Tras caos en la final de la Copa América, van 27 capturados, varios colombianos

Las autoridades federales de Miami-Dade revelaron la identidad de 27 latinos capturados, dentro de los cuales hay algunos ciudadanos nacionales, por traspasar la seguridad del estadio Hard Rock en Miami y entrar sin boletos al partido de la final de la Copa América entre Colombia y Argentina el pasado domingo 14 de julio.

La mayoría fueron detenidos por traspaso a la propiedad, pero otras fueron por agresión a la autoridad, un delito deportable incluso con estatus migratorio regular.

Según el reporte, las acusaciones van desde invadir propiedad después de advertencia; resistirse al oficial de Policía sin violencia hacia su persona; interferencia en evento deportivo y de entretenimiento; ebriedad y alteración del orden público; hasta, agresión a oficial de Policía, bombero o agente de tráfico. Además, entre los capturados, 11 eran colombianos que habrían pasado la frontera de Estados Unidos de forma ilegal.

El 14 de julio, dos horas antes de que comenzará el partido, fueron abiertas las puertas del Hard Rock Stadium, escenario deportivo que habitualmente alberga los juegos de los Miami Dolphins de la NFL, eventos de gran magnitud como el Super Bowl o conciertos del The Eras Tour de Taylor Swift sin mayores percances, por lo que se suponía que se tenían las garantías de seguridad necesarias, pero finalmente no fue así.

Según el reporte oficial de la Policía, cerca de 8.000 personas, entre colombianos y argentinos, que no tenían boleta lograron entrar al recinto de manera ilegal. Incluso, algunos de ellos lanzaron piedras a la Policía del condado de Broward, que arrestó a algunos y expulsó a otros.

En redes sociales y por la transmisión oficial de cadenas de televisión se vio cómo cientos de personas treparon altos muros, saltaron puestos de control e incluso rompieron ductos de ventilación del edificio para eludir las medidas de seguridad del estadio. Hoy, cerca de 7.000 de estas personas ya han sido identificadas por cámaras biométricas del recinto y, según informaron las autoridades, podrían enfrentar penas como multas, revocación de visas o pérdida de residencia.

Sobre la situación registrada, la Conmebol, máxima entidad del fútbol sudamericano, responsabilizó a la seguridad del estadio, asegurando que no se cumplieron las recomendaciones dadas para evitar este tipo de episodios; mientras que el Hard Rock Stadium afirmó que los responsables habían sido los fanáticos sin boleta.

“Las puertas del estadio fueron cerradas estratégicamente para lograr que las personas que sí tenían boletas pudieran entrar de manera segura y controlada. Los fanáticos continuaron con las conductas ilegales, peleando con los policías, rompiendo las barricadas y vandalizando el estadio, causando daños muy significativos a la propiedad”, es parte del comunicado emitido por parte del escenario deportivo.

Varios asistentes que sí tenían boleta no pudieron entrar al estadio y ahora demandarán a ambas organizaciones por “negligencia”, dijo a NBC Miami Irwin Ast, el abogado de Jackie Martínez, quien gastó más de US$4.000 dólares (casi 16 millones de pesos colombianos) en entradas para que ella y su familia y ahora demandó a ambas organizaciones por US$50.000. Otros hinchas también esperan una compensación por parte del estadio y de la Conmebol.

“El ingreso ilegal de personas al estadio fue una consecuencia previsible de la incapacidad del acusado para implementar medidas adecuadas de control de multitudes, protocolos de seguridad y procesos de verificación de entradas”, expuso la denuncia presentada un día después de la final.

Múltiples medios en la Florida afirmaron que la ausencia de un comunicado sobre la investigación en curso se debe a que las autoridades no quieren alertar a los infractores; además, se ha afirmado que las grabaciones que se viralizaron en redes sociales también serán utilizadas contra los delincuentes que ingresaron sin boleta al estadio.

“De aquí a un año y medio vamos a tener noticias de colombianos que perdieron sus logros como la greencard o la residencia. El funcionario que me contó esto me dijo que no creían que había ilegales, porque ellos son los que se manejan bien, no dan papaya”, dijo el periodista Javier Hernández Bonnet, que afirmó haber hablado con un funcionario de Miami.

