Sin Maduro y sin Guaidó: el nuevo plan de Estados Unidos para Venezuela
La administración de Donald Trump presentó este martes una nueva estrategia con la que pretende terminar la crisis política que se vive en el país. Washington manifiesta estar lista para levantar las sanciones al país siempre y cuando se logre formar un gobierno de transición, compuesto por cinco personas, que represente a aliados tanto del chavismo como de la oposición. Eso sí, el plan requiere que tanto Maduro como Guaidó se hagan a un lado.
redacción internacional
Un nuevo plan de Estados Unidos para solucionar la crisis política que vive Venezuela fue presentado este martes. La administración Trump anunció una nueva hoja de ruta, que plantea el levantamiento de las sanciones al país sudamericano, siempre y cuando se conforme un gobierno de transición que represente a aliados tanto del presidente Nicolás Maduro como del líder opositor Juan Guaidó.
Denominado como el "Marco Democrático para Venezuela", este plan de Washington fue presentado por el secretario de Estado Mike Pompeo una semana después de que el gobierno estadounidense señalara formalmente a Maduro y a miembros de su gobierno de hacer parte de una estructura criminal dedicada al narcotráfico.
De acuerdo con Pompeo y Elliot Abrams, encargado del Departamento de Estado para Venezuela, para que se consume el nuevo plan es necesario que Maduro y Guaidó se hagan a un lado y entreguen el poder a un consejo de estado de cinco miembros, que gobernarán el país hasta que se puedan celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias a fines de 2020. El líder opositor venezolano ya habría aceptado esta propuesta de Washington.
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"Este plan propone que tanto Maduro, el antiguo presidente que se ha aferrado al poder, como Juan Guaidó, el presidente interino, se hagan a un lado de modo que miembros elegidos en la Asamblea Nacional de ambas partes puedan crear un Consejo de Estado que sirva como gobierno de transición, que organice elecciones presidenciales libres y justas", indicó Abrams en una columna en el Wall Street Journal publicada el 31 de marzo.
Esta nueva directriz establece que cuatro de los miembros serían nombrados por la Asamblea Nacional controlada por la oposición que dirige Guaidó. Para tener el beneplácito del chavismo, se requeriría una mayoría de dos tercios (actualmente solo se necesita de una mayoría simple para pasar una ley).
El quinto miembro, que se desempeñaría como presidente interino hasta que se celebren las elecciones, sería nombrado por los otros miembros del consejo. Ni Maduro ni Guaidó estarían en él.
"La esperanza es que este nuevo plan promueva la selección de personas que son muy respetadas y conocidas como personas que pueden trabajar con la otra parte", dijo Elliott Abrams a medios estadounidenses. "Nosotros no respaldamos a ningún partido político en particular en Venezuela. Apoyamos un retorno a la democracia y creemos que todos los partidos, incluido el partido del régimen, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) debería poder competir en un campo de juego equilibrado en unas elecciones libres y justas", agregó el funcionario estadounidense.
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La propuesta de Washington llega en un momento crítico para Venezuela. La crisis mundial del coronavirus ha provocado un desplome en los precios del petróleo, principal fuente de sustento del gobierno de Maduro. Además de esto, las sanciones aplicadas por Estados Unidos desde el año pasado han apretado fuertemente las finanzas de la administración chavista.
"Con este anuncio buscamos para ayudar a los venezolanos a escapar de la crisis nacional que la caída de los precios del petróleo y el coronavirus han profundizado", dijo Abrams.
De acuerdo con el enviado especial, los acusados de graves abusos de derechos humanos y narcotráfico no clasifican para el alivio de las sanciones, las personas que estén en la lista negra debido a la posición que ocupan dentro del gobierno de Maduro, como los miembros del Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral y la Asamblea Nacional Constituyente se verían beneficiadas.
"Lo que esperamos es que esto realmente abra una discusión dentro del ejército, el chavismo, el partido socialista y el régimen sobre cómo salir de la terrible crisis en la que se encuentran", dijo Abrams. De lograrse las "condiciones necesarias", Abrams mostró la disposición de Washington "a trabajar con todos los venezolanos y otras naciones y retirar las sanciones".
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Sin embargo, Abrams también aclara que para que las sanciones se vayan por completo, todas las fuerzas militares extranjeras –desde Cuba hasta Rusia– tendrán que abandonar el país.
Este nuevo plan representa un cambio de tono significativamente menos agresivo a los pronunciamientos de la administración Trump de enero del año pasado cuando Guaidó invocó la constitución para asumir una presidencia interina, argumentando que la reelección de Maduro en 2018 fue fraudulenta.
