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Todo parece indicar que, una vez más, una ciudad siria fue atacada con armas químicas. El bombardeo se registró en la ciudad de Guta, al noroeste del país, donde permanece un bastión rebelde. Los paramédicos que llegaron a atender a las víctimas alertaron la gravedad de la situación: cerca de 42 muertos y cientos de heridos. “Los heridos llegaron con el iris dilatado y la pérdida del control motor; muchos se sofocaban debido a la alta concentración del gas. Muchos de los casos llegaron demasiado tarde”, afirmó uno de los rescatistas que llegaron a la zona.
Por su parte, EE. UU., que no deja de sospechar que los responsables de los ataques son las fuerzas del presidente sirio, Bashar al-Asad, reaccionó de inmediato a través su presidente, Donald Trump. En su cuenta de Twitter, en la cual suele hacer todo tipo de amenazas, el mandatario afirmó que habrá duras consecuencias y que el precio será alto: “Muchos muertos, incluidos mujeres y niños, en un insensato ataque químico en Siria. El lugar de la atrocidad está bloqueado y cercado por el ejército sirio, haciéndolo completamente inaccesible al mundo exterior”.
Además, Trump arremetió contra otros países que, según él, también juegan un papel importante para que se presenten este tipo de ataques: “El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables por apoyar al animal de Al-Asad”, y solicitó “abrir el área inmediatamente para asistencia médica y verificación. Otro desastre humanitario sin ninguna razón. ¡Enfermizo!”.
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El ataque se enmarca en un sangriento contexto de violencia en el que ha estado sumido el país desde hace un tiempo. De hecho, esta semana se cumplió un año exacto desde uno de los peores ataques químicos que ha sufrido el país. En ese momento, según un informe de la ONU, 80 personas murieron luego del bombardeo contra la localidad rebelde de Jan Sheijun, en el noroeste de Siria.
En ese momento, Trump arremetió con furia contra el gobierno de Al-Asad al autorizar el lanzamiento desde el Mediterráneo de 59 misiles Tomahawk contra una base aérea siria. Funcionarios estadounidenses aseguraron en ese momento que dicha base fue la escogida, en su momento, para lanzar el ataque del año pasado, a pesar de que el gobierno sirio ha negado en todo momento haber realizado bombardeos con armas químicas.
Estos dos ataques no son hechos aislados. La organización Human Rights Watch aseguró la semana pasada que los esfuerzos por impedir este tipo de situaciones han sido inútiles: “En Siria, el gobierno emplea armas químicas que están prohibidas en todo el mundo sin pagar ningún precio”, consideró la subdirectora de HRW para Oriente Medio, Lama Fakih”. Además, aseguró que, con base en datos de siete fuentes distintas el gobierno sirio es responsable de 85 ataques químicos confirmados.