, añadió la agencia.

Para Rayran una investigación eficaz e independiente es posible teniendo en cuenta el historial de las instituciones estadounidenses “que se caracterizan por ser sólidas, firmes e independientes a cualquier candidato o mandatario”, explicó. “La seguridad nacional se toma con alta seriedad en el país y seguramente la investigación va a ayudar al Servicio Secreto y a las diferentes autoridades estatales y locales de mejorar sus actuaciones en terreno porque este tipo de situaciones se podrían volver a presentar”, agregó.

¿Por qué señalan a Irán?

En horas recientes, se reveló que la seguridad personal del republicano recibió una alerta en las últimas semanas sobre un complot de Irán para tratar de asesinar al candidato. Una noticia que llevó al Servicio Secreto a añadir “recursos y capacidades de protección al destacamento de seguridad del expresidente”, dijo el portavoz de la agencia, Anthony Guglielmi, en un comunicado.

Horas después, el vocero del Ministerio de Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, rechazó las acusaciones sobre algún tipo de complot para al tiempo que anunció acciones legales por el asesinato en 2020 de un venerado general a manos de un dron estadounidense, reportó la agencia noticiosa estatal IRNA.

También, la Misión Permanente de la República Islámica de Irán ante la ONU negó que existiera un plan así. “Estas acusaciones carecen de fundamento y son malintencionadas. Desde la perspectiva de la República Islámica de Irán, Trump es un criminal que debe ser procesado y castigado en un tribunal de justicia por ordenar el asesinato del general Soleimani. Irán ha elegido la vía legal para llevarlo ante la justicia”, declaró a CNN un portavoz de la misión.

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