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Las autoridades federales de Miami-Dade revelaron la identidad de 27 latinos capturados, dentro de los cuales hay algunos ciudadanos nacionales, por traspasar la seguridad del estadio Hard Rock en Miami y entrar sin boletos al partido de la final de la Copa América entre Colombia y Argentina el pasado domingo 14 de julio.

La mayoría fueron detenidos por traspaso a la propiedad, pero otras fueron por agresión a la autoridad, un delito deportable incluso con estatus migratorio regular.

Según el reporte, las acusaciones van desde invadir propiedad después de advertencia; resistirse al oficial de Policía sin violencia hacia su persona; interferencia en evento deportivo y de entretenimiento; ebriedad y alteración del orden público; hasta, agresión a oficial de Policía, bombero o agente de tráfico. Además, entre los capturados, 11 eran colombianos que habrían pasado la frontera de Estados Unidos de forma ilegal.

El 14 de julio, dos horas antes de que comenzará el partido, fueron abiertas las puertas del Hard Rock Stadium, escenario deportivo que habitualmente alberga los juegos de los Miami Dolphins de la NFL, eventos de gran magnitud como el Super Bowl o conciertos del The Eras Tour de Taylor Swift sin mayores percances, por lo que se suponía que se tenían las garantías de seguridad necesarias, pero finalmente no fue así.

Según el reporte oficial de la Policía, cerca de 8.000 personas, entre colombianos y argentinos, que no tenían boleta lograron entrar al recinto de manera ilegal. Incluso, algunos de ellos lanzaron piedras a la Policía del condado de Broward, que arrestó a algunos y expulsó a otros.

En redes sociales y por la transmisión oficial de cadenas de televisión se vio cómo cientos de personas treparon altos muros, saltaron puestos de control e incluso rompieron ductos de ventilación del edificio para eludir las medidas de seguridad del estadio. Hoy, cerca de 7.000 de estas personas ya han sido identificadas por cámaras biométricas del recinto y, según informaron las autoridades, podrían enfrentar penas como multas, revocación de visas o pérdida de residencia.

Sobre la situación registrada, la Conmebol, máxima entidad del fútbol sudamericano, responsabilizó a la seguridad del estadio, asegurando que no se cumplieron las recomendaciones dadas para evitar este tipo de episodios; mientras que el Hard Rock Stadium afirmó que los responsables habían sido los fanáticos sin boleta.

“Las puertas del estadio fueron cerradas estratégicamente para lograr que las personas que sí tenían boletas pudieran entrar de manera segura y controlada. Los fanáticos continuaron con las conductas ilegales, peleando con los policías, rompiendo las barricadas y vandalizando el estadio, causando daños muy significativos a la propiedad”, es parte del comunicado emitido por parte del escenario deportivo.

Varios asistentes que sí tenían boleta no pudieron entrar al estadio y ahora demandarán a ambas organizaciones por “negligencia”, dijo a NBC Miami Irwin Ast, el abogado de Jackie Martínez, quien gastó más de US$4.000 dólares (casi 16 millones de pesos colombianos) en entradas para que ella y su familia y ahora demandó a ambas organizaciones por US$50.000. Otros hinchas también esperan una compensación por parte del estadio y de la Conmebol.

“El ingreso ilegal de personas al estadio fue una consecuencia previsible de la incapacidad del acusado para implementar medidas adecuadas de control de multitudes, protocolos de seguridad y procesos de verificación de entradas”, expuso la denuncia presentada un día después de la final.

Múltiples medios en la Florida afirmaron que la ausencia de un comunicado sobre la investigación en curso se debe a que las autoridades no quieren alertar a los infractores; además, se ha afirmado que las grabaciones que se viralizaron en redes sociales también serán utilizadas contra los delincuentes que ingresaron sin boleta al estadio.

“De aquí a un año y medio vamos a tener noticias de colombianos que perdieron sus logros como la greencard o la residencia. El funcionario que me contó esto me dijo que no creían que había ilegales, porque ellos son los que se manejan bien, no dan papaya”, dijo el periodista Javier Hernández Bonnet, que afirmó haber hablado con un funcionario de Miami.

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