En un intento de ahogar económicamente al Gobierno de Maduro, Estados Unidos sancionó hace más de un año a la petrolera estatal Pdvsa, la principal fuente de divisas para Venezuela, y desde entonces ha presionado y amenazado con sanciones a países y compañías de todo el mundo para que pongan fin a sus negocios petroleros con Caracas.
Un nuevo plan de Estados Unidos para solucionar la crisis política que vive Venezuela fue presentado este martes. La administración Trump anunció una nueva hoja de ruta, que plantea el levantamiento de las sanciones al país sudamericano, siempre y cuando se conforme un gobierno de transición que represente a aliados tanto del presidente Nicolás Maduro como del líder opositor Juan Guaidó.
Denominado como el "Marco Democrático para Venezuela", este plan de Washington fue presentado por el secretario de Estado Mike Pompeo una semana después de que el gobierno estadounidense señalara formalmente a Maduro y a miembros de su gobierno de hacer parte de una estructura criminal dedicada al narcotráfico.
De acuerdo con Pompeo y Elliot Abrams, encargado del Departamento de Estado para Venezuela, para que se consume el nuevo plan es necesario que Maduro y Guaidó se hagan a un lado y entreguen el poder a un consejo de estado de cinco miembros, que gobernarán el país hasta que se puedan celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias a fines de 2020. El líder opositor venezolano ya habría aceptado esta propuesta de Washington.
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"Este plan propone que tanto Maduro, el antiguo presidente que se ha aferrado al poder, como Juan Guaidó, el presidente interino, se hagan a un lado de modo que miembros elegidos en la Asamblea Nacional de ambas partes puedan crear un Consejo de Estado que sirva como gobierno de transición, que organice elecciones presidenciales libres y justas", indicó Abrams en una columna en el Wall Street Journal publicada el 31 de marzo.
Esta nueva directriz establece que cuatro de los miembros serían nombrados por la Asamblea Nacional controlada por la oposición que dirige Guaidó. Para tener el beneplácito del chavismo, se requeriría una mayoría de dos tercios (actualmente solo se necesita de una mayoría simple para pasar una ley).
El quinto miembro, que se desempeñaría como presidente interino hasta que se celebren las elecciones, sería nombrado por los otros miembros del consejo. Ni Maduro ni Guaidó estarían en él.
"La esperanza es que este nuevo plan promueva la selección de personas que son muy respetadas y conocidas como personas que pueden trabajar con la otra parte", dijo Elliott Abrams a medios estadounidenses. "Nosotros no respaldamos a ningún partido político en particular en Venezuela. Apoyamos un retorno a la democracia y creemos que todos los partidos, incluido el partido del régimen, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) debería poder competir en un campo de juego equilibrado en unas elecciones libres y justas", agregó el funcionario estadounidense.
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La propuesta de Washington llega en un momento crítico para Venezuela. La crisis mundial del coronavirus ha provocado un desplome en los precios del petróleo, principal fuente de sustento del gobierno de Maduro. Además de esto, las sanciones aplicadas por Estados Unidos desde el año pasado han apretado fuertemente las finanzas de la administración chavista.
"Con este anuncio buscamos para ayudar a los venezolanos a escapar de la crisis nacional que la caída de los precios del petróleo y el coronavirus han profundizado", dijo Abrams.
De acuerdo con el enviado especial, los acusados de graves abusos de derechos humanos y narcotráfico no clasifican para el alivio de las sanciones, las personas que estén en la lista negra debido a la posición que ocupan dentro del gobierno de Maduro, como los miembros del Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral y la Asamblea Nacional Constituyente se verían beneficiadas.
"Lo que esperamos es que esto realmente abra una discusión dentro del ejército, el chavismo, el partido socialista y el régimen sobre cómo salir de la terrible crisis en la que se encuentran", dijo Abrams. De lograrse las "condiciones necesarias", Abrams mostró la disposición de Washington "a trabajar con todos los venezolanos y otras naciones y retirar las sanciones".
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Sin embargo, Abrams también aclara que para que las sanciones se vayan por completo, todas las fuerzas militares extranjeras –desde Cuba hasta Rusia– tendrán que abandonar el país.
Este nuevo plan representa un cambio de tono significativamente menos agresivo a los pronunciamientos de la administración Trump de enero del año pasado cuando Guaidó invocó la constitución para asumir una presidencia interina, argumentando que la reelección de Maduro en 2018 fue fraudulenta.
En un intento de ahogar económicamente al Gobierno de Maduro, Estados Unidos sancionó hace más de un año a la petrolera estatal Pdvsa, la principal fuente de divisas para Venezuela, y desde entonces ha presionado y amenazado con sanciones a países y compañías de todo el mundo para que pongan fin a sus negocios petroleros con Caracas.