Ron Klain, el hombre que le hablaba al oído a Joe Biden y corregía su rumbo
Bautizado por los republicanos como “el primer ministro de la Casa Blanca”, Ron Klain fue el responsable de hablarle al oído a Biden y guiarlo para que no cometiera errores. Su reemplazo deberá continuar con la engorrosa tarea de cuestionar al mandatario en los momentos difíciles.
La Casa Blanca necesita de esta fórmula mágica para funcionar: un presidente con la disposición de empoderar a su personal y un jefe de gabinete que, provisto de dicho poder y autoridad, es capaz de convertirse en el contrapeso necesario del mandatario para superar sus momentos de crisis. Esta es la razón por la que, sugiere Susan B. Glasser, de The New Yorker, la Casa Blanca de Donald Trump era tan caótica: el republicano nunca mostró interés en proporcionar a sus empleados de la autoridad para cuestionarlo. Despellejó los procesos para ser “el único que importa”, como dice Glasser, y se hizo con cuatro jefes de gabinete que, en lugar de cuestionarlo, encabezaron su séquito de aduladores. Pero con Joe Biden fue otra historia.
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La Casa Blanca necesita de esta fórmula mágica para funcionar: un presidente con la disposición de empoderar a su personal y un jefe de gabinete que, provisto de dicho poder y autoridad, es capaz de convertirse en el contrapeso necesario del mandatario para superar sus momentos de crisis. Esta es la razón por la que, sugiere Susan B. Glasser, de The New Yorker, la Casa Blanca de Donald Trump era tan caótica: el republicano nunca mostró interés en proporcionar a sus empleados de la autoridad para cuestionarlo. Despellejó los procesos para ser “el único que importa”, como dice Glasser, y se hizo con cuatro jefes de gabinete que, en lugar de cuestionarlo, encabezaron su séquito de aduladores. Pero con Joe Biden fue otra historia.
Luego de las elecciones de 2020, Biden eligió al veterano político Ron Klain para este valioso cargo. Klain, a diferencia de sus predecesores, tenía amplio conocimiento sobre el funcionamiento del gobierno. Ha pasado gran parte de su vida siendo vecino del poder, literalmente. En su misma calle viven el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, y del juez Brett Kavanaugh. Pero sobre todo tenía experiencia: trabajó junto con nueve jefes de gabinete durante los gobiernos de Bill Clinton y Barack Obama, y también sirvió como jefe de gabinete del exvicepresidente Al Gore y del propio Biden cuando fue fórmula de Obama.
Fue durante esta última experiencia que Klain se ganó el sobrenombre del “zar del ébola” al ser el responsable de la centralización de las respuestas contra este virus en el país, una tarea por la que recibió comentarios positivos a pesar de no tener conocimiento del Departamento de Salud. En esta etapa también fue cuando más se estrechó su relación con Biden. Todos los años trabajando juntos le dieron a esta pareja la capacidad de entenderse, y a Klain la habilidad de saber cuándo y cómo comunicarse con Biden para dirigir sus decisiones a donde resultaba más conveniente. Ese fue el secreto de la tranquilidad al interior de la Casa Blanca en estos primeros dos años de gobierno.
“Tienes que ser capaz de trabajar de cerca con el presidente. Tienes que ser capaz de manejarlo. Realmente no puedes estar demasiado cerca de él. No puedes ser un amigo porque tienes que poder decirle lo que no quiere escuchar en un momento decisivo. Y ese es un muy buen acto de equilibrio. Y creo que Ron Klain ha sido capaz de hacerlo”, le dijo Chris Whipple, autor de libros sobre Biden, a la NPR.
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Klain se aproximó lo suficiente a Biden para que recibiera sus consejos, pero se mantuvo con cierta distancia para que su amistad no interfiriera en sus opiniones. Uno de los mejores ejemplos ocurrió a finales de 2021, cuando Biden quiso viajar por todas partes para hacer campaña por el Partido Demócrata antes de las elecciones de medio término. Fue Klain quien convención al mandatario de limitar sus viajes y los asuntos de los que hablaría ante el público, reconociendo que hablar de más y dar un paso extra podrían resultar contraproducentes para el gobierno. La estrategia dio sus frutos, pues los demócratas lograron una increíble defensa en los comicios, llegando a ganar un escaño extra en el Senado.
Debido a esta influencia, Klain fue bautizado por los republicanos como “el primer ministro de la Casa Blanca”. Pero además de su capacidad de comunicarse con Biden, Klain fue negociador hábil para tratar con el Legislativo, y un sabueso competente que podía oler los problemas antes de que aparecieran. Colaboró en la corta, pero significativa lista de victorias legislativas del demócrata, como el alivio de Covid-19 y el programa de infraestructura bipartidista de US$1 billón.
“Es un jefe de personal verdaderamente único”, le dijo Kathryn Dunn Tenpas, becaria presidencial en la Institución Brookings, a The New York Times.
Pero, como suele suceder con las personas que ejercen este cargo, a Klain se le agotó la batería luego de los 18 meses. Los altos niveles de inflación, la crisis en la frontera, la guerra en Ucrania y las batallas contra los republicanos llevaron a Klain al límite, por lo que decidió presentar su renuncia esta semana. Para la Casa Blanca, y para los demócratas que requieren que Biden esté bien asesorado, es una pérdida enorme.
“La Casa Blanca no es el lugar ideal para un empleo a largo plazo. Las horas y el estrés son brutales, y el trabajo es esencialmente infinito. Los empleados de alto nivel solo pueden quedarse un tiempo antes de que su salud y cordura exijan un trabajo más normal”, señaló David Niven, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Cincinnati, en Newsweek.
En octubre de 2021, el agotamiento ya había llevado a Klain al borde de la renuncia. Su agenda ‘Reconstruir mejor’ de Biden había fracasado y no se lograron avances en la agenda climática. Su esposa, Mónica Medina, quien trabajaba en el Departamento de Estado, fue quien lo convenció de quedarse hasta las elecciones de medio término.
“Encontrar un sucesor que abarque todas esas habilidades no será fácil y puede que sea imposible. Se dirigen a una campaña de reelección que también aumenta el valor de Ron, ya que tiene experiencia en campañas y habilidades políticas. Además, la experiencia del jefe de gabinete en Capitol Hill podría ser útil cuando enfrenten a un gobierno dividido”, explicó por su parte Tenpas.
Según la prensa estadounidense, Klain será reemplazado por Jeff Zients, quien desarrolló la estrategia de vacunación masiva de Biden. Aunque Zients tiene vínculos estrechos con Biden, no es considerado tan político como Klain, por lo que ahora los consejos se dividirán en otros miembros del equipo del presidente.
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