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El exmandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció desde Estados Unidos, donde festejó Año Nuevo, sobre la toma por parte cientos de sus seguidores al Capitolio, el Tribunal Supremo y la Presidencia. Hasta el momento, cerca de 150 personas fueron detenidas. (Lea: [Análisis] El asalto a la democracia en Brasil)
- Manifestações pacíficas, na forma da lei, fazem parte da democracia. Contudo, depredações e invasões de prédios públicos como ocorridos no dia de hoje, assim como os praticados pela esquerda em 2013 e 2017, fogem à regra.
— Jair M. Bolsonaro 2️⃣2️⃣ (@jairbolsonaro) January 9, 2023
Por medio de su cuenta de Twitter, Bolsonaro aseguró que “las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”.
Bolsonaro también señaló que durante su mandato, que fue entre 2019 y 2022, se rigió dentro de las “líneas de la Constitución, respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagrada libertad”. (Puede leer: Las reacciones de EE. UU., Francia, Colombia, y otros, ante intento de golpe en Brasil)
Por último, el exmandatario dijo que repudiaba las acusaciones, sin pruebas, que le había atribuido el actual jefe del ejecutivo de Brasil, refiriéndose a Luiz Inácio Lula da Silva, quien se posesionó como actual presidente de Brasil el pasado 1° de enero.
Lula, por su parte, en su cuenta de Twitter, calificó como “fascistas” a los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro. El mandatario, quien se encuentra en Araraquara, en el estado São Paulo, para acompañar a las víctimas de las fuertes lluvias que han afectado la zona, señaló que una falla de seguridad tuvo que ver con la invasión, un hecho que calificó de “sin precedentes”. (Le puede interesar: “Fascistas”: Lula tras toma del Congreso en Brasil; decreta intervención federal)
Este domingo cientos de bolsonaristas invadieron el Capitolio, el Tribunal Supremo y la Presidencia reclamando una intervención militar para derrocar al presidente Lula da Silva. El grupo pasó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado.
Ante el hecho, el presidente Lula expidió un decreto que permite la intervención de las fuerzas federales para retomar el orden en la zona. Minutos después, las fuerzas de seguridad brasileñas confirmaron que habían recuperado el edificio del Congreso Nacional.
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