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El martes, E. Jean Carroll, excolumnista de la revista Elle, dejó los juzgados de Nueva York con una sonrisa enorme en su rostro. Llevaba años batallando para que se hiciera justicia en su caso. Ella acusaba al expresidente Donald Trump de haberla agredido sexualmente en un probador de ropa en una tienda de Manhattan, entre 1995 y 1996, algo que él ha negado asiduamente. “No es mi tipo”, decía Trump, burlándose de ella.
En 2019, envalentonada por el movimiento Me Too, Carroll presentó una primera acusación por difamación en los tribunales del estado de Nueva York, la cual terminó refundiéndose en medio de trámites legales. Pero en 2022 la escritora presentó otra demanda, esta vez por lo civil, por difamación, agresión sexual y violación. Sobre esta fue la que un jurado compuesto por seis hombres y tres mujeres halló responsable a Trump de agresión sexual y difamación ayer. Sobre la acusación de violación, la lectura es un poco más complicada.
Hay dos asuntos técnicos importantes sobre esta decisión. En primer lugar está la diferencia entre “culpable” y “responsable”. Esto tiene que ver con que era un juicio civil y no uno penal, por lo que el término adecuado es el segundo. El “culpable” se refiere a la ley criminal, mientras que el “responsable” a la ley civil. Trump, para sintetizar, no tendrá que ir a la cárcel, pero sí deberá compensar a Carroll con US$5 millones. Luego tenemos la acusación sobre violación.
Lo que dijo el jurado el martes es que Trump no fue hallado responsable de violación. Eso no significa que el expresidente sea inocente, sino que el cargo no fue probado con satisfacción. “No responsable” es diferente a ser “inocente”. Eso lo explica mejor la analista legal de la CBS Rikki Klieman, quien señaló que Carroll hizo mucho énfasis en que Trump usó un dedo con ella. “En muchas jurisdicciones, ese tipo de penetración en la vagina con un dedo también se consideraría violación, pero tal vez este jurado pensó de manera diferente”, señala la experta.
Todo esto explica por qué Trump no puede llamarse inocente sobre la acusación de violación, pero tampoco puede llamársele culpable. Ahora, con lo técnico claro, hay tres primeras lecturas sobre lo que este caso significa. En primer lugar, y la más importante de todas, está la respuesta del Partido Republicano al caso. El mensaje fue claro y conciso: “No nos importa”. En entrevista con Fox News, luego de conocerse la noticia, la presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC), Ronna McDaniel, dijo que “el pueblo estadounidense se centrará en lo que está sucediendo en nuestra frontera sur y con la inflación”. Es decir, que le restarán importancia a la acusación contra Trump.
“Yo misma, como mujer de los suburbios, creo que las mujeres están más preocupadas por los problemas de nuestros niños en las escuelas y porque estén siendo usados como peones por TikTok y China para obtener sus datos”, dijo McDaniel.
El RNC, que McDaniel preside, es el responsable de desarrollar y promover la plataforma política del Partido Republicano. Es decir, señala lo que le importa al partido. Con sus declaraciones, la presidenta está diciendo que un caso de abuso contra el expresidente y el rostro más notable de los republicanos no es ni de cerca tan importante como TikTok.
Aunque pueda ser escandalosa, la respuesta es congruente con la línea que ha fijado el partido. El año pasado, por ejemplo, el Congreso aprobó un proyecto para proteger a las víctimas de abuso sexual que han firmado contratos de confidencialidad, con el fin de devolverles la voz para que puedan hablar de sus experiencias. En la Cámara, 109 republicanos votaron en contra. Así que para los republicanos como McDaniel, el abuso sexual y las agresiones no son un tema prioritario.
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La segunda lectura sobre el caso Trump-Carroll habrá que verla sobre la marcha: ¿cuánto le importará realmente a la gente este caso? Sabemos que el RNC cree que no les importará a sus votantes, y McDaniel puede tener un punto a favor sobre su hipótesis. Trump ha tenido dos juicios políticos en el Congreso y ha recibido numerosas denuncias por difamación, por tratar de subvertir los resultados electorales de 2020, por promover el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 y por falsificar registros sobre pagos secretos. Además, es investigado a nivel federal, estatal y local. Aun con todo eso es el favorito de los republicanos para las elecciones de 2024 y está arriba en las encuestas.
Tenemos que rescatar una encuesta de YouGov realizada luego de que Trump fuera acusado de 34 delitos graves por falsificación de registros comerciales este año. La popularidad de Trump se disparó. Antes de la acusación, Trump aventajaba a Ron DeSantis, su probable retador en las primarias, por 8 puntos. Después de la acusación le sacó 26.
Del otro lado, están quienes creen que el caso de Carroll sí tendrá un impacto, como la encuestadora demócrata Celinda Lake, que ha trabajado con el presidente Joe Biden. Lake le dijo a la AP que en sus grupos de enfoque recientes, con demócratas e independientes, lo que más le preocupaba a las mujeres era un caso de violación. “Sabían que no respetaba a las mujeres y que era un verdadero playboy, pero la violación es diferente”, dijo. Pero entre los votantes republicanos, puede que esto no pese tanto.
Hay que mirar la historia: Trump ganó las elecciones de 2016, un mes después de que apareciera la famosa grabación de Access Hollywood en la que se jactó de poder hacer “lo que quisiera” a las mujeres solo por ser una estrella. “Puedes agarrarlas por el coño”, dijo Trump. No pesó en las urnas.
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Luego está la última lectura: esto no solo puede llegar a no importar en la contienda, sino que puede incluso impulsar a Trump. El expresidente es un experto en capitalizar las noticias malas. De hecho, luego de la acusación por 34 delitos en Nueva York el 4 de abril, el expresidente recibió una ráfaga de nuevas donaciones. Fueron cerca de casi US$4 millones en las primeras 24 horas tras la acusación, y US$15,4 millones en total durante las dos semanas siguientes, casi uno por día. Según cifras de la campaña, Trump recaudaba un promedio de US$168.000 por día antes de la acusación. Esto para hacerse una idea de cómo capitaliza sus malos momentos. Él busca que las acusaciones paguen por su carrera a la Casa Blanca en 2024.
“Espere que Trump recaude fondos por ser responsable de abuso sexual y difamación. Esto no lo retrasará ni a él ni a su equipo cuando se abalancen sobre nuestra democracia en 2024. Se están volviendo más fuertes y la lucha solo se volverá más dura, pero no nos rendiremos”, señaló The Lincoln Project, el comité formado por republicanos moderados que se oponen a Trump.
Al final, puede que el caso Carroll no impacte a Trump y, si lo hace, el daño puede ser mínimo. Otros escándalos no lo han hecho. Aun así, no debería confiarse. Una de las razones por las que los republicanos lo respaldan es porque es muy bueno recogiendo fondos. No tanto capitalizando votos, como quedó demostrado en las últimas dos elecciones de medio término. Sin embargo, como ha señalado The New York Times, en el círculo republicano inquieta que Trump use los fondos recogidos para pagar las facturas por sus líos legales, como en el caso Carroll. Cuando el dinero empiece a ser un problema entre Trump y los republicanos, la luna de miel podría acabar.
“La percepción en el Partido Republicano durante un par de años es que la recaudación de fondos de Trump es un problema para otros republicanos. Utiliza una gran cantidad de pequeños donantes que de otro modo podrían contribuir a otros republicanos”, le dijo Robert Boatright, politólogo de la Universidad de Clark, a Simon Montlake, periodista de Christian Science Monitor.
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