Daniels declara contra Trump, el primer expresidente de EE. UU. en un juicio penal
La mujer, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, dijo que el día que conoció al republicano, él le dijo que se parecía a su hija Ivanka, mientras la trataba de convencer de aparecer en el programa The Apprentice: “Me recuerdas a mi hija. Ella es inteligente y hermosa, y la gente también la subestima”.
Stormy Daniels testifica sobre su encuentro sexual con el expresidente Donald Trump, ocurrido en 2006. Esta actriz de cine para adultos, que recibió una década después US$130.000 del abogado personal del republicano a cambio de su silencio, justo antes de las elecciones en las que el magnate se enfrentó a Hillary Clinton, es uno de los testigos claves en el primer juicio penal de un exmandatario estadounidense. A Daniels se le ve nerviosa, mientras que él mantiene una expresión amarga y le susurra constantemente al oído a su equipo legal.
La mujer, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, aseguró que conoció a Trump en un torneo de golf de celebridades, en Lake Tahoe. Para entonces, ella tenía 27 años y él 60. En el estrado, la fiscal Susan Hoffinger le preguntó sobre sus antecedentes y ella respondió: “Empecé a bailar los fines de semana, lo que en realidad fue genial porque no tenía que faltar a ninguna clase y podía ganar más en dos noches que paleando estiércol ocho horas al día”.
Con referencia al expresidente, dijo que él la había invitado a cenar a través de su guardaespaldas, y que una vez que llegó a su hotel, él salió en pijama. Le aseguró, en su cara, que era “pomposo” y “arrogante”. Recordó que Trump le mencionó que se parecía a su hija Ivanka, cuando intentaba convencerla de que aparecer en The Apprentice sería bueno para su carrera: “Me recuerdas a mi hija. Ella es inteligente y hermosa, y la gente también la subestima”.
Describiendo su reunión en la suite del ático del hotel, Daniels dijo que Trump vestía pijama de seda o satén. Le pidió que fuera a cambiarse, y lo hizo. Cuando regresó, vestido de traje, se sentaron en la mesa del comedor y comenzaron a hablar. Ella dijo que conversaron sobre cómo creció, acerca de si tenía novio o no y de cómo incursionó en el negocio del entretenimiento para adultos. También hablaron de Melania, sobre la cual Trump mencionó que era “hermosa”, pero que no se preocupara, que ni siquiera dormían en la misma habitación.
El tono del encuentro cambió después de entrar al baño de la suite, cuando, según ella, vio a Trump usando calzoncillos y una camiseta: “Al principio solo me sobresalté, como un susto (...), y fue entonces cuando tuve un momento en el que sentí que la habitación giraba en cámara lenta y que la sangre básicamente salía de mis manos y mis pies (...). Solo pensé, Dios mío, ¿qué leí mal para llegar hasta aquí? La intención es bastante clara si alguien se desnuda hasta quedarse en ropa interior y en la cama”.
De acuerdo con su relato, en medio de la confusión, quiso salir del cuarto, pero él se interpuso, aunque “no de manera amenazante”. En ese momento, él agregó: “Pensé que estábamos llegando a alguna parte. Pensé que hablabas en serio de que querías salir de ese parque de casas rodantes”. Ella tomó eso como una ofensa. De ahí en adelante todo fue borroso, incluso dijo que cree que se desmayó y que término teniendo relaciones sexuales con Trump: “Lo siguiente que sé es que estaba en la cama, de alguna manera en el lado opuesto de donde estábamos parados”. No tenía condón y eso le preocupó, le respondió a la Fiscalía.
Al preguntarle si en algún momento dijo que no, Daniels mencionó: “No dije nada en absoluto”. Él, en cambio, le comentó que se reunieran de nuevo: “Dijo que teníamos que volver a estar juntos pronto. Fue a darme un beso de despedida. Solo me reí lo más rápido que pude. Eso fue todo”. Cuando le preguntaron si le pidió que mantuviera su encuentro confidencial, ella dijo que no fue así.
En esta primera fase del interrogatorio, el juez Juan Merchan, a cargo del caso contra Trump, mostró descontento, pues le advirtió a los fiscales que, tras el receso de la mañana, gran parte del testimonio había sido irrelevante, hasta cuando empezó a narrar sobre cómo se dio el encuentro íntimo con el exmandatario. El juicio entró en una nueva pausa, hasta las 2:00 p. m. Antes de ello, Daniels alcanzó a decir que vio de nuevo a Trump en 2007, en varias reuniones, y habló de recibir US$130.000 poco antes de las elecciones de 2016, a cambio de guardar silencio sobre lo sucedido. Aseguró que el dinero no la motivó.
