Segunda vuelta en Georgia (EE. UU.): la última batalla del año para los demócratas
Esta nueva ronda, que se llevará a cabo el 6 de diciembre entre el demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker, es la oportunidad para que el partido de Joe Biden fortalezca sus escaños en el Senado antes de un ciclo electoral complicado en 2024.
María Paula Ardila
Con el control del Senado ya decidido, lo que está en juego este 6 de diciembre en Estados Unidos parecería ser mucho menor, como lo explican Neil Vigdor y Blake Hounshell, del New York Times. Pero eso no quita que las elecciones de segunda vuelta en Georgia, disputadas entre el republicano Herschel Walker y el senador demócrata Raphael Warnock, dejen de ser claves para ambos partidos, sobre todo para el de Joe Biden, ¿por qué?
“Una mirada al mapa del Senado de 2024 muestra que los demócratas necesitan todos los escaños que puedan obtener mientras miran hacia el próximo ciclo electoral, que está lleno de contiendas potencialmente problemáticas para el partido”, escribió el analista Chris Cillizza en CNN. Mantener el control del Senado este año fue un gran logro para el partido de Biden: las votaciones de las elecciones intermedias de noviembre les dieron 50 escaños a los demócratas y 49 a los republicanos.
“Pero mantener ese control nuevamente dentro de dos años será una tarea gigantesca. Los demócratas preferirían comenzar el ciclo de 2024 con un poco de protección proporcionada por una victoria de Warnock”, agregó Cillizza. En un artículo publicado en The Conversation, el profesor Richard Hargy coincidió en que la segunda vuelta es una oportunidad para que los demócratas mejoren su recuento de escaños en el Senado antes de un ciclo electoral difícil en 2024.
Pero también hay otros asuntos importantes: una victoria en Georgia les da más margen de acción a los demócratas, sin tener que depender del voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris. Además, le da al partido la capacidad de avanzar proyectos de ley más fácilmente. “De manera crucial, un demócrata del Senado adicional permite que el partido apruebe proyectos de ley incluso si un miembro de su partido se rebela”, explicó Hargy.
Sin decir que, como mencionó el analista, la contienda es otra prueba de la influencia de Donald Trump en el partido. Y es que los resultados también son claves para el expresidente, pues “la gran ola roja”, de la que tanto hablaron los republicanos en campaña, no se materializó en absoluto en las elecciones intermedias de noviembre. ¿El problema para los republicanos? El mismo Trump.
“La promoción del expresidente de candidatos fuera de la corriente política principal, o de celebridades sin experiencia política, resultó ser costosa para los republicanos”, se lee en una publicación de Axios. La pregunta vuelve a ser la misma: ¿Trump puede dañar la campaña electoral de Herschel Walker?
Los posibles escenarios
Blake Hounshell, del Times, dice que uno podría pensar que es prácticamente obvio que el senador Raphael Warnock sea reelegido; su contrincante republicano, elegido personalmente por Trump en septiembre de 2021, no tiene suficiente experiencia política, evita a los periodistas y enfrenta serias acusaciones sobre su conducta personal: su campaña se vio sacudida por varios escándalos, que él niega, de abuso doméstico. Además, algunos medios informaron que el candidato le pagó a una exnovia para que abortara.
“Pero si las cosas fueran así de simples, Warnock habría ganado cómodamente en noviembre”, agregó Hounshell. Y hay varios asuntos por considerar que menciona el periodista del Times. Por un lado, no hay que olvidar que Georgia sigue siendo un estado de tendencia derechista; de hecho, según un informe de FiveThirtyEight, el Partido Republicano generalmente ganaba terreno en las segundas vueltas de Georgia antes de 2020. Sin decir que solo basta con que el 46 % de los votos que recibió el candidato libertario Chase Oliver, quien se enfrentó a Walker y Warnock en noviembre, pasen al candidato republicano y así declarar victoria.
Además, hay un asunto de contexto que no podemos olvidar. Brian Kemp, gobernador republicano de Georgia, promulgó una ley el año pasado que incluye restricciones al voto por correo y un mayor control legislativo sobre cómo se llevan a cabo las elecciones. Esto implica que ahora los votantes tienen un período de tiempo mucho más corto para solicitar, recibir y emitir votos.
