Trump quiere verse detenido y esposado, según fuentes: ¿qué tan probable es?

La foto que supuestamente Donald Trump quiere ver de sí mismo caminando esposado y custodiado por la Policía podría tardar más de lo pronosticado. Este miércoles, se canceló la reunión del gran jurado que evalúa si imputa cargos penales al expresidente republicano por el presunto fraude en el pago a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio en el marco de la campaña presidencial de 2016, en la que Trump se enfrentó a Hilary Clinton.

La foto que supuestamente Donald Trump quiere ver de sí mismo caminando esposado y custodiado por la Policía podría tardar más de lo pronosticado. Este miércoles, se canceló la reunión del gran jurado que evalúa si imputa cargos penales al expresidente republicano por el presunto fraude en el pago a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio en el marco de la campaña presidencial de 2016, en la que Trump se enfrentó a Hilary Clinton.

La expectativa por la decisión ha aumentado desde que el fin de semana el mismo Trump dijo que el martes (ayer), por este caso, ordenarían su arresto. A través de su red social, Truth Social, también pidió a sus seguidores que salieran a las calles a demostrar que lo respaldan, lo que tiene en alerta a la ciudad de Nueva York por posibles perturbaciones del orden público. Pero, por el momento, la imputación, mucho menos la detención, no ha sucedido.

Tampoco es claro cuándo sucederá. El jurado se reúne a puerta cerrada los lunes, miércoles y jueves. Según las cuentas de periodistas de The New York Times, con base en fuentes conocedoras del proceso, una eventual imputación llegaría, por temprano, el jueves en la tarde, pues es necesario terminar de escuchar a los testigos del caso y explicar los cargos que se formulan en contra del magnate antes de pedirle al jurado que vote (debe conseguirse la mayoría de los 23 integrantes del panel).

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El mismo medio ha aclarado, por un lado, que podrían aparecer nuevos testigos y que el arresto y la imputación formal ni siquiera seguirían inmediatamente al anuncio de la decisión sobre si Trump tendrá que enfrentar cargos penales, algo sin precedentes en la historia del país para alguien de su rango, pues nunca antes un presidente de Estados Unidos, en ejercicio o después de su mandato, ha enfrentado un proceso de ese tipo.

La detención, de hecho, puede que ni siquiera ocurra, pues, según el medio neoyorkino, en este tipo de casos suelen hacerse “acuerdos” para evitar “circos mediáticos”, como el que Trump probablemente desea. Además, también hay que tener en cuenta que una de las posibilidades es que se considere este como un caso de un delito menor, que, aunque sí puede ser sancionado con cárcel, también puede serlo solo con una multa.

¿Trump esposado?

Según fuentes cercanas al expresidente en su residencia de Mar-a-lago y citadas por varios medios, Trump quisiera ver imágenes de él mismo esposado y caminando custodiado por las autoridades. Incluso, le ha dedicado tiempo a imaginarse ese momento: cómo sería o qué cara debería hacer, por ejemplo. Sin embargo, de lo que no tienen certeza es el sentimiento que motiva esa aspiración: la audacia, la bravuconería o incluso el miedo o la resignación.

Sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo y que Trump comparezca de manera virtual o incluso que llegue a las diligencias de forma cautelosa, por motivos de seguridad, fuentes citadas por The Guardian han dicho que la postura del expresidente es un no. “Les dijo a varios aliados durante el fin de semana que no le importaba si alguien le disparaba, se convertiría en ‘un mártir’. Más tarde agregó que si le disparaban, probablemente ganaría la presidencia en 2024″, dice el medio británico citando a sus fuentes.

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Pero ¿por qué ese interés? Por supuesto, se señala la oportunidad de capitalizar políticamente todo el asunto. “Ver a Trump después de una comparecencia ante el tribunal también podría impulsar a sus seguidores, a quienes Trump instó durante el fin de semana a protestar en caso de su arresto”, escribieron Michael C. Bender y Maggie Haberman en el New York Times. “Quiere ser desafiante, mostrarle al mundo que, si pueden tratar de hacerle esto a él, pueden hacérselo a cualquiera”, dijo una de las fuentes de esos autores.

¿Dónde están los republicanos y dónde los demócratas?

Aunque en medio del escándalo varias de las grandes figuras republicanas han salido a apoyar a Trump, para Lawrence Gumbiner, exdiplomático estadounidense y consultor internacional, el respaldo no es infinito. Dado que en las elecciones es usual que los seguidores demócratas y republicanos vayan con su respectivo partido, la atención se centra en los independientes. Tener a un candidato imputado, que ha pagado para silencio, “puede dañar la imagen de los republicanos dentro de la gente que eventualmente decidirá las elecciones”, explica.

“Pero para ganar la nominación del partido, es probable que Trump tenga que ampliar su apoyo más allá del 25 % al 30 % del electorado republicano que generalmente se cree que está de su lado, pase lo que pase, especialmente si el campo de candidatos republicanos se reduce en los próximos meses. Una acusación podría dificultarle ampliar su atracción”, escribieron Nathan Layne y Gram Slattery para Reuters.

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En la polémica, por otro lado, los demócratas han brillado por su silencio. El estratega Christian Hanley, consultado por France 24, señaló que jugar a las “barras bravas” en este contexto sería caer en la narrativa que propone Trump. “Simplemente no vale la pena”, dijo.

¿Podría Donald Trump aspirar a la Presidencia?

El expresidente republicano ha anunciado ya oficialmente su intención de aspirar de nuevo a la Casa Blanca. Con un proceso penal, ¿podría aspirar de nuevo al cargo? Según Richard Briffault, profesor de la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia, entrevistado por la NPR, sí podría. Sería “logísticamente” más complicado hacer campaña, pero la sola imputación no es un impedimento.

Así, incluso tras las conclusiones del comité selecto de la Cámara de Representantes que investigó el asalto del Capitolio del 6 de enero de 2021 en Washington, que recomendó prohibirle a Trump una nueva candidatura, el expresidente tiene por ahora el camino despejado. Sin olvidar su reciente regreso a varias de las redes sociales en donde había sido bloqueado. Aunque las apuestas no estén del todo a su favor en el seno republicano, aquel 6 de enero demostró que no se puede subestimar a la gente en las calles.

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