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Stormy Daniels testifica sobre su encuentro sexual con el expresidente Donald Trump, ocurrido en 2006. Esta actriz de cine para adultos, que recibió una década después US$130.000 del abogado personal del republicano a cambio de su silencio, justo antes de las elecciones en las que el magnate se enfrentó a Hillary Clinton, es uno de los testigos claves en el primer juicio penal de un exmandatario estadounidense. A Daniels se le ve nerviosa, mientras que él mantiene una expresión amarga y le susurra constantemente al oído a su equipo legal.
La mujer, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, aseguró que conoció a Trump en un torneo de golf de celebridades, en Lake Tahoe. Para entonces, ella tenía 27 años y él 60. En el estrado, la fiscal Susan Hoffinger le preguntó sobre sus antecedentes y ella respondió: “Empecé a bailar los fines de semana, lo que en realidad fue genial porque no tenía que faltar a ninguna clase y podía ganar más en dos noches que paleando estiércol ocho horas al día”.
Con referencia al expresidente, dijo que él la había invitado a cenar a través de su guardaespaldas, y que una vez que llegó a su hotel, él salió en pijama. Le aseguró, en su cara, que era “pomposo” y “arrogante”. Recordó que Trump le mencionó que se parecía a su hija Ivanka, cuando intentaba convencerla de que aparecer en The Apprentice sería bueno para su carrera: “Me recuerdas a mi hija. Ella es inteligente y hermosa, y la gente también la subestima”.
Describiendo su reunión en la suite del ático del hotel, Daniels dijo que Trump vestía pijama de seda o satén. Le pidió que fuera a cambiarse, y lo hizo. Cuando regresó, vestido de traje, se sentaron en la mesa del comedor y comenzaron a hablar. Ella dijo que conversaron sobre cómo creció, acerca de si tenía novio o no y de cómo incursionó en el negocio del entretenimiento para adultos. También hablaron de Melania, sobre la cual Trump mencionó que era “hermosa”, pero que no se preocupara, que ni siquiera dormían en la misma habitación.
El tono del encuentro cambió después de entrar al baño de la suite, cuando, según ella, vio a Trump usando calzoncillos y una camiseta: “Al principio solo me sobresalté, como un susto (...), y fue entonces cuando tuve un momento en el que sentí que la habitación giraba en cámara lenta y que la sangre básicamente salía de mis manos y mis pies (...). Solo pensé, Dios mío, ¿qué leí mal para llegar hasta aquí? La intención es bastante clara si alguien se desnuda hasta quedarse en ropa interior y en la cama”.
De acuerdo con su relato, en medio de la confusión, quiso salir del cuarto, pero él se interpuso, aunque “no de manera amenazante”. En ese momento, él agregó: “Pensé que estábamos llegando a alguna parte. Pensé que hablabas en serio de que querías salir de ese parque de casas rodantes”. Ella tomó eso como una ofensa. De ahí en adelante todo fue borroso, incluso dijo que cree que se desmayó y que término teniendo relaciones sexuales con Trump: “Lo siguiente que sé es que estaba en la cama, de alguna manera en el lado opuesto de donde estábamos parados”. No tenía condón y eso le preocupó, le respondió a la Fiscalía.
Al preguntarle si en algún momento dijo que no, Daniels mencionó: “No dije nada en absoluto”. Él, en cambio, le comentó que se reunieran de nuevo: “Dijo que teníamos que volver a estar juntos pronto. Fue a darme un beso de despedida. Solo me reí lo más rápido que pude. Eso fue todo”. Cuando le preguntaron si le pidió que mantuviera su encuentro confidencial, ella dijo que no fue así.
En esta primera fase del interrogatorio, el juez Juan Merchan, a cargo del caso contra Trump, mostró descontento, pues le advirtió a los fiscales que, tras el receso de la mañana, gran parte del testimonio había sido irrelevante, hasta cuando empezó a narrar sobre cómo se dio el encuentro íntimo con el exmandatario. El juicio entró en una nueva pausa, hasta las 2:00 p. m. Antes de ello, Daniels alcanzó a decir que vio de nuevo a Trump en 2007, en varias reuniones, y habló de recibir US$130.000 poco antes de las elecciones de 2016, a cambio de guardar silencio sobre lo sucedido. Aseguró que el dinero no la motivó.
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