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El anuncio del presidente estadounidense, Joe Biden, de retirarse de la campaña presidencial, luego de semanas de recibir presiones de parte de varios demócratas para que diera un paso al costado, se tradujo en una importante recaudación de fondos para la colectividad. Con su espaldarazo a la vicepresidenta Kamala Harris, que ha recibido el apoyo de figuras destacadas como Bill y Hillary Clinton, y de cerca de un tercio de los senadores, el domingo se recibieron donaciones de más de US$50 millones, convirtiéndolo en el día más grande de contribuciones demócratas en línea desde 2020.
La cifra la dio a conocer el diario The New York Times tras hacer un análisis con base en los números divulgados por ActBlue, el sitio líder que procesa donaciones demócratas. El hecho es que la dimisión de Biden y el impulso que está tomando Harris llevaron a los seguidores del partido a hacer transferencias en línea a un ritmo sorpresivo. El medio de comunicación estima que las donaciones aumentaron de un promedio de menos de US$200.000 por hora en las horas previas a la renuncia del jefe de Estado a casi US$11,5 millones en una sola hora más tarde el domingo.
“Este podría ser el mayor momento de recaudación de fondos en la historia del Partido Demócrata”, escribió Kenneth Pennington, un estratega digital de dicha colectividad, en X, antes Twitter. De hecho, desde hace cuatro años no se veía un monto similar, cuando, tras la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg, ActBlue procesó aproximadamente US$73,5 millones.
De momento, se sabe que, como lo informó Politico, la campaña presidencial de Biden cambió su nombre formalmente a “Harris para presidenta”, según la documentación presentada ante la Comisión Federal Electoral. El cambio anuncia la transformación de la campaña de Biden en una operación para apoyar la candidatura de la actual vicepresidenta, ya que Harris asume el control de sus fondos. A finales de junio, la campaña informó que tenía US$95 millones.
Harris tiene una ventaja: el argumento legal para poder usar el dinero recaudado por Biden para su propia carrera presidencial, de resultar nominada por su partido. Como ese dinero se recaudó para ella, junto con Biden, la plata podría usarse para su propia campaña a la Presidencia. Otros candidatos demócratas no podrían usar el dinero como propio, aunque la campaña podría transferirlo al Comité Nacional Demócrata. La ley federal lo establece: “Cualquier depositario de campaña designado por el comité principal de campaña del candidato de un partido político a la Presidencia será el depositario de campaña del candidato de ese partido político al cargo de vicepresidente”. Esto abrió el camino para que Kamala Harris resulte beneficiada del monto que se recaude con ella, probablemente, siendo quien se enfrente a Donald Trump en noviembre.
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