Un año de Biden: dice que cree que Putin pondrá a prueba a EE. UU. y occidente
En rueda de prensa dijo que confía en que su plan insignia, el de recuperación, pueda pasar por pedazos en el Congreso.
Un balance de la gestión del covid-19 en Estados Unidos, el reto que significa la inflación, sus planes para evitar que los proyectos claves se hundan en el Congreso, la convicción de que una invasión a Ucrania tendría consecuencias desastrosas para Rusia y hasta el anuncio de Kamala Harris como su fórmula vicepresidencial en una eventual elección... Variado fue el discurso durante la rueda de prensa que entregó el presidente Joe Biden este miércoles, en vísperas del primer aniversario de su llegada al máximo puesto en la Casa Blanca.
Gestión del covid
Biden, quien lucha por recuperar popularidad, destacó logros y retos en el manejo de la pandemia en el país. Dijo, por ejemplo, que en el momento de su llegada a la presidencia apenas dos millones de estadounidenses estaban vacunados, cifra que hoy asciende a 210 millones con esquema completo.
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Resaltó que la vacunación, las dosis de refuerzo y el testeo han sido claves, por supuesto, para salvar vidas, pero también para mantener o reabrir negocios y escuelas; por eso hizo un llamado a los 35 millones de ciudadanos que aún no tienen ninguna dosis para que se vacunen. Además de resaltar la disponibilidad de pruebas en el mercado y la posibilidad de que estos kits lleguen a domicilio, mencionó los más de 20.000 puestos para tomarse pruebas diagnósticas de forma gratuita.
“No volveremos a las cuarentenas ni vamos a cerrar escuelas”, enfatizó. Luego, consultado por las escuelas que han decidido cerrar, Biden hizo hincapié en que son una minoría. El 95 % de los centros educativos están abiertos, dijo. Eso sí, hizo un llamado a que los estados aprovechen los recursos de inversión que se han destinado para adecuar los espacios, con ventilación, medidas de higiene, distanciamiento social y testeo, entre otros.
“Algunos le llaman ‘la nueva normalidad’, pero yo le llamo ‘un trabajo que no ha terminado’”, dijo sobre el futuro de la gestión de la pandemia.
¿Fatiga económica?
Biden destacó el avance en varios indicadores, como la caída en el desempleo y la pobreza, así como el crecimiento del PIB. No obstante, reconoció que hay mucha “fatiga” y “frustración” en medio del covid. El mandatario admitió que la economía, particularmente la inflación, es un reto. Eso sí: no exclusivo de Estados Unidos, sino del mundo entero, a causa de los problemas en las cadenas de suministro desatados por la pandemia.
En esto, destacó el papel de la Reserva Federal como apoyo durante estos dos años. Insistió en que hay que “recalibrar” los apoyos económicos que ya no sean necesarios, y a renglón seguido aclaró que respeta de todas formas la independencia de la Fed. Hizo un llamado a que sin demoras sus nominados (tres) para unirse a la junta del banco central sean confirmados por el Senado.
Sin embargo, ya son ampliamente conocidos los desafíos que Biden tiene de cara al Congreso.
Romper para pasar
Biden recalcó que la acción del Congreso es clave para tener una economía más productiva y con capacidad de entregar bienes y servicios a los ciudadanos. Resaltó que las estanterías de los almacenes, pese a las tormentas que han afectado el país en los últimos días, están apenas por debajo de los niveles prepandemia, por lo que sugirió no prestar atención a las imágenes que salen en medios de comunicación con repisas vacías.
Así, llegó a un punto: el futuro de su proyecto de recuperación Build Back Better, que está a punto de hundirse en el Congreso. Volvió a destacarlo como una iniciativa que busca, entre otros, recortar los costos del cuidado infantil, algo que aliviaría a millones de mujeres que tuvieron que asumir una sobrecarga en esta materia durante la pandemia. Asimismo, reafirmó que es clave para reducir el precio de medicamentos y promover la competencia en beneficio de los consumidores. “Soy capitalista, pero sin competencia no hay capitalismo, sino explotación”.
