Un juicio por “venganza”: ¿qué esperar del “impeachment” contra Joe Biden?
La bancada republicana de la Cámara de Representantes votó por unanimidad y aprobó la apertura formal de una investigación que ya venía andando desde hace meses contra el presidente de Estados Unidos.
Hugo Santiago Caro
Ad portas de un nuevo año electoral en Estados Unidos, la Cámara de Representantes mantiene su acusación contra el presidente demócrata Joe Biden, señalándolo por corrupción y teniendo como única arma los problemas de Hunter Biden, el hijo del mandatario, quien enfrenta diferentes procesos y acusaciones legales.
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Ad portas de un nuevo año electoral en Estados Unidos, la Cámara de Representantes mantiene su acusación contra el presidente demócrata Joe Biden, señalándolo por corrupción y teniendo como única arma los problemas de Hunter Biden, el hijo del mandatario, quien enfrenta diferentes procesos y acusaciones legales.
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Esta investigación no es otra cosa que la continuación del proceso anunciado, en ese entonces sin votación, por el cesado presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, y refleja una acción de bloque que deja atrás los meses turbulentos y las grietas de la bancada mientras se escogía a un nuevo líder del recinto.
“En este punto, esta votación es una muestra de unidad entre los republicanos de la Cámara: McCarthy anunció un impeachment sin votación en septiembre, y Mike Johnson está ahora ansioso por demostrar que su partido puede lograr algo en un año legislativo casi completamente infructuoso desde que los republicanos se hicieron con la mayoría en el Congreso”, explica Dorian Kantor, experto en la política de EE. UU. y profesor de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Pontificia Universidad Javeriana.
A pesar de que han sido meses en los que los diferentes comités de la Cámara no han podido encontrar pruebas tangibles que muestren la corrupción que alegan ha cometido el presidente, la promesa es que con la formalización de la investigación las pruebas saldrán a la luz.
Kantor asegura que “con toda seguridad” la investigación va a fracasar si sigue ascendiendo y llega hasta el Senado (donde los demócratas son mayoría). También indica que lo más probable es que se trate de una retaliación política para hacer contrapeso moral frente a los cuatro juicios que sigue sorteando el expresidente Donald Trump. Este último, muy probablemente, se enfrente a Biden el próximo año de nuevo por la presidencia.
Para Francisco Pedraza, profesor de la Universidad Estatal de Arizona, es también poco probable que la investigación, el impeachment, siga contando con el total respaldo republicano. En especial a la hora de votar si Biden es culpable o no.
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“Van a pensar un poco más en tomar la votación que sigue con más cuidado. Van a tener que explicar si creen que el presidente es responsable por corrupción. Tienen que explicar a sus votantes si fue porque mostraron o llegaron testigos, o las pruebas eran tan fuertes que los convencieron. Hay algunos que hasta la fecha no han mostrado pruebas que definitivamente muestren corrupción. Deben estar pensando que si no logran presentar o mostrar esas pruebas fuertes van a estar en un lío por haber votado”, afirma.
El profesor reitera que los republicanos del Senado tienen que tener en cuenta la base de sus votantes. A pesar de que en consenso los adeptos al partido apoyan este impeachment, hay que tener en cuenta sectores más moderados de la opinión pública.
“Hay algunos miembros del Partido Republicano cuyos distritos están un poco más equilibrados. El público quizás no va a estar tan emocionado por esta votación en otros lugares. Si eres un republicano en donde recibes setenta, ochenta (por ciento) o más de apoyo de los votantes, no estás tomando ningún riesgo y no tienes ninguna preocupación del apoyo que vas a recibir en noviembre”, continúa.
Para Kantor, la mayoría de solo ocho escaños que tienen los republicanos no les permite darse el lujo de deserciones. Pedraza hace énfasis en que el más beneficiado con todo el ruido y la agenda que pueda traer consigo el impeachment es Donald Trump. Cada recurso, sea de tiempo o monetario, que Trump le invierta a defenderse de los juicios que lleva en su contra, son recursos que no puede dedicar a hacer campaña presidencial, por lo que el hecho de que Biden tenga que enfrentar también diligencias de este tipo igualaría, de alguna forma, las cargas
En este sentido, Kantor concuerda: “Trump ha estado presionando a sus aliados en la Cámara de Representantes para que no abandonen la investigación del impeachment, a pesar de que lo más probable es que sea perjudicial para el partido en las elecciones de 2024, ya que es probable que acerque (una) a los demócratas desafectos a Biden si el proceso se considera abiertamente político. Mientras tanto, los republicanos no han conseguido prácticamente ningún éxito legislativo en su primer año como mayoría”.
Bajo la base de un rotundo fracaso como mayoría en la Cámara, la bancada republicana se puede estar jugando su capital político en un impeachment que, como afirman ambos analistas, hasta la fecha no ha dado un capital serio para perjudicar a Joe Biden.
Para Pedraza son importantes las cuentas de tiempo que puede llevar la investigación y el impeachment. Asegura que para los republicanos vale la pena sacar adelante esta investigación porque es lo que quiere recibir la base de sus votantes. Destituir a Biden ha sido una de las banderas de los republicanos desde que el exvicepresidente de Barack Obama asumió el cargo en 2021.
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Ahora se vendrá una votación para decidir si hay o no corrupción por parte del mandatario. Si la votación es positiva, empezarán los trámites y esto irá hasta el Senado, donde será a otro precio.
“Ya estamos en diciembre. No creo que lo van a lograr hacer entre dos, tres, cuatro meses. Estamos hablando de quizás un año entero. Como sus compañeros en la Cámara de Representantes, los senadores también tienen que tomar en cuenta las elecciones y si quieren, de verdad, estar conectados o no tener ese vínculo del mensaje de que ellos están en apoyo de esta investigación”, concluye Pedraza.