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La comunidad internacional continúa reaccionando a la jornada del 23 de enero en Venezuela. En medio de las manifestaciones, el presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, se autoproclamó como el presidente interino del país ante una multitud, asegurando que el actual mandatario, Nicolás Maduro, es el presidente ilegítimo. Aunque el anuncio de Guaidó ha recibido respaldo de más de una docena de naciones, Rusia y China lo rechazan rotundamente, y reiteraron su apoyo al gobierno chavista.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que Nicolás Maduro es el “presidente legítimo de Venezuela, y a su vez denunció que lo de Guaidó se trató de un intento de usurpación del poder legítimo.
"Consideramos el intento de usurpación del poder en Venezuela (...) como una violación del derecho internacional", declaró Peskov a la prensa. "Nicolas Maduro es el jefe de Estado legítimo", añadió.
Rusia, un fundamental aliado de Maduro, también se puso de lado venezolano cuando el país fue objeto de sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión europea. Moscú, además, le advirtió a Washington que se oponía a cualquier intento de intervención en el país sudamericano.
El ministerio ruso de Exteriores criticó por su parte lo que considera injerencia en asuntos internos de Venezuela, al referirse a algunas reacciones internacionales a los acontecimientos en este país, en especial de Estados Unidos, que pueden abrir la vía al caos y a un "baño de sangre".
"Una injerencia extranjera destructora (...) es inaceptable. Ello es una vía directa hacia la anarquía y el baño de sangre", dijo el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado. Lea también: “El pueblo es el único que elige presidente en Venezuela”, Maduro
"Vemos en las acciones descaradas de Washington una nueva demostración de la ignorancia total de normas y principios del derecho internacional", añade el ministerio, refiriéndose al apoyo abierto de Estados Unidos al autoproclamado presidente Juan Guaidó.
Rusia es el segundo acreedor de Caracas -después de China- y representa un importante apoyo financiero para el país sudamericano, asfixiado en una profunda crisis económica. En diciembre pasado, Maduro, había anunciado durante una visita a Moscú unos 6.000 millones de dólares de inversiones rusas en los sectores petrolero y minero en Venezuela.
Entre tanto, el gobierno chino también se pronunció sobre la emergencia en Venezuela. Al igual que Rusia, China se opone a la injerencia externa en los asuntos internos del país.
"China mantiene el principio de no injerencia en los asuntos internos políticos de los demás países, y se opone a la injerencia en Venezuela de fuerzas externas", dijo la portavoz del ministerio de Exteriores, Hua Chunying en rueda de prensa. Le puede interesar: Colombia reconoció a Guaidó como presidente de Venezuela
La portavoz del ministerio aseguró que su país "sigue con atención la situación en Venezuela" y hizo un llamado a la "racionalidad y la calma" en el país sudamericano.
El viceministro ruso de Exteriores, Serguei Ryabkov reiteró que Rusia seguiría apoyando a Venezuela y que Moscú protegerá sus intereses económicos en el país sudamericano.
"La cooperación entre Rusia y Venezuela prosigue en varios ámbitos" dijo, en entrevista con el diario International Affairs.
El mes pasado, Rusia envió dos bombarderos y un centenar de oficiales de la fuerza aérea a Caracas para participar en ejercicios militares conjuntos con Venezuela.
Rusia y Venezuela tienen una larga historia en sus relaciones bilaterales. El predecesor de Maduro, el fallecido Hugo Chávez, conocido por sus diatribas contra Estados Unidos, era siempre el bienvenido en el Kremlin.