Señaló, entonces, que si los precios al consumidor son materia de preocupación, entonces el proyecto Build Back Better debería ser aprobado. Ante la inminente falta de apoyo, durante la rueda de prensa, Biden fue consultado sobre si está dispuesto a bajar sus expectativas en el Congreso, a lo que respondió que no. Pero, minutos después, anunció que su plan consistiría en partir el proyecto en varios pedazos, con el fin de que los elementos que generan consenso (sobre todo con los propios demócratas que han anunciado que no votarán a favor del proyecto como un todo) puedan pasar. Apuntó que Joe Manchin, el senador demócrata que ha anunciado su voto negativo, por ejemplo, apoyaría el componente educativo del proyecto.
Ojo sobre Ucrania
En la rueda de prensa, Biden fue ampliamente consultado sobre la tensión con Rusia sobre Ucrania. “No creo que Putin quiera una guerra a gran escala”, dijo. Pero insistió en que toda la decisión para desenredar este asunto está en manos del presidente ruso, en referencia a echar para atrás sus tropas desplegadas en la frontera ucraniana.
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“¿Que si creo que va a poner a prueba a occidente, a Estados Unidos y la OTAN tanto como puede? Sí, creo que lo hará”, señaló Biden con palabras que han sido interpretadas como una predicción de una invasión.
Hizo énfasis en que ese ataque resultaría desastroso para Rusia. Reconoció que Estados Unidos y Europa sufrirían las consecuencias de las sanciones económicas que han advertido Biden y sus aliados, pero que serían realmente fatales para la nación de Putin.
Entre otros anuncios, durante la conferencia de prensa que se extendió por cerca de dos horas, Biden dijo que confiaría de nuevo en Kamala Harris como fórmula vicepresidencial en una eventual reelección. Expresó su concepto positivo de la gestión como vicepresidenta que ha hecho Harris, quien al igual que Biden también sufre una caída en la popularidad.
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Un balance de la gestión del covid-19 en Estados Unidos, el reto que significa la inflación, sus planes para evitar que los proyectos claves se hundan en el Congreso, la convicción de que una invasión a Ucrania tendría consecuencias desastrosas para Rusia y hasta el anuncio de Kamala Harris como su fórmula vicepresidencial en una eventual elección... Variado fue el discurso durante la rueda de prensa que entregó el presidente Joe Biden este miércoles, en vísperas del primer aniversario de su llegada al máximo puesto en la Casa Blanca.
Gestión del covid
Biden, quien lucha por recuperar popularidad, destacó logros y retos en el manejo de la pandemia en el país. Dijo, por ejemplo, que en el momento de su llegada a la presidencia apenas dos millones de estadounidenses estaban vacunados, cifra que hoy asciende a 210 millones con esquema completo.
Le sugerimos: Gobierno estadounidense entregará 400 millones de tapabocas N95 a sus ciudadanos
Resaltó que la vacunación, las dosis de refuerzo y el testeo han sido claves, por supuesto, para salvar vidas, pero también para mantener o reabrir negocios y escuelas; por eso hizo un llamado a los 35 millones de ciudadanos que aún no tienen ninguna dosis para que se vacunen. Además de resaltar la disponibilidad de pruebas en el mercado y la posibilidad de que estos kits lleguen a domicilio, mencionó los más de 20.000 puestos para tomarse pruebas diagnósticas de forma gratuita.
“No volveremos a las cuarentenas ni vamos a cerrar escuelas”, enfatizó. Luego, consultado por las escuelas que han decidido cerrar, Biden hizo hincapié en que son una minoría. El 95 % de los centros educativos están abiertos, dijo. Eso sí, hizo un llamado a que los estados aprovechen los recursos de inversión que se han destinado para adecuar los espacios, con ventilación, medidas de higiene, distanciamiento social y testeo, entre otros.