Esto viene al caso porque en las últimas elecciones hubo nueve semanas entre el día de los comicios y la segunda vuelta. “Los demócratas usaron ese tiempo para superar a los republicanos”, explicó Hounshell. Este año el período de segunda vuelta fue de solo cuatro semanas, con menos tiempo para la votación anticipada, lo que representa una clara ventaja para Walker.
Pero también hay oportunidades para Warnock. Harry Enten, de CNN, sostuvo que los grupos que podrían favorecer a Warnock parecían estar votando en mayor número en las elecciones anticipadas en comparación con los comicios generales. Tampoco hay que olvidar que Warnock obtuvo la mayor cantidad de votos de cualquier candidato estatal demócrata, de acuerdo con un informe de FiveThirtyEight.
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¿Cómo van las cosas hasta ahora?
El senador Warnock tiene una estrecha ventaja sobre Walker, según una encuesta de CNN publicada el viernes 2 de diciembre. “En general, el 52 % de los votantes probables dicen que planean apoyar a Warnock en la segunda vuelta del martes y el 48 % elige a Walker. Los partidarios de ambos lados están profundamente arraigados, con casi todos los demócratas (99 %) detrás de Warnock y el 95 % de los republicanos respaldando a Walker”, se lee en el informe.
Los independientes, de acuerdo con la encuesta, se inclinan a favor de Warnock con un 61 % respecto al 36 % de Walker, pero constituyen una porción relativamente pequeña de los votantes probables, que representaría un 17 %. Sin embargo, las encuestas no han sido precisamente un punto de referencia en los últimos comicios. “No creo que nadie sepa lo que va a pasar el martes”, comentó Martha Zoller, locutora de radio conservadora, de acuerdo con el Times.
Hay otro punto clave: la participación. Richard Hargy comentó en su artículo en The Conversation que el politólogo Scott Buchanan dice que la participación en las segundas vueltas suele disminuir en comparación con las elecciones generales. “Los demócratas desconfiarán de esto y del impacto que tendrá otra elección en un electorado exhausto”, dijo Hargy.
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Con el control del Senado ya decidido, lo que está en juego este 6 de diciembre en Estados Unidos parecería ser mucho menor, como lo explican Neil Vigdor y Blake Hounshell, del New York Times. Pero eso no quita que las elecciones de segunda vuelta en Georgia, disputadas entre el republicano Herschel Walker y el senador demócrata Raphael Warnock, dejen de ser claves para ambos partidos, sobre todo para el de Joe Biden, ¿por qué?
“Una mirada al mapa del Senado de 2024 muestra que los demócratas necesitan todos los escaños que puedan obtener mientras miran hacia el próximo ciclo electoral, que está lleno de contiendas potencialmente problemáticas para el partido”, escribió el analista Chris Cillizza en CNN. Mantener el control del Senado este año fue un gran logro para el partido de Biden: las votaciones de las elecciones intermedias de noviembre les dieron 50 escaños a los demócratas y 49 a los republicanos.
“Pero mantener ese control nuevamente dentro de dos años será una tarea gigantesca. Los demócratas preferirían comenzar el ciclo de 2024 con un poco de protección proporcionada por una victoria de Warnock”, agregó Cillizza. En un artículo publicado en The Conversation, el profesor Richard Hargy coincidió en que la segunda vuelta es una oportunidad para que los demócratas mejoren su recuento de escaños en el Senado antes de un ciclo electoral difícil en 2024.
Pero también hay otros asuntos importantes: una victoria en Georgia les da más margen de acción a los demócratas, sin tener que depender del voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris. Además, le da al partido la capacidad de avanzar proyectos de ley más fácilmente. “De manera crucial, un demócrata del Senado adicional permite que el partido apruebe proyectos de ley incluso si un miembro de su partido se rebela”, explicó Hargy.
Sin decir que, como mencionó el analista, la contienda es otra prueba de la influencia de Donald Trump en el partido. Y es que los resultados también son claves para el expresidente, pues “la gran ola roja”, de la que tanto hablaron los republicanos en campaña, no se materializó en absoluto en las elecciones intermedias de noviembre. ¿El problema para los republicanos? El mismo Trump.
“La promoción del expresidente de candidatos fuera de la corriente política principal, o de celebridades sin experiencia política, resultó ser costosa para los republicanos”, se lee en una publicación de Axios. La pregunta vuelve a ser la misma: ¿Trump puede dañar la campaña electoral de Herschel Walker?
Los posibles escenarios
Blake Hounshell, del Times, dice que uno podría pensar que es prácticamente obvio que el senador Raphael Warnock sea reelegido; su contrincante republicano, elegido personalmente por Trump en septiembre de 2021, no tiene suficiente experiencia política, evita a los periodistas y enfrenta serias acusaciones sobre su conducta personal: su campaña se vio sacudida por varios escándalos, que él niega, de abuso doméstico. Además, algunos medios informaron que el candidato le pagó a una exnovia para que abortara.
“Pero si las cosas fueran así de simples, Warnock habría ganado cómodamente en noviembre”, agregó Hounshell. Y hay varios asuntos por considerar que menciona el periodista del Times. Por un lado, no hay que olvidar que Georgia sigue siendo un estado de tendencia derechista; de hecho, según un informe de FiveThirtyEight, el Partido Republicano generalmente ganaba terreno en las segundas vueltas de Georgia antes de 2020. Sin decir que solo basta con que el 46 % de los votos que recibió el candidato libertario Chase Oliver, quien se enfrentó a Walker y Warnock en noviembre, pasen al candidato republicano y así declarar victoria.
Además, hay un asunto de contexto que no podemos olvidar. Brian Kemp, gobernador republicano de Georgia, promulgó una ley el año pasado que incluye restricciones al voto por correo y un mayor control legislativo sobre cómo se llevan a cabo las elecciones. Esto implica que ahora los votantes tienen un período de tiempo mucho más corto para solicitar, recibir y emitir votos.
Esto viene al caso porque en las últimas elecciones hubo nueve semanas entre el día de los comicios y la segunda vuelta. “Los demócratas usaron ese tiempo para superar a los republicanos”, explicó Hounshell. Este año el período de segunda vuelta fue de solo cuatro semanas, con menos tiempo para la votación anticipada, lo que representa una clara ventaja para Walker.
Pero también hay oportunidades para Warnock. Harry Enten, de CNN, sostuvo que los grupos que podrían favorecer a Warnock parecían estar votando en mayor número en las elecciones anticipadas en comparación con los comicios generales. Tampoco hay que olvidar que Warnock obtuvo la mayor cantidad de votos de cualquier candidato estatal demócrata, de acuerdo con un informe de FiveThirtyEight.
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El senador Warnock tiene una estrecha ventaja sobre Walker, según una encuesta de CNN publicada el viernes 2 de diciembre. “En general, el 52 % de los votantes probables dicen que planean apoyar a Warnock en la segunda vuelta del martes y el 48 % elige a Walker. Los partidarios de ambos lados están profundamente arraigados, con casi todos los demócratas (99 %) detrás de Warnock y el 95 % de los republicanos respaldando a Walker”, se lee en el informe.
Los independientes, de acuerdo con la encuesta, se inclinan a favor de Warnock con un 61 % respecto al 36 % de Walker, pero constituyen una porción relativamente pequeña de los votantes probables, que representaría un 17 %. Sin embargo, las encuestas no han sido precisamente un punto de referencia en los últimos comicios. “No creo que nadie sepa lo que va a pasar el martes”, comentó Martha Zoller, locutora de radio conservadora, de acuerdo con el Times.
Hay otro punto clave: la participación. Richard Hargy comentó en su artículo en The Conversation que el politólogo Scott Buchanan dice que la participación en las segundas vueltas suele disminuir en comparación con las elecciones generales. “Los demócratas desconfiarán de esto y del impacto que tendrá otra elección en un electorado exhausto”, dijo Hargy.
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