“Algunos le llaman ‘la nueva normalidad’, pero yo le llamo ‘un trabajo que no ha terminado’”, dijo sobre el futuro de la gestión de la pandemia.
¿Fatiga económica?
Biden destacó el avance en varios indicadores, como la caída en el desempleo y la pobreza, así como el crecimiento del PIB. No obstante, reconoció que hay mucha “fatiga” y “frustración” en medio del covid. El mandatario admitió que la economía, particularmente la inflación, es un reto. Eso sí: no exclusivo de Estados Unidos, sino del mundo entero, a causa de los problemas en las cadenas de suministro desatados por la pandemia.
En esto, destacó el papel de la Reserva Federal como apoyo durante estos dos años. Insistió en que hay que “recalibrar” los apoyos económicos que ya no sean necesarios, y a renglón seguido aclaró que respeta de todas formas la independencia de la Fed. Hizo un llamado a que sin demoras sus nominados (tres) para unirse a la junta del banco central sean confirmados por el Senado.
Sin embargo, ya son ampliamente conocidos los desafíos que Biden tiene de cara al Congreso.
Romper para pasar
Biden recalcó que la acción del Congreso es clave para tener una economía más productiva y con capacidad de entregar bienes y servicios a los ciudadanos. Resaltó que las estanterías de los almacenes, pese a las tormentas que han afectado el país en los últimos días, están apenas por debajo de los niveles prepandemia, por lo que sugirió no prestar atención a las imágenes que salen en medios de comunicación con repisas vacías.
Así, llegó a un punto: el futuro de su proyecto de recuperación Build Back Better, que está a punto de hundirse en el Congreso. Volvió a destacarlo como una iniciativa que busca, entre otros, recortar los costos del cuidado infantil, algo que aliviaría a millones de mujeres que tuvieron que asumir una sobrecarga en esta materia durante la pandemia. Asimismo, reafirmó que es clave para reducir el precio de medicamentos y promover la competencia en beneficio de los consumidores. “Soy capitalista, pero sin competencia no hay capitalismo, sino explotación”.
Señaló, entonces, que si los precios al consumidor son materia de preocupación, entonces el proyecto Build Back Better debería ser aprobado. Ante la inminente falta de apoyo, durante la rueda de prensa, Biden fue consultado sobre si está dispuesto a bajar sus expectativas en el Congreso, a lo que respondió que no. Pero, minutos después, anunció que su plan consistiría en partir el proyecto en varios pedazos, con el fin de que los elementos que generan consenso (sobre todo con los propios demócratas que han anunciado que no votarán a favor del proyecto como un todo) puedan pasar. Apuntó que Joe Manchin, el senador demócrata que ha anunciado su voto negativo, por ejemplo, apoyaría el componente educativo del proyecto.
Ojo sobre Ucrania
En la rueda de prensa, Biden fue ampliamente consultado sobre la tensión con Rusia sobre Ucrania. “No creo que Putin quiera una guerra a gran escala”, dijo. Pero insistió en que toda la decisión para desenredar este asunto está en manos del presidente ruso, en referencia a echar para atrás sus tropas desplegadas en la frontera ucraniana.
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“¿Que si creo que va a poner a prueba a occidente, a Estados Unidos y la OTAN tanto como puede? Sí, creo que lo hará”, señaló Biden con palabras que han sido interpretadas como una predicción de una invasión.
Hizo énfasis en que ese ataque resultaría desastroso para Rusia. Reconoció que Estados Unidos y Europa sufrirían las consecuencias de las sanciones económicas que han advertido Biden y sus aliados, pero que serían realmente fatales para la nación de Putin.
Entre otros anuncios, durante la conferencia de prensa que se extendió por cerca de dos horas, Biden dijo que confiaría de nuevo en Kamala Harris como fórmula vicepresidencial en una eventual reelección. Expresó su concepto positivo de la gestión como vicepresidenta que ha hecho Harris, quien al igual que Biden también sufre una caída en la popularidad.
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